Tal como adelantó ámbito.com, luego de sendas negociaciones en el
marco de la cuarentena, la Confederación General del Trabajo y la Unión
Industrial Argentina firmaron un acuerdo para que los trabajadores suspendidos
que no cumplan tareas cobren el 75% de su sueldo. El acuerdo fue elevado al
Gobierno. Según un informe del CEPA, más de 300 mil puestos de trabajo se
vieron afectados por la pandemia.
Se trata de un
convenio marco entre la UIA y
la CGT que implica que
se les va a garantizar el 75% del salario a aquellos trabajadores que sean
suspendidos y que por lo tanto no tengan que cumplir tareas, según informó el
canal C5N.
La firma entre el
sector gremial y la entidad que conduce Miguel Acevedo tuvo lugar esta tarde y
posteriormente el acuerdo fue trasladado al ministro de Desarrollo
Productivo, Matías Kulfas, y al titular de la cartera de
Trabajo, Claudio Moroni.
Antes de llegar
finalmente a buen puerto, la negociación osciló entre las posturas dispares de
ambos sectores. Por un lado, la CGT planteó en un primer momento que el salario
de un trabajador suspendido se ubique en torno al 80%. Por otro, la UIA
pretendía, que junto al aporte del salario complementario que realizará el
Estado, el pago de la mensualidad alcance el 60%.
Según había
adelantado este medio en la edición de este lunes, el Ejecutivo adelantó que la
postura era que prime un valor cercano al 75%.
Tal como consignó
la agencia Noticias Argentinas, todavía el Gobierno está esperando el documento
firmado para acceder a los detalles del acuerdo. En la práctica, el mismo
implica por un lado un marco que avala las suspensiones y por otro obliga a las
empresas a abonar un piso mínimo del 75% de los salarios a los trabajadores que
no cumplan tareas presenciales.
El texto al que
accedió este medio lleva las firmas de los secretarios generales de la
CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña; del titular de la Unión Obrera
Metalúrgica, Antonio Calo y el secretario adjunto de la
CGT, Andrés Rodríguez. Por el lado de la UIA, rubricó el acuerdo su
presidente, Miguel Acevedo, y el vice, Daniel Funes de Rioja.
Allí señalan que
"el monto que los empleadores deberán abonar como prestación no
remunerativa o las asignaciones en dinero que se entreguen en compensación por
suspensiones de la prestación laboral en este marco no podrá ser inferior al
75% del salario neto que le hubiere correspondido al trabajador en caso de
haber laborado". Asimismo, detallan que sobre éste monto "deberán
realizarse la totalidad de los aportes y contribuciones porla ley 23660 y 23661
y el pago de la cuota sindical".
De esta manera,
buscan que aquellos acuerdos firmados entre empleados y empleadores que se
encuentren dentro de las condiciones estipuladas - suspensión con pago del 75%
o más - sean homologados en forma automática. "Solamente en esas
condiciones o cuando se establezca un porcentual mayor, la autoridad de
aplicación homologará en forma automática los acuerdos que se presenten",
reza el documento.
En ese marco,
fuentes de la central obrera afirmaron a NA que "no es una baja
salarial", sino que se trata de una "percepción que cobrarán los
trabajadores suspendidos, que tiene que ser superior al 75%".
"Es un piso
para que los trabajadores suspendidos no cobren menos", resaltaron.
Un informe
difundido esta semana por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) reveló
que entre el 15 de marzo y el 15 de abril se vieron afectados más de 300 mil
puestos de trabajo. El relevamiento indicó que se produjeron 5.386
cesantías, 7.223 suspensiones, 3.070 atrasos de pago de salarios, 54.030
reducciones de haberes, 8.480 suspensiones y 231.483 convenios
obrero-patronales de baja de ingresos, y puntualizó que "no obstante la
crítica realidad nacional no se percibió en ese período una cantidad numerosa
de casos de despidos".
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