Por Pablo Wende -Si Martín
Guzmán cumple con la amenaza de no pagar los USD 500 millones que vencen
de intereses de tres bonos bajo ley extranjera, arranca un período de 30
días que seguramente tendrá ribetes dramáticos. A partir de hoy, en caso
que estos papeles queden impagos, el ministro de Economía tendrá un mes para
llegar a un acuerdo con los acreedores y evitar un default total de la deuda.
Algo que el Presidente siempre manifestó querer evitar, aunque ahora todo queda
bajo un gran signo de interrogación.
Bancos de Wall
Street, fondos de inversión e inversores locales son coincidentes en sus
apreciaciones. Todos creen que es extremadamente difícil que se pueda llegar a
un acuerdo tan complejo en un período de tiempo tan corto. Incluso Morgan
Stanley indicó en un informe para clientes que recién es factible que se llegue
a un entendimiento entre Gobierno y bonistas en el tercer trimestre del
año. En el mercado se especula si habrá mejoras en la propuesta por parte
del Gobierno, pero el propio ministro dio a entender que no hay margen para
ofrecer algo mejor.
Por eso ya
comenzaron las consultas de inversores con abogados y expertos en procesos de
renegociación para entender cómo podría ser el “día después” al 22 de mayo. Una
de las opciones más firmes que maneja el equipo económico es la de un “default
selectivo”. Eso significa que algunos títulos que entraron al canje quedarán
sin renegociar, al no conseguirse las mayorías que se necesitan para llevar
adelante la operación pero en otros casos sí se podría alcanzarse la mayoría
del 66% que aparecen en las Cláusulas de Acción Colectiva (CAC).
Claro que las cosas
no son tan lineales. Por ejemplo, puede suceder que un grupo de bonistas
se junte para solicitar un “cross default”, es decir que la misma
situación que les ocurrió a ellos se aplique al resto de los bonos, aún
aquellos que ingresaron al canje. Se trata de algo que obviamente complicaría
todo el proceso. Esta situación introduce otro concepto que es de la
“aceleración”. Significa que si sólo uno de los bonos cae en cesación de pagos
lo mismo sucede con el resto. El 22 de mayo son, en realidad, Hay tres títulos
los que tienen vencimientos de intereses, por lo que impactaría sobre el resto.
Un evento de
default gatillaría además pedidos ante la Justicia norteamericana, como ya
sucedió en el pasado para embargar activos argentinos. Pero esto no sería
inmediato ni mucho menos, por lo que mientras tanto seguiría abierta la puerta
para una negociación con acreedores. De lo que no hay dudas es que un
incumplimiento vuelve mucho más difícil una negociación futura.
Por otra
parte, trascendió que Economía introducirá la cláusula RUFO (Rights
Upon Future Offers). De esa forma, se garantiza a quienes entraron al canje
que tendrán las mismas condiciones en caso de que los que entren en otras
etapas más adelante reciban un mejor tratamiento. Estas condiciones para
los que elijan los nuevos bonos procuran que ningún inversor deje de entrar en
la renegociación por temor a que puede conseguir un mejor acuerdo en el futuro.
La parte más
complicada del proceso que se avecina es el del canje de los bonos Par y
Discount, que representan el 25% del total de la deuda bajo ley extranjera (por
USD 66.000 millones). El problema de estos títulos, que provienen del
canje 2005 es que se precisa de mayorías especiales del 85% para poder ser
reestructurados. Conseguir semejante número con una propuesta agresiva como la
planteada por Guzmán es virtualmente imposible, sobre todo si no se introducen
modificaciones en las próximas semanas.
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