Por Mariano Martín - El Gobierno amplió el plan que contempla el
pago de la mitad de los salarios en empresas privadas
afectadas por la cuarentena a actividades no contempladas hasta ahora y a
firmas de más de 800 empleados, así como las que abrieron este año sus puertas. Además
los empleadores podrán acceder tras demostrar una caída de su facturación menor
a la que figuraba como requisito original del programa de Emergencia de
Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), por lo que en
el Ejecutivo esperan en lo inmediato saltar de los actuales 1,7 millón de asalariados
cubiertos a más de 2 millones.
La flexibilización del programa quedó plasmada en una decisión administrativa del Comité de
Evaluación y Monitoreo del ATP que este diario pudo conocer en
exclusiva. Entre las nuevas empresas que podrán acogerse al plan estarán
fábricas de productos alimenticios y de elementos del rubro medicinal así como
de economías regionales, entre otras. Se trata de empresas de servicios
esenciales que pudieron continuar su actividad durante la cuarentena pero que
también habían pedido acceder al plan por una baja sensible de sus
facturaciones. La otra novedad será que desde esta semana el ATP dejará de
tener un tope de cantidad de empleados por lo que las grandes compañías podrán
obtenerlo.
En el Gabinete económico confirmaron que la ampliación permitirá el
acceso al programa de más de 200 mil empresas sobre un total de inscriptas que
hasta la semana pasada había superado las 420 mil. Hasta ahora estaban
incluidas unas 180 mil firmas con 1,7 millón de empleados, de los cuales 1,3 millón recibirán entre hoy y mañana en sus cuentas sueldo la
liquidación de la mitad de sus ingresos netos a través de
la ANSES. Una
vez saldados en los próximos días los pagos de los otros 400 mil, en el
Ejecutivo afirmaron que entrará otra tanda de beneficiarios por la extensión
del ATP que llevará a más de dos millones los trabajadores alcanzados.
De este modo casi la mitad de las empresas privadas registradas recibirá
asistencia del Estado para el pago de salarios y cerca de un tercio de los
trabajadores quedará incorporado a la mayor ayuda financiera dispuesta por la
administración de Alberto Fernández desde la declaración de la pandemia del
coronavirus. Los funcionarios a cargo del diseño de la medida destacaron que
entre las novedades principales estará la posibilidad de obtención del ATP por
parte de compañías grandes.
El otro ítem que se modificará en lo inmediato será la variación en la
facturación que figura como requisito para la percepción del beneficio. Hasta
ahora el empleador debía demostrar una caída en la facturación de marzo y abril
de este año contra el mismo bimestre de 2019. Con los cambios, podrán acceder
al ATP compañías que hubiesen tenido aumento en la facturación de hasta 5%
nominal en el mismo período. Es decir que, contemplada la inflación, antes
se exigía demostrar una caída real de la facturación del orden del 30% y de
ahora en más bastará con una pérdida cercana al 20 por ciento.
De igual forma se permitirá el ingreso a las compañías que hubiesen
iniciado este año sus actividades. Por la lógica imperante en la normativa
original del programa, esas empresas con cualquier facturación en 2020 quedaban
automáticamente excluidas del beneficio por exhibir una variación positiva
contra el año anterior, donde de hecho no tenían actividad. Así, la única
limitación para el cobro del programa de asistencia pasará por el criterio de
facturación, incluso flexibilizado.
El Comité de Evaluación y Monitoreo está conformado por el jefe de
Gabinete, Santiago Cafiero; por los ministros de Desarrollo Productivo, Matías
Kulfas, de Trabajo, Claudio Moroni, y de Economía, Martín Guzmán, y por la
titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont. En tanto que la Anses, desde esta
semana conducida por Fernanda Raverta, es el organismo encargado de depositar
en las cuentas sueldo la asistencia equivalente al 50% del salario neto de los
trabajadores de las empresas incorporadas al ATP.
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