Si bien los inversores
siguen mirando de cerca lo que será la resolución por la deuda externa y si
habrá o no default, un termómetro de la crítica situación económica y
financiera la da el mercado cambiario.
Mientras que abril
debería haber sido un mes soñado por el Banco Central que
conduce Miguel Pesce ya que comienzan los brotes verdes de la
liquidación del agro, fue precisamente no empezó a tener que sumar una batería
de controles cambiarias.
Lo que se vino viendo es que el agro liquida, pero
la reservas siguen bajó presión. De hecho, durante el mes de abril,
el agro aceleró la liquidación de divisas a niveles de u$s1.500 millones, por
encima del mes anterior, aunque casi 20% abajo del mismo mes de 2019.
Pero, tal como
recordó el economista y consultor Fernando Marull, aún con mayor
liquidación del agro, el superávit cambiario que se liquida en el mercado oficial se achicó por mayores pagos de
importaciones, menos préstamos financieros del exterior y más compras de
dólares ahorro, incentivados por la brecha cambiaria del 70% que ya
se acerca ahora al 80%.
En
consecuencia, el Central durante abril tuvo que vender un monto de
u$s547 millones de sus reservas. Esta es la explicación de porqué el BCRA
siguió limitando las operaciones de dólar MEP y Contado Con
Liquidación.
Reservas
en caída y sin paracaídas
"En el medio
de la cosecha, el BCRA debería estar comprando reservas y no lo está logrando.
Como era de esperar, la brecha cambiaria, el riesgo de default y la expectativa
de mayor cepo genera que la oferta se retraiga y la demanda se acelere, secando
el mercado", dice Marull.
Así, a fin de abril, las reservas brutas terminaron en
u$s43.500 millones, de los cuales u$s11.000 millones son encajes de depósitos
en dólares y u$s22.000 millones están explicados por swaps con China y el
prestamos al Banco de Basilea, por lo que las Reservas Netas suman u$s11.000 millones,
o sea casi u$s700 millones menos que un mes atrás.
En lo que va de
mayo las arcas del BCRA caen otros 200 millones de dólares y en medio de un
brutal cepo podrían seguir disminuyendo en los próximos meses si se acelera la
brecha cambiaria o hay más riesgo de defualt. Por ende, las reservas netas se
pulverizan poco menos de 1.000 millones en casi un mes y medio.
Así, en lo que va
del año las reservas que maneja Pesce caen 1.700 millones de dólares y la
estrategia oficial es detener la sangría cuanto antes. Pero precisamente que la
brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo sea tan elevada hace que
los que tienen que liquidar no quieran hacerlo y esperen que el Gobierno tenga
que generar una devaluación.
Hay que recordar que el tipo de cambio que reciben los
exportadores, según lo que vendan, es sustancialmente inferior al poco
representativo valor oficial. Algunos reciben un dólares en torno a los
40 pesos por lo que venden al exterior.
El poder la maquinta
de pesos
Además de todo esto
está la cuestión monetaria que hace subir al dólar paralelo en forma
indefectible. Con el nuevo envío de $110.000 en concepto de transferencia de
utilidades, la asistencia al tesoro alcanzó el 39% de la base monetaria inicial
del año y superó el 5% del PBI al incluir también los envíos por adelantos
transitorios. El BCRA ya le giró más de 500.000 millones al
Gobierno.
A este auxilio se
sumarán envíos adicionales al tesoro en respuesta al DNU publicado por el Gobierno en
el día de ayer para enfrentar la pandemia. Según un informe de la
consultora Delphos Investment, es relevante tomar dimensión que además de
elevarse el ratio de circulante y sus extensiones sobre el producto, también se encuentra elevado el tipo de cambio de circulante más
depósitos totales (M2) sobre reservas brutas, alcanzando los $130.
"Este número advierte el peso relativo que tiene la
base monetaria sobre las reservas en un punto donde las divisas no sobran, la
mayoría de las obras autorizadas en las extensiones del DNU se encuentran
valuadas en dólares y dado el nivel de tasas nominales actuales, el gobierno tiene aún menos margen para actuar por esa vía, recayendo
todo el peso de la reactivación productiva en la efectividad de la política
fiscal y un plan económico que contenga una eventual suba del nivel de precios
por la reproducción de la masa monetaria", dice la consultora.
Y Portfolio
Personal dice que en cuanto a lo monetario, la presión al tipo de cambio
volvería a partir de esta semana, ya que las nuevas medidas y restricciones de
BCRA irían perdiendo efecto, y la emisión monetaria seguiría sucurso actual
para financiar un déficit cada vez mayor.
Por otro lado, ven
menos probable que el BCRA tenga el mismo comportamiento que en abril donde
pudo absorber mucho de la liquidezsobrante. "Dicho esto, las
alternativa que queda para bajar la presión al tipo de cambio y a la
inflaciónes subir las tasas, escenario poco probable como venimos insistiendo hace
varias semanas, donde elgobierno ve una suba de tasas como medida de última instancia. Creemos que irán
por el camino deasumir una inflación más alta en los próximos meses. Si bien en
el último mes la inflación fue muchomás baja (por importante recesión) la
dinámica inflacionaria se daría más adelante y cuando vuelvala actividad, ya
que los efectos de la emisión no son inmediatos".
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