Por Román Lejtman - La oferta del Gobierno para los bonistas bajo
legislación extranjera ya se
envió a la Securities and Exchange Comission (SEC), una
dependencia estatal con oficinas en Nueva York que controla y protege a los
inversionistas que operan en Estados Unidos. La propuesta diseñada
por Martín Guzmán y avalada por Alberto Fernández es
agresiva y anoche en Wall Street se aseguraba que los fondos de inversión
pretendían una mejora sustancial antes de acordar con la Casa Rosada.
Esta mañana, un
representante de la SEC le aseguró a Infobae desde Nueva York que la
revisión de la propuesta podría llevar al menos 24 horas y si se cumplen los
plazos formales, la oferta a los bonistas internacionales se publicará
oficialmente en breve, a más tardar el próximo lunes.
La oferta fue
elaborada por Guzmán y su equipo técnico, y conversada una y mil veces con
Alberto Fernández, que a su vez recogía las opiniones de Cristina
Fernández de Kirchner, Sergio Massa, Miguel Pesce, Santiago Cafiero, Gustavo
Beliz y un puñado de economistas y asesores financieros que aportaron su
conocimiento bajo la condición de absoluta reserva.
Mientras tanto,
Guzmán y su team del Palacio de Hacienda enviaban mails, WhatsApp y hablaban
por celular con influyentes funcionarios del Fondo Monetario Internacional
(FMI) y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Y en ciertas oportunidades, recluidos
en la intimidad de Olivos, el Presidente, su ministro de Economía y Beliz
conversaron en estricto secreto de estado con Kristalina Georgieva, directora
gerente del FMI.
Steven Mnuchin,
secretario del Tesoro de los Estados Unidos, y la directora Georgieva ya
conocen los aspectos básicos de la propuesta que hoy aterrizará en la
SEC y que Fernández y Guzmán explicarán a un poderoso auditorio político
cuando sea la hora del té en Olivos.
El Presidente sabe
que el Departamento del Tesoro y el FMI apoyan su agresiva propuesta a los
fondos de inversión que operan en Nueva York, Londres y Tokio.
Y esa propuesta,
como adelantó en exclusiva Infobae, se estructura de la siguiente manera:
1. Postergación
del pago de intereses por cuatro años.
2. A partir de
2024, se paga el interés del uno (1) por ciento, que sube por medio punto
(0.50) al año, hasta llegar al interés máximo de la oferta que es cuatro con
cincuenta (4.50).
3. No se paga
la amortización del capital por cinco años.
4. El título
se pretende pagar entre 38 y 40 centavos de dólar.
Los bonistas que
operan en Manhattan no tienen que esperar a que la SEC publique los términos de
la propuesta Argentina. Ya saben sus principales variables, y no están de
acuerdo: pretenden -fundamentalmente- que la oferta de los bonos a cambiar suba
de 38/40 a la cifra mágica de 58/60 centavos de dólar por cada 100.
Alberto Fernández
no concederá esa cifra y aguarda una complicada batalla política-financiera con
final abierto. El próximo 21 de abril se deben cancelar los intereses de un
bono llamado Global por 500 millones de dólares. La Casa Rosada ya casi
decidió no pagar y jugar con esa carta durante los 30 días que dure la
moratoria fijada en el prospecto legal.
Si el acuerdo con
los fondos de inversión aparece factible, se abonará el interés vencido como un
gesto de buena voluntad. En cambio, si todo se dirige a un eventual default, el
presidente no gastará 500 millones de dólares a cuenta de un deal que
jamás se cerrará.
Guzmán aún no
recogió la adhesión de ningún club de acreedores privados que convalide su
propuesta de pago. Y Alberto Fernández espera una fuerte ofensiva
mediática de los fondos de inversión alegando que la oferta es una maniobra
inductiva al default.
El jefe de estado
rechaza esa versión de los hechos y no pierde oportunidad en ratificar que
pretende honrar la deuda de 68 mil millones de dólares que contrajo la
Argentina con los bonistas extranjeros.
“Solo vamos a ir al
default, si los bonistas quieren”, repite Fernández, como una letanía, cuando
le preguntan si es factible repetir la inolvidable experiencia económica y
financiera causada por Adolfo Rodríguez Saá en 2001.
El presidente
convocó a Cristina Fernández, Sergio Massa y los 24 gobernadores a una
presentación sobre la oferta a los bonistas que protagonizará junto a Guzmán en
la quinta de Olivos. Massa y todos los gobernadores -de manera presencial o a
través de una videoconferencia- aceptaron la invitación presidencial. CFK
todavía no contestó.
La cita está
prevista para las 17.00, y tiene ciertas particularidades: sería transmitida en
vivo a través de las redes sociales y Youtube, Alberto Fernández y Guzmán
-por razones legales- no pueden decir que “presentan la oferta”, y aún no
se decidió si habrá conferencia de prensa al finalizar las explicaciones del
Presidente y su ministro de Economía.
En Wall Street,
anoche, preguntaban cómo se accedía a la cuenta de la Casa Rosada en Youtube
para escuchar el discurso político de Fernández y las argumentaciones técnicas
de Guzmán. A esta altura de la negociación, los acreedores privados desconfían
del ministro y apuestan a cerrar con el Presidente.
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