Por Matías
Barbería - El Gobierno recurrió a medidas desesperadas para tratar
de contener el salto de la brecha cambiaria en medio del parate económico
por las medidas de distanciamiento social y la estrategia de emitir dinero como
única forma de financiar los esfuerzos por paliar el impacto sobre personas y
empresas. En el paquete dado a conocer ayer tiene a los fondos comunes de
inversión como uno de sus principales blancos. Por un lado, fuerza a parte de
esos vehículos a vender hasta unos USD 400 millones en el mercado de “dólar
MEP” y, por el otro, hará que los fondos en pesos paguen algo más de tasa para
tratar de frenar la dolarización de las empresas. Con todo, en la industria
consideran que el efecto será puntual y, a la larga, sólo reducirá una de las
fuentes de demanda por dólares financieros.
El paquete ideado
por el Banco Central y la Comisión Nacional de Valores (CNV) tiene a los fondos
comunes de inversión como una de las principales herramientas para intentar
achicar la brecha cambiaria.
La medida principal estuvo a cargo de la CNV, el ente
regulador del mercado. La resolución general se publicó hoy en el Boletín
Oficial y limita al 25% de la cartera las tenencias de dólares en efectivo por
parte de los fondos comunes. Está orientada, más que nada, a un nuevo tipo
de fondo que estaba ganando adeptos y que ofrecía entrar en pesos para cubrirse
contra los avances del dólar contado con liquidación.
En concreto, la
norma limita al 25% la tenencia de dólares en FCI en pesos, al 25% la tenencia
de dólares en FCI en dólares pero que emitieron cuota partes en pesos y prevé
un cronograma escalonado de adecuación de las carteras (liquidación de la
tenencia por encima del tope fijado) para evitar perjuicios a inversores.
Además, suspende la suscripción de cuota partes en una moneda distinta a la
moneda del fondo y prevé una excepción para los fondos bajo el Régimen de
Repatriación de Activos.
Esta mañana,
mientras la industria de fondos analizaba los cambios se llegaba a distintos
cálculos respecto de qué tan importante podría llegar a ser el efecto de las
medidas sobre la cotización del dólar MEP y el contado con liquidación. Y tal
vez, se ilusiona el Gobierno, en forma indirecta sobre el dólar blue.
Un primer cálculo
hecho por la consultora 1816 estima, con datos al 3 de abril, que la industria
de fondos tiene USD 125 millones en sus carteras por sobre el límite del 25%
que establece la nueva norma. Ese sería el monto que podrían volcar los fondos
al mercado de dólar MEP para, con mayor oferta, ayudar a frenar la escalada de
los dólares paralelos.
Pero el retraso en
la actualización de los datos del sector permite otras proyecciones. Según
estimaciones de portfolio managers -como se llama en la jerga a los
administradores de las inversiones de los fondos-, las tenencias por encima del
límite podrían llegar a USD 400 millones dadas las compras que se hicieron
desde el 3 de abril a esta fecha y que contribuyeron parcialmente al
ensanchamiento de la brecha cambiaria.
El 30 de abril,
según la norma, el sector deberá haberse desprendido del 40% de esas tenencias
en exceso, unos USD 160 millones. Al 8 de mayo, otro 30%, unos 120 millones más
y, para el 15 del mes que viene, el 30% restante, otros USD 120 millones.
En el Banco Central
y la CNV confían en que esa inyección de oferta permita ponerle al menos techo
al dólar MEP. Pero hay vías por las que los fondos pueden eludir la necesidad
de volcar esos dólares al mercado.
“Lo que te dice la norma es que los fondos de
cuotaparte en pesos no pueden tener más de 25 puntos de cash en dólares. Había
fondos que tenían bastante más, tienen que ver con fondos que estaban
ofreciendo fondos de contado con liqui o MEP. Vos no necesariamente tenés que
salir a comprar dólares, sino salir a comprar otros activos”, dijo Martin
Przybylski de Consultatio Asset Management.
“Seguramente algo
de venta de dólares haya, pero creo que va a ser algo puntual hasta que se
adecúen todos”, agregó.
Para 1816, el
efecto más directo es que corta la posibilidad de que la industria impulse más
demanda por el dólar paralelo legal que se opera en la Bolsa. “Esta medida
por sí sola no parece tener el espíritu de generar flujo de venta de dólar
contado/MEP como se especulaba inicialmente, pero sí frena un producto que
estaba creciendo en la industria. De hecho, la norma también suspende
suscripciones a fondos comunes de inversión en monedas distintas a la moneda
del fondo, limitando así demanda adicional de contado por este medio”, analizó
un informe distribuido esta mañana.
El otro eje por el
cual trata de atacar a los dólares paralelos el paquete de medidas del Gobierno
es el de los rendimientos en pesos. El BCRA fijó un aumento para la tasa de
pases pasivos -un instrumento parecido a la Leliq-, que subirá del 11,4% actual
al 15,2%, y resolvió que los fondos T 0 o money market -aquellos
que pagan interés pero que pueden ser retirados en cualquier momento, como si
se tratara de una caja de ahorro- no tengan encajes, lo que permitiría a los
bancos ofrecer una mayor remuneración de esos depósitos.
Los fondos T 0 son
muy utilizados por empresas para manejar liquidez. Por ejemplo, se suelen
utilizar entre las empresas para colocar lo que se va cobrando en un mes de
manera tal de ir haciendo un colchón de dinero para destinar al pago de
sueldos. Pagan una tasa más alta que una caja de ahorros y, al poder rescatarse
en cualquier momento, sirven para poner a tasa fondos durante períodos menores
a un mes, el plazo mínimo de un plazo fijo.
“¿El objetivo?
Incrementar la tasa de estos FCI, que hoy rinden en promedio 10%, pero hace un mes
rendían 25%”, explicó el informe de 1816.
En el diagnóstico
oficial, la caída en los rendimientos de estos vehículos puede explicar en
parte la mayor dolarización. Entienden que la expansión monetaria que se generó
para tratar de paliar los efectos de la cuarentena desplomó esas tasas y
gatilló más compras de dólares MEP.
“Va a mejorar
notablemente el rendimiento de ese dinero, entonces el tesorero del banco que
te paga el 4% puede subir eso al 10%. La discusión es por qué tiene que haber
un intermediario en lugar de ir directamente al Central”, analizó Diego
Falcone de Cohen.
Sin embargo, el
especialista estimó que el efecto de la mayor tasa sería marginal.
“Estamos en un
contexto de 50 puntos de inflación que a medida que se alargue la cuarentena va
a ir empeorando porque necesita de más emisión, por lo que no le va a servir al
ahorrista. El problema es un país que no tiene moneda que sirva como reserva de
valor y sin un plan para salir de la cuarentena”, concluyó Falcone.
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