El avance de las
distintas cotizaciones del dólar, el contado con liquidación (CCL)
y dólar MEP, volvió a poner nerviosos a los funcionarios del Gobierno. Con
subas de hasta el 4% en el inicio de la semana, tanto Alberto Fernández como
varios hombres de su Gabinete se mostraron preocupados por que el dólar libre
vale 115 pesos, muy lejos del 65 del mercado oficial (e inaccesible).
Si
bien el presidente de la Nación como en su momento el titular del Banco Central, Miguel
Pesce, les echaron la culpa a los
"especuladores", parte importante de la suba del mercado paralelo
tiene que ver con la mega emisión de pesos que hizo el Central para cubrir el
rojo fiscal. Ahora, con el dólar en ebullición, Pesce recalcula y prende la
aspiradora.
Como explica GMA
Capital, desde principios de marzo hasta mediados de abril, la base monetaria
creció casi $710.000 millones ( 41%) alimentada principalmente por dos
factores: asistencia al Tesoro vía adelantos transitorios y transferencias de
utilidades ($415.000 millones en total) y desarme de Leliq de las entidades
financieras ($274.000 millones, pero que había llegado a superar $400.000 en
marzo y el primer día de abril).
Con esa expansión,
el stock total de la base llegó a superar los $2,4 billones y alcanzó el 86%
como porcentaje de reservas internacionales (este ratio era 60% cuando en
diciembre, previo al cambio de mando presidencial.
"Este exceso de liquidez en el sistema provocó un
marcado descenso de las tasas de interés. En el sistema bancario, las cuentas
remuneradas no pagaban premio y la BADLAR se hundió hasta debajo de 20%. En el
mercado de capitales, el sobrante de pesos llevó el costo de la caución
virtualmente a cero y la remuneración de los FCI money market a menos del 10%
anual. Este desplome tanto de la recompensa para posiciones en pesos como del
costo de financiamiento puso presión sobre el MEP y CCL", señaló la
consultora.
Así fue cómo se
encendieron las alarmas en el BCRA, y Miguel Pesce se vio forzado a
dar un golpe de timón para aspirar pesos excedentes. Este movimiento fue
evidente a la luz de los datos de la semana del 16 al 21 de abril, los últimos datos
que se conocen. En ese período, solo los
pases pasivos (son préstamos de un día que hacen las entidades al organismo que
le permiten esterilizar pesos al igual que las Leliq) detrajeron $548.000
millones, el 93% de lo que en lo inyectado en los 45 días previos vía
asistencia al Tesoro y desarme de Leliq.
Otra de las aristas
de la fuerte emisión de 2020 se observa en el agregado M2, que incluye el
circulante más los depósitos en cuenta corriente y cajas de ahorro. Este
agregado, que mide la oferta de dinero más transaccional, está creciendo al 76%
interanual.
"Descontando
el efecto de la inflación, la variación real es 20% año contra año, el
registro más alto desde 2004. Esta monetización contrasta con una demanda
de dinero que, a fines de 2019, era la más baja en 2 décadas", afirma GMA.
Claro que el
Gobierno mientras empezaba a dar marcha atrás con la abundancia de pesos salió
a "amenazar" a los que hacen contado con liqui y dólar MEP.
-La semana pasada
la Comisión Nacional de Valores (CNV) estableció
un nuevo límite del 25% a la tenencia de disponibilidades en moneda extranjera
por parte de los Fondos Comunes de Inversión con cuotapartes en
pesos.
-Se estima que el
exceso de liquidez ascendería a u$s150 millones, pero no todo ese volumen se
desarmaría, sino que una parte podría redirigirse a instrumentos de renta fija.
-Previamente, para
calmar las expectativas, el BCRA había decidido regular la tasa que pagan los bancos por los plazos fijos y
estableció un mínimo del 26,6%, equivalente al 70% de la rentabilidad que las
entidades financieras obtienen por Leliq.
