Acordar
con los acreedores o entrar en default. Mientras el presidente
Alberto Fernández apuesta a cerrar un acuerdo con los bonistas extranjeros que
invirtieron USD 66.000 millones en títulos soberanos de la Argentina, más de
las mitad de los argentinos cree que no renegociar la deuda va a tener un impacto
negativo sobre la economía nacional.
Un
reciente informe de la consultora Poliarquía sobre el pago de la deuda externa
reveló que el 60% de los encuestados cree que el gobierno nacional debe acordar
con los acreedores y evitar así el default. “La encuesta
desmitifica la idea de que el argentino promedio tiene una postura ideológica
de no pagar e incumplir con los compromisos asumidos; solo el 17% opina de esa
forma, mientras que el 60% sostiene que hay que evitar el default”, enfatizó
Alejandro Catterberg, director de la consultora.
Pero el
dato más relevante es que la mitad de los que en 2019 votaron por Alberto
Fernández y Cristina Kirchner están a favor de esta postura. Según el
trabajo, el 53% de los votantes del Frente de Todos coinciden en que se
debe acordar con los acreedores y no entrar en cesación de pagos. Este número
se eleva a 79% en el caso de los votantes de Juntos por el Cambio.
“Cerrar
un acuerdo no le generaría un costo político a Alberto Fernández, sino todo lo
contrario, podría mostrarse resolutivo en un tema heredado y potenciar su
perfil moderado. Incluso, la encuesta muestra que más de la mitad de los
votantes del Frente de Todos están a favor del acuerdo, mientras que solo uno
de cada cuatro mantiene una posición más radicalizada”, consideró Catterberg.
Según
el informe, al que accedió Infobae de forma exclusiva, el 59% de los
consultados cree que entrar en default tendrá un impacto negativo, mientras que
apenas el 9% cree que dicha decisión será positiva para el país. “La
sociedad quiere seguir evitando males, porque la gran mayoría de los argentinos
cree que entrar en default va a tener un impacto negativo
sobre la economía nacional”, añadió Catterberg en declaraciones a Radio
Mitre.
En este
sentido, el 49% de los consultados que respondieron que el impacto será
negativo en caso de que Argentina entre en default, cree que el
daño ante este escenario será “mucho” y el 40% consideró que el perjuicio será
“bastante”.
Aunque Alberto Fernández siempre
planteó una estrategia negociadora, el plan falló en su ejecución táctica ante
la resistencia de los bonistas que no aceptaron la oferta formal y cuestionaron
-día tras día- la forma de negociación del ministro de Economía, Martín
Guzmán. Durante la presentación online que efectuaron ayer
reiteraron que la propuesta del Gobierno es inaceptable.
Si para
lograr el canje exitoso de los bonos se necesita un promedio cercano al 65% de
los tenedores, la cifra de aceptación había caído del 30% del viernes pasado al
15% -cálculo optimista- que se registraba anoche en la privadísima del ministro
de Economía.
Según
Poliarquía, el 55% de los encuestados está de acuerdo en cómo el gobierno
nacional lleva adelante las negociaciones con los bonistas, mientras que un 25%
rechaza la estrategia oficial. Pero en el caso de que los acreedores se nieguen
a aceptar la propuesta original, el 61% cree que el gobierno debería
modificar los términos del acuerdo para evitar caer en default.
Frente
al escenario incierto de una negociación que no prosperaba en las últimas
horas, Alberto Fernández tiene delineada una hoja de ruta con seis etapas para
cerrar con los bonistas. Lo cierto es que la negociación entre
Guzmán y los fondos de inversión comenzará cuando presenten su oferta formal,
que vence en 72 horas. En la quinta de Olivos no descartan que Alberto
Fernández protagonice el remate de la negociación.
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