Por Liliana
Franco - Noticias provenientes de los Estados Unidos señalan que en
el curso de esta semana la Argentina formalizará
su propuesta de renegociación de la deuda externa a
los acreedores.
Si bien existe incertidumbre en cuanto a qué resultado se logrará en estas
negociaciones, es decir, si se llegará a un acuerdo o el país volverá a caer en
default, sí existe certeza en cuanto a que las negociaciones serán “muy duras”.
Con el riesgo-país
arañando los 3.900 puntos, los mercados están dando una señal en cuanto a las
dudas que plantea la Argentina. Sin embargo, analistas de algunos fondos que
concentran buena parte de la deuda argentina no son tan escépticos y evalúan
que un “deal” (acuerdo) es posible.
En todo momento, el
ministro de Economía, Martín Guzmán, sostuvo que sólo hará una propuesta
que sea “sustentable” en el tiempo, es decir, que permita la recuperación de la
economía argentina además de hacer frente a los compromisos de la deuda.
Esto supone un
“esfuerzo sustancial” por parte de los acreedores privados según las palabras
del Fondo Monetario Internacional en sus análisis sobre el endeudamiento
argentino, una propuesta que constituye un espaldarazo a la posición del
Gobierno argentino.
El problema es que
este tipo de propuesta supone un descuento importante en el valor de la deuda y
un período de espera (¿3/4 años?) antes de que los acreedores puedan empezar a
cobrar, un esquema que, se anticipa en Wall Street, al menos inicialmente será
rechazado.
Una fecha
clave será el próximo 22 de abril cuando el país enfrentará vencimientos
por algo más de 500 millones de dólares por cupones de bonos regidos bajo ley
extranjera (globales 2021, 2026 y 2046). Se especula con que la Argentina
podría decidir no pagar en esa fecha y tomar el período de gracia de 30 días
con que cuenta para forzar un acuerdo -contra reloj- en ese plazo.
De no mediar
cambios en la estrategia oficial, se considera que dentro de esos treinta días
la conducción oficial -y especialmente el presidente Alberto Fernández-
decidirá si caer en cesación de pagos -con el argumento adicional derivado de
la crisis provocada por el coronavirus- o si, como se hizo en anteriores
oportunidades, logrará un acuerdo a último momento.
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