Hoy, Martín Guzmán
y los grandes acreedores de Argentina (aquellos con tenencias importantes y con
espaldas para litigar) irán a tiempo suplementario. Como Argentina con Alemania
en 2014. Esperemos, eso sí, que el final sea otro: la copa es irrecuperable,
pero el default aún se puede evitar.
Se espera que
Argentina no llegue a los umbrales exigidos de las Cláusulas de Acción
Colectiva (CAC’s) y que el canje se extienda hasta, como mínimo, el 22 de mayo.
Allí, si no hay “deal” antes, Argentina deberá pagar para seguir en la mano. Pero
faltan unos días para eso.
Si no hay “deal”
hoy, la gran pregunta es qué pasará hasta el 22. ¿Argentina ofrecerá algo más,
o aceptará alguna contrapropuesta? Guzmán y su jefe (Alberto Fernández) han
dejado en claro que no quieren defaultear ni asumir compromisos de pago que
sean espejitos de colores, más con la coronacrisis de por medio.
Ahora Guzmán fue
más allá. “Estamos dispuestos a considerar cualquier combinación de reducción
de intereses, reducción de capital, extensión y vencimiento del periodo de
gracia que respete las limitaciones que definen lo que es sostenible”, dijo
Guzmán a Bloomberg News en una entrevista publicada ayer. “Somos flexibles en
términos de combinaciones de parámetros. La esencia es la sostenibilidad”.
Como “prueba de
fe”, Guzmán comentó que Argentina ya ofreció un “sweetner” entre la primera
oferta y la segunda. Dijo: “En los términos originales que presentamos,
incluimos un periodo de gracia de cuatro años. Pero entendiendo cuán crítico
fue esto para nuestros bonistas, hemos reducido el periodo de gracia a tres
años”.
Por “sustentable”,
Guzmán se refiere a “pagable” y, en concreto, a los parámetros del FMI: que
pagar la deuda en dólares privada no cueste más de 3% del PIB por año.
El Gobierno buscará
evitar hoy la sensación de que perdió por goleada, ponderará la aceptación que
haya (que será más alta en el tramo minorista que en el de los big players) y
se comprometerá a seguir trabajando para llegar a un acuerdo sustentable.
“Los números no
parecen estar acompañando a Guzmán y seguramente deberá extender los plazos
para buscar aumentar la adhesión al canje (…) El tiempo le juega en contra al
Gobierno, por lo que tendrá que realizar la próxima jugada, que básicamente es
mostrar hasta dónde está dispuesto a ceder. Sería extraño que los fondos
muestren sus cartas, ya que los plazos corren en contra principalmente para el
Gobierno. Las puntas siguen lejos, y para acercarlas es clave que el Gobierno
salga de la encerrona actual que le imprime el modelo de sustentabilidad (…)
Esto recién empieza, y el 22 de mayo es un plazo que cada vez se nos aproxima
más”, dijeron, ayer, desde Delphos.
“Creemos que esta
fecha (por hoy) constituye el final de una primera etapa y abre las puertas a
un breve período de negociación, el cual terminaría el 22 de este mes cuando
efectivamente vence el plazo para pagar los cupones de los bonos globales
(AA21, AA26 y AA46 por U$S 503 millones)”, sostenía un report de Allaria
Ledesma y agrega que “se observa un lento proceso de convergencia” entre las
puntas, esto es, en el Valor Presente (VP) de la deuda.
“¿Existe espacio
para continuar este intercambio de manera de llegar a un acuerdo antes del 22
de mayo? No sabemos la respuesta, pero creemos que sí. Los recientes
comunicados de Hacienda dan a entender cierta predisposición para acercar las
partes”, agrega el informe de la sociedad de Bolsa en referencia a la evolución
de las propuestas.
El tono más calmo
del ministro (semana atrás, parecía “cómodo”, en el discurso cuanto menos, con
el default) y la reanudación del diálogo sugieren que Argentina no pateará el
tablero hoy y seguirá buscando el objetivo hasta el 22. Aunque todos quieran,
nadie sabe si lo logrará.
“Ante el Covid-19,
todos los argentinos realizamos un enorme esfuerzo día a día para enfrentar una
situación inédita. Y lo hacemos para cuidar a nuestro país, para cuidarnos.
Entendimos en este proceso que necesitamos de todos y de cada uno de nosotros
para lograr lo hasta ahora conseguido”. Así arranca el comunicado de la entidad
empresaria IDEA difundido ayer. “Al desafío de hacerle frente a la emergencia
por el virus lo acompaña otro, lograr un acuerdo con los acreedores, de igual
complejidad ante las consecuencias sociales y económicas de la pandemia, que
nuevamente nos convoca a unirnos y trabajar de manera responsable para
reconstruir y poner en marcha a nuestro país en general y en particular a la
economía. Para ello, un acuerdo sostenible entre el Gobierno y los acreedores
en el marco de la negociación de la deuda pública resulta de vital importancia,
poniendo nuevamente por delante el bien común. Seguir cuidándonos y cuidar al
país es bregar por un entendimiento sustentable, por construir lazos y
confianza, y por trabajar mancomunadamente por el desarrollo institucional,
social y económico de Argentina”, concluye. Luego de manifestar su apoyo a la
propuesta de Argentina, los empresarios han subido la vara y, palabras más,
palabras menos, han pedido hacer todo lo posible para caer en un (nuevo)
default.
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