Por Liliana
Franco - Tras la baja aceptación a la propuesta argentina de
reestructuración de la deuda externa,
el Gobierno retoma contacto con los acreedores para evitar caer en default. Las
autoridades ya están trabajando en una prórroga para la oferta que venció
el pasado viernes a las 17 horas de Nueva York, según pudo saber Ámbito en
medios de la Casa Rosada. “Durante el fin de semana hemos recibido algunas
señales en el sentido que la Argentina quiere seguir negociando” señalaron
en medio de los fondos de inversión.
Hasta el momento,
el Ministerio de Economía, a cargo de Martín Guzmán, no informó
sobre el resultado de esta convocatoria, pero los trascendidos dan cuenta de
una baja aceptación, que no llegaría al 20%.
Frente a este bajo
nivel de aceptación, en el Gobierno se está trabajando en mejorar la oferta
argentina. Los ejes pasan, en lo sustancial, por respetar el capital
original (en lugar de la quita de 5% prevista en la oferta original), reducir a
menos de tres años el período de gracia, capitalizar intereses durante ese
plazo (una alternativa hasta ahora no contemplada) y subir la tasa de interés
del cupón.
La propuesta
argentina contempla un interés promedio del orden de 2,5% anual. En
medios de los acreedores se señala que “con una suba de un punto a un
punto y medio, los números cierran”. Habrá que ver si el país está
dispuesto a una concesión de esta magnitud.
Otro aspecto que la
propuesta argentina contemplaría sería el otorgar un incentivo a los bonos
vinculando el crecimiento del PBI. Sin embargo, para los acreedores, según
señalaron a Ámbito, este punto no es muy atractivo y al respecto,
recuerdan que las propias proyecciones macroeconómicas del Ministerio de
Economía, estiman un “magro” crecimiento del PBI de 1,7% anual hasta fines de
la década.
Desde los bonistas se insiste
en que la oferta argentina tendría que acercarse a un valor cercano a 60%,
usando una tasa de descuento del 10% anual. En tanto, en los pasillos de la
Rosada hablan de un 40%. La apuesta es que ”las posiciones puedan lograr un
postura en el orden del 50%”, estiman los que siguen estas negociaciones.
La señal del
Gobierno de continuar las negociaciones la hizo llegar el propio presidente Alberto
Fernández al informar que estaría dispuesto a recibir sugerencias de los acreedores.
Defensa
En tanto, desde el
Ministerio de Economía salieron por las redes sociales, a defender la propuesta
argentina argumentando que cuenta con el respaldo de todos los
argentinos. “Estamos unidos, con una única bandera, para darle un futuro sostenible
a la Argentina”, aseveró Guzmán a través de la cuenta de twitter del
Ministerio, y agregó “Resolver la crisis de deuda es política de Estado”.
Guzmán, en el
video, muestra comentarios de empresarios y periodistas que, en realidad,
apoyan a que Argentina no vuelva a caer en default, pero no hablan de los
detalles de la propuesta de reestructuración.
El lunes pasado, el
presidente Alberto
Fernández se sacó una foto con sindicalistas y los empresarios del Grupo
de los 6 en la Quinta de Olivos para enfatizar el apoyo a la propuesta. Pero
desde el sector empresario se ocuparon de aclarar que la adhesión es el sentido
de “evitar el default” no una valoración sobre la propuesta presentada.
Es que desde hace
un tiempo se escuchan voces contrarias a la gestión del ministro Guzmán. Dentro
del gobierno, algunos funcionarios cuestionan el que haya perdido tanto tiempo
en las negociaciones, tiempo que ahora le juega en contra al país.
Por su parte los
bonistas argumentan que el “vinculo está cortado“. Admiten que
le tienen desconfianza, más aún después de ver que el Ministerio de Economía
difundió la semana pasada la propuesta que, de manera reservada, había
formulado el fondo de inversión BlackRock al gobierno argentino.
La relación se
resquebrajó de tal manera que, hace una par de semanas atrás, se comentó que
los bonistas tenían la intención de acercar una contrapropuesta pero que no
“encontraron un interlocutor confiable”, señalan quienes conocen los pormenores
de los bonistas.
Internamente el
ministro también enfrenta problemas en el Palacio de Hacienda. Lisandro
Cleri ya comunicó que dejará de comandar la Unidad para la Reestructuración de
la Deuda en moneda extranjera, según pudo confirmar Ámbito.
Su salida se
vincula a las diferencias que tiene con el secretario de Finanzas, Diego
Bastourre y a la falta de recepción de sus iniciativas por parte del ministro
Guzmán, según deslizan en los pasillos del Ministerio de Economía.
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