-Adicionalmente, se
le había restringido la participación de
los bancos en el mercado de cauciones con el objetivo de tener efecto en la
oferta de crédito en el mercado de bonos para evitas "conductas especulativas".
El ex director del Banco Central y del Nación, Enrique Szewach, afirmó
que "hay una fuerte inyección de liquides para compensar la caída de
actividad y de ingresos".
"Lo que pasa
es que esa liquidez está segmentada, no le llega a todos, hay muchos a los que
le sobra y muchos a los que les falta. A
los que les sobra dada la tasa de interés que pagan los bancos y dada la tasa de inflación esperada tienen en el dólar en todas sus variantes una alternativa de
ahorro que no hay en pesos", admitió en declaraciones radiales.
Para Szewach, como
estas tasas siguen estando por debajo de la inflación esperada, el Banco Central está en un dilema porque "tiene toda
la presión de los tomadores de crédito que dicen por favor regalame pesos y
toda la presión de los ahorristas que dicen pagame una tasa que me remunere la
inflación, porque si no prefiero estar en dólares".
"Argentina
tiene tres problemas, no puede hacer ayuda porque no tiene recursos, tiene el
problema que la poca ayuda que se puede hacer es a partir del Banco Central y tiene el problema de que todas estas
ayudas son incentivadas en por el Estado", completó.
Para Portfolio
Personal Inversiones, entrando a la última semana del mes, y si bien la presión
en el tipo de cambio se mantiene alta por las expectativas de inflación,
recuerdan que entramos en época de pagos de sueldos, por lo tanto las empresas
y el resto del sector privado, a falta de ingresos, deberá vender reservas en
dólares para el pago de sueldos y obligaciones.
de divisas que
alivie la presión en el dólar y por unos días, es probable que veamos un MEP y
CCL más tranquilo esta semana", creen, algo que no sucedió al menos este
lunes.
Por
otro lado, agrega, la cuarentena le está haciendo un favor al gobierno en el
sentido que el sistema bancario perdió el dinamismo normal, ya que para los
individuos es más difícil sacar dinero del banco para destinar en compra de
bienes de capital o dólares, disminuyendo temporalmente la velocidad de
circulación y la presión en el dólar.
"Aunque una
vez pasada la cuarentena y normalizado el sistema bancario, la liberación de esos pesos al mercado hará una
presión fuerte al tipo de cambio, y habrá que seguir de cerca la velocidad de
circulación para monitorear la inflación. Las noticias de las negociaciones
sobre la reestructuración de la deuda externa
también tendrán impacto en el dólar, por lo tanto es otro punto importante a
seguir", avisa PPI.
Y desde Invecq
Consulting dicen que si la razón de la inestabilidad fuera el problema de
la deuda (como dijo Alberto Fernández) nada indica por el momento que sea
segura una resolución exitosa que descomprima la presión sobre las cotizaciones
de la moneda extranjera.
Pero más allá de
eso, analizando la evolución de ciertas variables clave de la macroeconomía en
los últimos meses, la consultora dice que hay elementos suficientes para pensar
que independientemente de la resolución
de la deuda, el mercado (o los mercados) de cambio estarán bajo presión durante
el tiempo que tenemos por delante y solo podría pensarse es una estabilización
una vez superada la pandemia y emprendiendo un cambio en la
configuración de política económica que estableció el gobierno aún antes de que
el coronavirus comenzara a ser noticia. "Estas variables son principalmente
dos: el déficit fiscal y la dinámica de las exportaciones", recuerdan.
"Más pesos
disponibles como consecuencia de la expansión fiscal se encontrarán entonces
con menos dólares como consecuencia del deterioro exportador. Mientras esta sea
la combinación de variables exógenas, el resultado en el mercado cambiario
difícilmente sea una estabilidad en la cotización de la moneda extranjera. Por
el contrario, con expectativas de mayor emisión en el corto plazo y
exportaciones deteriorándose, cabría esperar que los mercados de cambios
permanezcan bajo presión por bastante tiempo más", vaticinan.
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