Según las nuvas
estimaciones difundidas por el Ministerio de Economía, el PBI caerá 6,5% este
año, mientras que el déficit fiscal rondará el 3,1% del producto Fuente:
Télam
Por Francisco Jueguen
- A sólo días de la fecha para alcanzar un acuerdo en la negociación con los
acreedores con títulos bajo legislación extranjera, el Gobierno reconoció hoy
que la economía mostrará un desplome del PBI de 6,5% este año y un
rojo fiscal de 3,1%, cifras muy superiores a las previstas
anteriormente, y que, pese a ese contexto y tras las críticas de los bonistas
por la unilateralidad de la propuesta oficial sobre la deuda pública, mantiene
su vocación de no caer en default.
Para ratificar esto
último, transparentó el ida y vuelta en las tratativas confidenciales por la
reestructuración, en las que hubo, incluso, diferentes ofertas a los bonistas.
En una sorpresiva
publicación, el Ministerio de Economía difundió hoy un nuevo marco económico
-con cifras actualizadas tras el impacto del coronavirus en
la Argentina- mucho más preocupantes que las que les había hecho llegar vía
webcast en su momento a los acreedores privados. Pero además, publicó la propuesta que recibió de uno de los principales fondos
de inversión -Blackrock- y un comunicado (en castellano e inglés)
en el que detalla todas las idas y vueltas entre el equipo de Martín Guzmán y
los acreedores.
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hoy en la Argentina y el mundo: minuto a minuto y las novedades
Además, mostró una
oferta "ilustrativa" (un borrador) que el Gobierno había hecho llegar
a los bonistas. Fue una oferta previa a la actual. En la misma no había quitas
de capital, aparecía un menú de bonos más cortos, se pagaban intereses más tarde
y existían cupones más bajos. En el Gobierno confirmaron a LA NACION que no es la misma oferta que el
Gobierno formalizó semanas atrás ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados
Unidos (SEC, según su siglas en inglés). "Es un ejercicio
ilustrativo. No es la oferta tal cual fue presentada. Es sólo un material que
se utilizó en las conversaciones con los acreedores", dijeron en Economía.
La decisión de
gobierno de Alberto Fernández pareciera buscar, de esta manera, desarmar los argumentos de los tres comités de acreedores que
criticaron en los últimos días la propuesta argentina al calificarla como
"unilateral" y los pedidos de varios fondos e inversores privados que
reclaman al país un mayor ajuste fiscal para "endulzar" la propuesta
luego de dos años de recesión profundizada por la pandemia que afecta al país y
al resto del mundo.
El 20 de marzo
pasado, en un webcast desde el Ministerio de Economía, Guzmán había señalado
que con relación al crecimiento, que -en el mejor escenario- este año se
registraría una caída del PBI de 1%, mientras que en 2021, la economía crecería
3%. En la visión pesimista, la retracción sería de 1,5% en 2020, mientras que
el año que viene mejoraría un 2,5%. El ministro de Economía hizo entonces una
salvedad. "Este análisis de sostenibilidad es anterior a la situación
del coronavirus. Todos alrededor del mundo están aprendiendo sobre
el impacto global y tendremos que revisar estos números", había dicho.
El documento
publicado hoy prevé una caída en el PBI de 6,5% para este
año y un rebote de 3% para 2021. Además, un rojo fiscal de 3,1% en 2020 y
del 1% en 2021. El superávit primario recién se alcanzaría en 2024 (una año
después que lo previsto anteriormente). En el informe anterior se tendría este
año un déficit de 1,1% del PBI en el mejor escenario y de -1,5% en el peor,
mientras que para 2021, serían de -0,5% o de -0,9%. Por otro lado, en el último
documento se estimaron reservas por US$50.000 millones y superávit comercial de
3,6% para 2020.
Además, el
comunicado oficial distribuido hoy por Economía buscó desarmar las críticas de
los bonistas. "Luego de firmados los habituales Acuerdos de No
Divulgación con los tres grupos, un paso que fue necesario para permitir más
soltura en el intercambio de opiniones e información, un documento confidencial
que detalla los lineamientos de la restructuración de Argentina fue compartido
con cada uno de los grupos a partir del 10 de abril de 2020", indicó.
"Tales lineamientos tenían el propósito de brindar un enfoque actualizado
en base al feedback recibido en la
primera ronda de diálogo. Además, aportaron un escenario ilustrativo de
restructuración que podría servir como marco para las negociaciones",
agregó.
