Por Francisco
Jueguen - La última palabra la tendrá el fin de semana
Alberto Fernández y el consejo de infectólogos que lo rodean, a los
que en las últimas horas se sumaron empresarios y sindicalistas. Pero, luego de
escuchar hoy a la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, a la Unión
Industrial Argentina (UIA) y a la CGT, existe consenso en el Gobierno de
que la cuarentena obligatoria total comenzará, muy a cuentagotas, de
manera gradual y segmentada, a relajarse.
En el Gobierno
afirmaron que habrá nuevas reglas para el comercio, las
entidades financieras y para la industria. Restan definir muchos
detalles para evitar los problemas que pueden suscitar, entre otros, la
aglomeración de personas en el transporte público. Para los trenes
metropolitanos, una posibilidad que da vueltas es que sólo funcionen las
cabeceras, por ejemplo.
"Nosotros
duplicamos la infección cada ocho días. En EE.UU., cada tres. No se puede
escapar el contagio", habría afirmado en la reunión de hoy la número dos
de Salud, Carla Vizotti, para explicar la cautela requerida ante cualquier
apertura de la circulación y la actividad económica.
Según supo LA NACION de fuentes oficiales, los bancos comenzarían a atender a todas las personas no sólo a
jubilados o aquellos que tengan un plan. Sería con turnos, por lo
menos la primera semana, luego del 13 de abril próximo. De esta manera, buscan
dar solución a uno de los principales reclamos de los empresarios. Las
entidades cerradas complicaron la operatoria de todas las empresas, pero de las
pymes, sobre todo. Muchos se quejaron este fin de semana, luego del traspié del
viernes con los jubilados, de la decisión oficial de no declarar a la actividad
de los bancos como "esencial", algo que sí se definió en otros
países.
Un anticipo.
Anoche, el Banco Central (BCRA) difundió la Comunicación "A" 6958 en
la que planteó cómo sigue el esquema de "emergencia sanitaria". En la
nota definió los horarios
en que los bancos volverán a abrir sus puertas para el público en general
durante la próxima semana. En esa circular dispuso que las entidades
financieras "deberán abrir sus casas operativas para la atención al
público en general a partir del lunes 13 y hasta el viernes 17, extendiendo en
2 horas la jornada habitual de atención según la jurisdicción de que se
trate".
La medida no alcanzó
a la atención por cajas, que seguirá en su horario habitual y seguirá
focalizada en la atención a jubilados. "Los retiros de dinero deberán
seguir haciéndose por cajeros automáticos y los depósitos por buzón de pago o
unidades de autoservicio y convenio por grandes sumas", explicaron anoche
a LA NACION . El esquema apunta a descongestionar los
trámites que quedaron imposibilitados de ser realizados por el cierre de las
sucursales.
"Los bancos
deberían haber estado abiertos. No quieren tener un nuevo viernes (como el de
la semana pasada). La primera semana abrirán por turnos", contó una
dirigente que hoy estuvo presente en la Casa Rosada con el equipo económico y
sanitario del Presidente.
La definición sobre
las industrias no generará tantos desencuentros. "Va a seguir el aislamiento, pero lo
que se va a hacer es ir reiniciando algunos sectores", contó uno de los
empresarios que estuvo en la Rosada. "Van a abrir algunos sectores, sobre
todo aquellos que pueden garantizar el aislamiento y la distancia entre trabajadores",
dijeron las fuentes oficiales.
"No
necesitamos abrir las fábricas automotrices, salvo por aquellas que
exportan", contó un hombre de la UIA, que indicó que pusieron a
disposición del Gobierno un protocolo de higiene que se homogeneizó entre las
principales fábricas del país para ayudar al distanciamiento. "Se analizó
cuáles podrían abrir y cuáles no de acuerdo al personal y a la
facturación", contó.
Se sumarían al
sector petrolero, el de la alimentación y el de la fabricación de productos de
higiene, esenciales, desde
el comienzo. El viernes, el Gobierno sumó a la venta de insumos y materiales de
la construcción provistos por corralones, las actividades vinculadas con la
producción, distribución y comercialización forestal y minera, las curtiembres,
aserraderos y fábricas de productos de madera, fábricas de colchones y fábricas
de maquinaria vial y agrícola, las actividades vinculadas con el comercio
exterior: exportaciones de productos ya elaborados e importaciones esenciales
para el funcionamiento de la economía, la exploración, prospección, producción,
transformación y comercialización de combustible nuclear, los servicios
esenciales de mantenimiento y fumigación, las mutuales y cooperativas de
crédito, mediante guardias mínimas de atención, al solo efecto de garantizar el
funcionamiento del sistema de créditos o de pagos, y la inscripción,
identificación y documentación de personas.
Con relación al
comercio en general, en el Gobierno se aprestan a autorizar
sólo la venta online y el delivery. Se trataría de una opción mucho
más limitada a la reclamada hoy por los empresarios en Casa de Gobierno. Allí
la CAC reclamó abrir shoppings, "restringiendo la cantidad de personal de
cada local al 50% y de consumidores en proporción de una persona cada 16 metros
cuadrados"; los comercios en general (atendiendo con 50% de su personal y
permitiendo ingreso gradual de compradores) y el sector de gastronomía, con
hasta el 50% de su capacidad, con personal reducido en igual proporción, según
un comunicado tras la reunión.
"Vuelve obra
pública y la maquinaria agrícola", dijo hoy el directivo de la CAC Mario Grinman al terminar la reunión con
los funcionarios en Casa Rosada. Sin embargo, hay dudas todavía en el
Gobierno con relación a la construcción privada. La duda, nuevamente, tiene que
ver con la aglomeración que puede provocar el transporte. "Los comercios van a empezar a abrir desde el lunes, gradual
y segmentado", reafirmó Grinman, pero advirtió: "En la
semana se sabrá qué actividades comerciales arrancan. La cuarentena no
terminó".
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