Por Liliana Franco - El presidente Alberto
Fernández preocupado por el impacto que tendrá en la economía la pandemia,
dio instrucciones al ministro de Economía, Martín Guzmán, y al presidente
del Banco Central, Miguel Pesce, de acelerar la elaboración del plan para
desarrollar el mercado de capitales. Según
comentaron fuentes de la Casa Rosada a Ámbito, el propósito de este
programa es bajar las tasas de interés y apuntalar
la actividad económica.
Es que en el
período marzo y abril de este año el PBI caerá entre un 15% /16%, según
cálculos que fueron realizados por expertos en el tema. Para tener una idea de
la magnitud de la caída en solo dos meses, la crisis de la Convertibilidad
(entre 1998/ 2002 significó una contracción del PBI de 20% pero en cuatro años.
Desde el
principio de su gestión, Guzmán tuvo como objetivo el desarrollo del mercado de
capitales, según se señala en el Palacio de Hacienda. Ahora a un ritmo más
acelerado, el ministro junto con Pesce trabajan en una batería de medidas.
Semanas atrás se
dieron discrepancias entre el titular del BCRA y el ministro de Economía.
Guzmán tiene una visión crítica del accionar de las entidades bancarias.
Allegados al ministro señalan que “los bancos sólo te prestan si sos un
seguro pagador y preferentemente para consumo y no para inversión”. Es
más, consideran que han tenido “muy altas tasas de rentabilidad”.
Se indignan al
observar que “el financiamiento de los saldos de las tarjetas de crédito
en plena pandemia llega al 43% lo que significa un costo financiero total mucho
más alto” (se habla en torno del 70%).
En tanto, dicen
que Pesce tiene una mirada más orientada a preservar la solvencia del
sistema financiero, aunque en el gabinete económico se le cuestionó la
“permisividad” frente a las demoras burocráticas en que incurrieron los bancos
para otorgar los créditos.
El sistema
financiero se defiende argumentando que “no todas las empresas quieren
préstamos porque no saben cómo continuarán”. Asimismo, dicen que “no
podemos prestar los depósitos del público a empresas que no van a poder
cancelar los créditos”.
Algunos sostienen
que las discrepancias entre el BCRA y el Palacio de Hacienda obligaron a una
intervención del presidente que dio lugar a que se acercaran posiciones. Una
primera respuesta, indican, fue que la autoridad monetaria conminó a los bancos
a otorgar en un plazo máximo de 48 horas los créditos para monotributistas y
autónomos a tasa cero.
Emisión de bonos
Para reactivar la
economía en el equipo económico saben que es prioritario bajar la tasa de
interés. Por caso, el viernes pasado el Tesoro colocó más de $50 mil millones a
una tasa de 31% en papeles con vencimiento escalonado. Asimismo, el BCRA ubicó
la tasa testigo en 38 puntos. “No serán las tasas astronómicas del gobierno anterior,
pero no dejan de ser altas”, sostienen en la conducción económica.
La intención
oficial pasaría porque el Ministerio de Economía, a través del Tesoro
Nacional, emita una serie de bonos en moneda local que serán ofrecidos a
los bancos a una tasa de interés que supere la inflación proyectada.
El Banco
Central incentivaría además a que los bancos absorban bonos del
Tesoro mediante la baja de los encajes que las entidades deben mantener en el
BCRA.
En última
instancia, lo que se busca es apuntar a instrumentos que permitan una
progresiva baja en la tasa de interés, al tiempo que se combinarían políticas
de crédito específicas para las pequeñas y medianas empresas.
En fuentes
oficiales sostienen que cuando la Reserva Federal de los Estados Unidos o el
Banco Central Europeo deciden regular la política monetaria, lo hacen a través
de títulos de los tesoros. En la Argentina hoy esa regulación se realiza a
través de las Leliq, es decir instrumentos que no colocan el Tesoro, sino el
Banco Central y a corto plazo. La razón es que con alta inflación resulta complejo
emitir deuda a mediano plazo.
Los bancos, por su
parte, coinciden con la necesidad de desarrollar un mercado de capitales; sin
embargo, advierten que “este desarrollo debería contemplar también al sector
privado ya que “ninguna entidad tendría interés en concentrar sus riesgo
crediticio en préstamos al gobierno”, comentan.
Para que se pueda
lograr el mercado local de capitales generando confianza, aclaran, que el
gobierno “cumplirá estrictamente” con los próximos vencimientos de títulos
en pesos.
El desarrollo del
mercado de capitales es un imperativo, según señalan en el gobierno porque
saben que, más allá del resultado de la negociación con los acreedores por la
deuda externa, la Argentina difícilmente reciba apoyo crediticio desde el
exterior en el corto plazo.
Más aún, uno de los
pocos imanes que tenía el país para atraer inversión extranjera que era el
yacimiento de hidrocarburos de Vaca Muerta, ha quedado desactivado, al menos en
lo inmediato, por la caída del precio internacional del petróleo.
Inflación
Con todo, los
economistas coinciden en que el mayor problema que enfrenta la Argentina para
desarrollar su mercado de capitales es la vigencia de una altísima tasa de
inflación. En este punto, varios estudios económicos coinciden en
señalar que la inflación para este año podría ubicarse en torno al 50%.
En el contexto
extraordinario de la pandemia, el Gobierno logró aplicar medidas que en otros
momentos hubieran generado resistencias, como el control de
precios. Al tiempo, congeló las tarifas públicas y mantiene restricciones
en el mercado de cambios con el propósito que la cotización del dólar no
impacte en los precios internos – controles que posiblemente se acentúen,
según se especula en medios oficiales -.
La duda que se
plantean los economistas es cuánto incidirá en la inflación futura la
elevada emisión monetaria a la que el Gobierno se vio forzado para
enfrentar la crisis desatada por la pandemia.
“Con el control de
precios y el congelamiento de tarifas tal vez el gobierno pueda dar una
sensación de inflación decreciente, pero para que los operadores económicos le
crean deberá presentar un programa económico y, sobre todo, metas fiscales
sólidas, para que los mercados le crean y apuesten a una menor
inflación” se señala entre los analistas. Metas que el ministro de
Economía aun no dio a conocer.
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