Economía además
informó que se organizaron conversaciones por videoconferencia de carácter
confidencial entre Guzmán y su equipo y los tres grupos el sábado 11 de abril de
2020.
El comunicado
oficial del equipo de Guzmán contó además que uno de los grupos de inversores
"compartió sus reacciones a los lineamientos de la reestructuración por
medio de presentar una contrapropuesta". Según el equipo negociador de
Economía, la misma "se basó en la suposición de que
Argentina solo tiene restricciones de liquidez a corto plazo".
Según señaló el
Gobierno, el fondo propuso resolverlas por medio de diferentes opciones entre
las que estaban: un alivio parcial y decreciente del cupón en efectivo durante
los primeros cuatro años antes de volver a los niveles contractuales; una
compensación del alivio del cupón con pagos en especie y una ampliación de
cuatro años del plazo de vencimiento para los bonos cuyo vencimiento sea antes
de 2028. "Esta contrapropuesta era básicamente incompatible con el
marco macroeconómico de las autoridades y no reconocía la necesidad
de un alivio de flujo de efectivo a largo plazo para garantizar la
sostenibilidad de la deuda pública de la Argentina", calificaron en el
comunicado las autoridades del Ministerio de Economía.
"Teniendo en
cuenta los puntos de vista escuchados durante las variadas conversaciones con
los acreedores y sus asesores, y en vista del mandato dado por el Congreso de
Argentina en relación con la disponibilidad limitada de reservas para continuar
con el pago de la deuda, las autoridades procedieron a anunciar los términos y
condiciones de la propuesta de Argentina el 17 de abril de 2020. Los acreedores
de los grupos que estaban sujetos a los Acuerdos de No Divulgación fueron
liberados de su deber de confidencialidad y restricciones comerciales",
sostuvo el equipo de Guzmán, que indicó que "esta propuesta es el
resultado de un proceso de compromiso del gobierno dentro de un marco diseñado
para ganar capacidad de pago de deuda sostenible. Refleja
los esfuerzos de buena fe de la República en el proceso y en su sincera
voluntad de establecer compromisos sostenibles, como así también la intención
de alcanzar una resolución ordenada de la crisis de deuda soberana
actual".
"La República
Argentina sigue abierta al diálogo constructivo con sus acreedores, al tiempo que reitera que solo puede
emprender con responsabilidad una operación de deuda que asegure la
sostenibilidad a largo plazo de la deuda pública de Argentina", sentenció.
"La Argentina
anunció el 27 de abril su intención de mantener reuniones con inversores para
presentar y explicar los términos y condiciones de la operación de deuda
iniciada el 22 de abril de 2020 y recabar el feedback de los inversores. A
partir del 28 de abril, la Argentina celebró una serie de reuniones bilaterales
de forma virtual con inversores internacionales y regionales, incluidos
inversores de dinero real y fondos de cobertura, que incluyeron la
participación del ministro Guzmán y su equipo de alto nivel del Ministerio de
Economía", cerró el comunicado.
Entre los detalles más importantes de la oferta presentada por el
Gobierno semanas atrás surgen una estructura de bonos amortizables
con tasas escalonadas nunca mayores al 5%, quitas de capital que van de entre
12% y 18% para los papeles más cortos según la moneda, un esquema de
"opcionalidades" para elegir los nuevos papeles y diluir el poder de
los bonistas, y vencimientos hasta 2047.
La propuesta
implica una reducción en la carga de intereses de 62% (US$37.900 millones), un
alivio en el stock de capital (5,4% o sea, US$3600 millones) y un período de
gracia por tres años, hasta 2023. Eso significa que el Gobierno no pagaría
hasta 2023. Ese año, el país empezaría a abonar un cupón promedio -una tasa de
interés- de 0,5%. Las mismas irían creciendo a niveles "sostenibles".
El cupón promedio rondaría finalmente el 2,33%.
La fecha límite
para una respuesta de los bonistas establecida por el Gobierno fue el 8 de
mayo. Luego, hasta el 22 de este mes, el Gobierno evitará el default de los
bonos globales cuyos intereses debió pagar el 22 de abril. Luego se abre un
estrecho desfiladero de un mes para que el país entre en una aceleración y toda
su deuda caiga en cesación de pagos.
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