Por Francisco
Jueguen - La decisión final será de Alberto Fernández. El punto
crítico que se deberá evaluar con los expertos sanitarios siguen siendo los
riesgos que provoca el transporte público en la diseminación del coronavirus.
Sin embargo, ante la crisis económica que desató la cuarentena
obligatoria, el Gobierno ya tiene una lista de 1000
empresas privadas que podrían reabrir sus puertas.
No es una
autorización automática. Estas empresas ya presentaron sus protocolos de
higiene, los planes de distanciamiento social y la logística de transporte de
sus empleados. La lista, según supo este medio, es confeccionada en el
Ministerio de Desarrollo Productivo. Pero la información se presenta en
municipios, provincias y en la cartera de Matías Kulfas.
Los sectores son
variados. Aparecen la industria automotriz, autopartes, química,
petroquimica, plástica, metal mecánica, cemento, textil, indumentaria y
calzado, entre otros, según contaron fuentes oficiales a LA NACION. Todas las firmas que están siendo evaluadas
por el Gobierno luego de presentar protocolos y un plan para esa
flexibilización.
En el Gobierno
están teniendo en consideración distintos niveles a la hora de
comenzar a dar los permisos. Entre ellos aparecen cómo llegan los
trabajadores a la empresa, a qué distancia de la planta viven o la distancia de
los puestos de trabajo dentro de las compañías mismas.
"Es central
evitar la utilización del transporte público, que las empresas pongan transporte propio
para aquellos que tienen que viajar, o que los trabajadores lleguen por sus
propios medios, ya sea porque tienen autos o viven cerca, o pueden llegar
caminando o en bicicleta", dijeron a este medio en el Poder Ejecutivo
volviendo a poner el foco en el transporte.
La decisión para la
aprobación de esa lista está supeditado al debate entre el presidente
Alberto Fernández y los expertos sanitarios, y la decisión de
"saltar a una nueva etapa". Los pedidos desde el sector económico
para apurar la flexibilización es importante y se acrecienta en los últimos
días en tiempos en los que la ayuda estatal todavía no fluye de manera
eficiente.
Se calcula que
cuando arrancó la cuarentena solo podía trabajar el 43% de los trabajadores, y
que actualmente ese valor es del 51%. "Podríamos llegar al 70%
en mayo", aventuraron. En el Gobierno afirmaron además que ya
hay muchas empresas que presentaron en los municipios en los que tienen
ubicadas sus plantas los protocolos de reapertura y de salud requeridos.
El Gobierno ya
habilitó muchas actividades como esenciales, también a los fabricantes de
insumos y a los exportadores, siempre que cuenten con autorizaciones
provinciales. Tal es el caso de varias empresas automotrices que a mediados de
mayo esperaban reanuadar con la producción en sus plantas. Es el caso de Volkswagen y FCA en Córdoba, por ejemplo.
Bajo ese mismo
criterio, en el último anuncio oficial sobre la extensión de la cuarentena, el
Gobierno dispuso una mayor flexibilización en aglomerados urbanos de menos de
500.000 habitantes y habló de f ases de administración de la
cuarentena compartiendo la responsabilidad de la reapertura de la economía con
gobernadores e intendentes.
La última
actualización de sectores exceptuados había
incluido a establecimientos que desarrollen actividades de cobranza de
servicios e impuestos; oficinas de rentas (con sistema de turnos y guardias
mínimas); venta de mercadería elaborada de comercios minoristas (vía
plataformas de comercio electrónico, venta telefónica y otros mecanismos que no
requieran contacto personal y mediante la modalidad de entrega a domicilio sin
abrir sus puertas); atención médica y odontológica programada (con sistema de
turno previo); laboratorios de análisis clínicos y centros de diagnóstico por
imagen (con turno); ópticas (turno); peritos y liquidadores de siniestros
(trámites virtuales); establecimientos para la atención de personas víctimas de
violencia de género; allí ya aparecían la producción para la exportación y
procesos industriales específicos. Pero aún no estaban listos los
procedimientos.
Previamente, el Gobierno había autorizado a los bancos y también a
los talleres para la reparación de automotores, motocicletas y bicicletas,
exclusivamente para transporte público, vehículos de las fuerzas de seguridad y
fuerzas armadas, vehículos afectados a las prestaciones de salud o al personal
con autorización para circular, conforme la normativa vigente. Además de la
venta de insumos de librerías y libros online.
Antes ya tenían luz
verde la venta de insumos y materiales de la construcción provistos por
corralones; las actividades vinculadas con la producción, distribución y
comercialización forestal y minera; las curtiembres, aserraderos y fábricas de
productos de madera, fábricas de colchones y fábricas de maquinaria vial y
agrícola; las actividades vinculadas con el comercio exterior: exportaciones de
productos ya elaborados e importaciones esenciales para el funcionamiento de la
economía; las exploración, prospección, producción, transformación y
comercialización de combustible nuclear; los servicios esenciales de
mantenimiento y fumigación; las mutuales y cooperativas de crédito, con
guardias mínimas; y la inscripción, identificación y documentación de personas.
También estaban habilitados los notarios.
Desde un primer
momento fueron establecidas como esenciales, la producción de productos
alimenticios, el sector petrolero y la fabricación de insumos sanitarios.
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