El
presidente Alberto Fernández anunció el viernes por la noche que el
aislamiento social, preventivo y obligatorio por el coronavirus se extenderá
hasta el 26 de abril inclusive y el inicio de
una etapa "administrada" que permitirá a los gobernadores de
provincias proponer aperturas en algunas actividades o regiones.
Lo hizo al término
de una jornada en la que se informaron
oficialmente tres nuevas muertes y 81 contagiados, con lo que
ascendieron a 82 las víctimas fatales y 1.975 el total de infectados.
"El esfuerzo
no fue en vano", dijo Fernández al
mostrar en una serie de gráficos el achatamiento de la curva de
contagios, durante una conferencia de prensa que brindó en la
Residencia de Olivos.
.Aseguró que con el
aislamiento social, Argentina logró "aplanar la curva de contagio por
coronavirus" y exhortó a la población a continuar la cuarentena
porque con ello "seguramente lograremos que la curva sea más lenta".
Aunque también reconoció que “nadie sabe cuándo va a terminar este
martirio”.
El Presidente
anunció, no obstante, una acotada flexibilización del aislamiento social,
con la autorización a algunos sectores de la producción y de servicios para
volver a la actividad, "como
fabricantes de neumáticos, gomerías y talleres mecánicos, para atender las
necesidades de los vehículos de fuerzas de seguridad y ambulancias",
en el marco de la pandemia.
Sostuvo además que
se analiza "permitir
la salida de personas discapacitadas, acompañadas de personas de su cercanía
solo dentro de los límites de su domicilio", entre los que
incluyó a personas que padecen autismo y aseguró que, en consulta con los
gobernadores, en adelante se determinará cuándo irán retomando actividad otros
sectores económicos.
El mandatario
propuso "un pacto" para ir flexibilizando la cuarentena y dijo que es
necesario "el compromiso de todos" y advirtió que, en caso de que no
se cumpla, habría que "volver para atrás".
"(La
cuarentena) existe tal como está hoy, pero vamos a focalizar lugares y
actividades donde la cuarentena pueda ser, de algún modo, liberada",
expresó Fernández, aunque aclaró que la apertura será "la decisión del
Gobierno nacional, no de las provincias".
El jefe de Estado
detalló, en tanto, que la cuarentena "seguirá exactamente igual en
las grandes ciudades y los grandes centros urbanos".
Acompañado por
Santiago Cafiero, Ginés González García y Eduardo De Pedro, el mandatario
nacional subrayó que "la cuarentena tiene sentido, hemos acotado mucho el
contagio, pero estamos muy lejos de enfrentar a la enfermedad", señaló y
comparó la situación local con la de Chile y la de Brasil con una serie de
cuadros.
A la vez, aseguró
que si en el país no se hubiera implementado la cuarentena obligatoria hoy
habría "45.000 casos" de coronavirus, contra los 1.975 que se
confirmaron este domingo.
El primer período
de aislamiento se extendió del 20 al 31 de marzo; seguidamente hubo una
prórroga que culminará el próximo domingo, pero ahora el Presidente resolvió
mantener la cuarentena dos semanas más”. La medida, como en los casos
anteriores, está contenida en un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que será
publicado en las próximas horas en el Boletín Oficial.
Hoy se anunció
oficialmente que tres personas murieron y un total 81 fueron diagnosticadas con
coronavirus, con lo que ascienden a 82 las víctimas fatales y a 1.975 los
infectados en Argentina desde el inicio de la pandemia.
Por su parte, el director
de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Gebreyesus, advirtió
que un levantamiento apresurado de los confinamientos impuestos por el
coronavirus puede conducir a un "letal resurgimiento del contagio".
Desde temprano el
Presidente mantuvo reuniones en Olivos para definir los limites de la nueva
cuarentena. Por la tarde recibió al comité de infectólogos. Previo a ese
encuentro mantuvo una videoconferencia con miembros del Grupo de
Puebla para analizar el impacto del coronavirus en la región
latinoamericana y el mundo.
De la misma,
participaron 11 expresidentes entre quienes se destacan los de
Brasil, Luiz Inácio "Lula" da Silva y Dilma
Rousseff; de Ecuador Rafael Correa; de Bolivia, Evo Morales; de
Colombia, Ernesto Samper; de Costa Rica, Luis Guillermo
Solís; y de Panamá, Martín Torrijos; el exmandatario
español José Luis Rodríguez Zapatero, y el dirigente
chileno Marco Enríquez-Ominami.
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