Por Carlos
Burgueño - Tardó en arrancar, pero finalmente funcionó. La
línea de créditos para
pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs)
con tasas del 24% lleva aprobados prestamos a privados por unos $145.468
millones de pesos; con unos $120.596 millones ya entregados a unas 81.993
empresas y con otros 23.155 millones en proceso de recibir el aval. Esto
implica que de un total de 220.000 millones que el Gobierno destinó para
este fin, en su primera línea de ayuda real a empresas, ya están o entregadas o
comprometidos un total de 168.623 millones; y restan unos 51.377 millones para
completar los fondos que desde el Banco Central se dispuso liberar para estas
líneas.
En total, un 77% de
la línea ya está comprometida con el 55% ya desembolsado y en manos de las
empresas , y para mayo continuará el mismo esquema de préstamos ya que el
Gobierno decidió no rescatar el dinero sobrante sino mantener el programa
activo. Se evaluará incluso en las próximas semanas si el dinero
disponible se incrementa o si la línea se mantendrá hasta completar los
$220.000 millones sin renovación de stock de pesos a entregar.
Para tomar la
decisión final, el Gobierno esperará a ver qué sucede con la otra línea de
créditos a tasa 0 dispuesta desde el Ejecutivo y que, hasta ayer, tenía unas
180.000 empresas habilitadas de un total de 400.000 que se habían anotado
originalmente con casi 1,6 millones de trabajadores en relación de dependencia
a los que se los asistirá con el pago de hasta la mitad de sus salarios (con un
máximo de 34.000 pesos) y que tiene un abultado número de compañías aún por
liquidar. Como contó ayer este diario, el temor de los propios privados sumado
a la demora en la carga de datos genera este retraso. La aparición de esta
línea elaborada entre el BCRA que dirige Miguel Pesce y el Ministerio de
Desarrollo Productivo de Matías Kulfas hizo además que los créditos al 24%,
originalmente destinados sólo al pago de salarios de pymes, se flexibilizara y
se pueda utilizar para otros destinos, como inversión en capital de trabajo o
pago a proveedores.
Se reconoce, tanto
entre el Gobierno como desde los bancos, que al comienzo del plan de
préstamos hubo demoras y mucha burocracia interna para que el dinero esté
disponible primero y aprobado después. El problema que aducen entre las
entidades financieras (tanto públicas como privadas) fueron los retrasos por
parte del Gobierno en dejar en claro que la garantía de los pagos en el caso de
futuros problemas de cobro, correría en parte del sector público a través Fondo
de Garantías Argentino (FOGAR). Sostienen entre los bancos que una vez que esta
protección al patrimonio de las entidades estuvo salvada, la velocidad de la
aprobación de los créditos se aceleró. El problema para que los préstamos sean
aprobados antes del aval público era el clásico argentino: hoy por hoy, casi
ninguna pyme tiene la posibilidad real de presentar una carpeta con la
prolijidad suficiente como para pasar el muy exigente filtro bancario para
acceder a una línea de préstamos medianamente pagable. Menos una con tasa
del 24%, sin que el Estado se haga cargo de saldarla en caso de que haya
retrasos. Cuando este último punto quedó en claro, las líneas se destrabaron,
con bancos clásicos (Nación, Ciudad, Provincia, Galicia, Santander, Macro, ICBC
y Credicoop) encabezando la lista de créditos entregados. La línea, que aún
está vigente, tiene condiciones realmente beneficiosas para las empresas que lo
soliciten. Más teniendo en cuenta que se flexibilizó para otros fines más allá
del pago de salarios. La tasa fija es al 24%, pueden tener condición de deudos
de 1 a 3 ante las clasificaciones del BCRA, no tienen que estar en mora con el
FOGAR y tener al menos un empleado. En general la liquidación, luego de la
aprobación por parte de los bancos, se concreta en no más de una semana y el
dinero se deposita directamente en las cuentas de las empresas habilitadas por
la AFIP. Según los datos oficiales, aproximadamente el 53% de estas
financiaciones se destinó a capital de trabajo (excluyendo sueldos) y un 36% a
líneas destinadas al pago de sueldos.
Desde el BCRA
afirman que con estas líneas de crédito se potenció el esquema de préstamos al
sector productivo argentino. A datos de diciembre de 2019 el crédito del
sistema financiero representaba 8-9 puntos del PIB, habiendo perdido entre 6 y
7 punto durante el gobierno de Mauricio Macri. Actualmente se ubicaría
cerca del 15%, con una expansión del 21,1%, con un marcado descenso de la tasa
de interés desde el inicio del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio
(ASPO), a partir de medidas tomadas por el Banco Central de la República
Argentina (BCRA).
El promedio del
sistema registró una suba del 5%, por un aumento de $95.800 millones, en el
saldo de las financiaciones en pesos al sector privado, con una marcada
aceleración a partir de la primera semana de abril. El crecimiento mensual en
lo que va de abril se ubicó en 7,5%. Las líneas comerciales registraron una
expansión del 21,1% desde el inicio del aislamiento, por el equivalente a
$136.700 millones. Los principales vehículos a través de los cuales se canalizó
el crédito fueron los Adelantos y los Documentos a Sola Firma. Los Adelantos
fueron la línea más dinámica, debido en parte a que su uso es bastante automático.
En la medida en que fueron transcurriendo los días, y con más intensidad
después de la reapertura de la atención al público por parte de los bancos, los
Documentos comenzaron a mostrar un dinamismo creciente. Consecuentemente
con el aumento de las financiaciones a tasas próximas al 24%, las tasas de
interés de las líneas comerciales registraron una marcada caída desde el inicio
de la cuarentena. La tasa de adelantos en cuenta corriente registró una
caída de algo más de 10 puntos porcentuales (p.p.) desde el inicio de la
cuarentena. La tasa de interés que enfrentan las pymes se redujo 8,3 p.p. La
tasa de interés cobrada a otras empresas jurídicas también registró una caída
de 10 p.p. Las tasas de interés de Documentos a Sola Firma registraron una reducción
de 13 p.p. respecto del 19 de marzo pasado y se ubican en el 26% para el total
del sistema.
Se asegura que el
comportamiento de la tasa de interés fue relativamente homogéneo entre los
distintos tipos de empresas. El menor costo de financiamiento de los Documentos
y el hecho de que estas financiaciones son a un plazo promedio mayor al de
Adelantos explican la sustitución entre líneas en la medida que se fue
normalizando la operatoria bancaria. En general el paquete lanzado en abril
para atender a las personas también fue amplio. Se lanzó la posibilidad de
cancelar los saldos de las tarjetas de crédito que vencen hasta el 30 de abril
en 9 cuotas fijas con tres meses de gracia. También las líneas de crédito a
tasa cero y doce cuotas con seis meses de gracia para monotributistas y
autónomos; junto con la eliminación de intereses punitorios sobre las cuotas de
créditos (personales, prendarios, hipotecarios, entre otros) impagas hasta el
30 de junio y la posibilidad de solicitar a las entidades que difieran el pago
de las cuotas que venzan entre el 1 de abril y el 30 de junio de 2020 hasta el
mes siguiente al final originalmente previsto del contrato.
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