Por Jorge Herrera
- Se le dio vuelta la taba al BCRA en materia
cambiaria. En pocas jornadas pasó de ser un comprador neto a ser vendedor neto.
Ya habíamos señalado días atrás que el auspicioso ciclo de compras de divisas
por parte del ente monetario iniciado tras la implementación de la cuarentena
obligatoria a mediados de marzo se había interrumpido. Así tras doce jornadas
consecutivas -desde el 25 de marzo pasado- en las que el BCRA fue neto
comprador, sumó u$s525 millones a las reservas netas. De
las cuales u$s254 millones las acumuló a lo largo de la primera quincena de
abril. Pero a partir de ahí, los efectos de la extensión de la cuarentena, la
presentación de la oferta de canje de deuda, los vaivenes de los mercados
internacionales y sobre todo las idas y vueltas de la política monetaria y la
gran emisión de dinero modificaron la tendencia y el humor de los ahorristas e
inversores. De esta manera desde el 15 de abril el BCRA dirigido por Miguel
Pesce no hace más que intervenir en el mercado de cambios,
vendiendo.
En las últimas
siete jornadas, tomando en cuenta el último dato disponible del jueves pasado,
el BCRA ya vendió u$s361 millones de las reservas netas. De modo que no solo
perdió lo que había ganado en la primer quincena del mes sino que incluso se
“comió” parte de las acumuladas en marzo tras el inicio de la cuarentena. Si
bien los guarismos no son, por ahora, alarmantes si deben ser un llamado de
atención porque la sangría diaria es a un mayor ritmo que cuando ganaba
reservas. Ahora está perdiendo a razón de casi u$s52 millones diarios cuando
venía acumulando a un ritmo diario de u$s31,8 millones en abril y u$s43,8
millones tomando desde el inicio de la cuarentena. Se puede presumir que la
pérdida de reservas vía ventas al mercado de cambios continuó ya que el último
dato (día 28) de reservas brutas registra una caída de u$s155 millones frente a
los u$s43.751 millones del día 23. Y como si esto no fuera poco, no solo
interviene en el mercado spot o contado sino también, y muy fuerte, en el
mercado de futuros. Según pudo saber este diario lo ha hecho en forma tan
agresiva que podría estar llegando al límite permitido.
Se tiene así que el
balance en lo que va del mes ahora arroja un saldo negativo de u$s107 millones
pero en el acumulado del 2020, gracias a las fuertes compras de enero, aún el
saldo es positivo en u$s551 millones. Ya el BCRA y la CNV tomaron cartas en el asunto
y están tratando de obstaculizar el drenaje de reservas y la presión sobre el
mercado de cambios. Habrá que ver si los agentes económicos actúan en
consonancia o si el Gobierno deberá convivir con este contexto cambiario. Por
lo pronto la “aspiradora” del s sigue funcionando a todo vapor luego de que la
circulación monetaria mostró signos de haber rebalsado las expectativas del
sector privado. Es cierto que las ventas de reservas actúan como un factor
contractivo, pero por su magnitud, no son significativas, ya que en abril
explican una absorción de $7.269 millones. El canal que sigue absorbiendo
liquidez son los Pases que abril explican una contracción de $591.970 millones
(las Leliq de $48.051 millones). La base ahora registra una agresiva contracción
de $433.961 millones, implicando que el acumulado del año ahora es una
contracción de $37.260 millones, cuando días atrás superaba los $450.000
millones.
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