Por Karina
Poritzker - Tiene un embargo por cinco mil millones de pesos. Está procesado y
en la cárcel como presunto jefe de una banda que creó o compró sociedades
usadas como pantalla para girar millones de dólares al exterior con falsas
declaraciones juradas de importación. Es
uno de los tantos que intenta quedar libre por la pandemia del
coronavirus.
Se trata del
empresario coreano Sung Ku Hwang, más conocido como
"Mr Korea". Argumenta que tiene problemas de salud
y destaca que es un "arrepentido". La fiscalía aceptó
excarcelarlo, pero el Tribunal que prepara el juicio en su contra rechazó sus
argumentos. La palabra final la tiene ahora la Cámara Federal de
Casación.
Reclamos
de este tipo por excarcelaciones o arresto domiciliario, como el que acaba de
beneficiar al ex vicepresidente Amado Boudou en la causa Ciccone, se acumulan con suerte dispar en los
juzgados durante la feria extraordinaria por el Covid-19.
Y los empresarios y
ex funcionarios presos por corrupción, contrabando y otros delitos no se quedan
atrás. Todos dicen tener miedo al
contagio.
Diferentes
casos
El ex jefe de la
División Control y Fiscalización Operativa de la Aduana Osvaldo Giacumbo,
por ejemplo, seguirá en prisión. Está condenado a seis años y seis meses por
asociación ilícita y contrabando agravado por intentar ingresar al país seis
contenedores con mercadería en forma ilegal.
"El
sistema sanitario del Estado, aún en el marco de la población carcelaria,
ofrece en este momento una respuesta adecuada y razonable tendiente a tutelar
el derecho a la salud de los internos, circunstancia incluso aplicable a
Giacumbo", remarcó Casación al negarse a dejarlo en libertad.
La
misma suerte corrió el también preso empresario Mariano Martínez Rojas: pidió ser excarcelado por la necesidad de
que se le garantice "el derecho a la salud evitando la propagación del
virus Covid-19" por problemas de salud que dijo padecer.
En muchos casos se
rechazan las liberaciones pero se abren incidentes para considerar si es
posible el arresto domiciliario.
Esto le pasó a
Lázaro Báez, incluído dentro del grupo de riesgo, pero el juez Daniel Obligado
del Tribunal Oral Federal 4 rechazó ambas posibilidades. Es el mismo magistrado
que ahora concedió a Boudou la posibilidad de cumplir en su casa la condena a
cinco años y diez meses de prisión por la venta de la ex Ciccone Calcográfica
en el kirchnerismo, al menos hasta que la Corte Suprema de Justicia de la Nación se pronuncie sobre un recurso
pendiente.
Su socio y amigo,
José María Nuñez Carmona, acaba de reclamar el mismo beneficio para viajar a
Mar del Plata, quedar preso en su domicilio de la ciudad turística y cuidar a
su mamá de 93 años, aislada por el coronavirus.
Otra
figura a la que se acude en la emergencia es la de la prisión domiciliaria
"transitoria", como
se le otorgó al condenado Luis D’Elia en la causa por la toma de una comisaría
en La Boca.
Quienes no parecen
tener suerte son los empresarios y ex funcionarios condenados por la tragedia
del tren de Once.
Como dispone la
normativa, antes de resolver en este tipo de planteos que hacen a la ejecución
de la pena cuando hay condena, debe pedirse opinión a las víctimas, en un paso
"sustancial".
En los casos del
empresario Claudio Cirigliano y sus ex directivos de TBA Víctor Astrella y
Jorge Alvarez hubo una cerrada oposición por parte de familiares de las 52
víctimas del choque en la estación de Once en febrero de 2012.
Los tres seguirán
en cárcel común al igual que los ex secretarios de Transporte del kirchnerismo
Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, condenados en la misma causa penal.
La defensa de
Cirigliano argumentó, por ejemplo, que por
su salud y la propagación del Covid-19 tiene un "altísimo riesgo de
vida" y necesita "aislarse de inmediato en un ambiente higiénico e
individual" para continuar su detención, "lejos de
terceros que se encuentren en permanente circulación, como lo son otros internos,
personal de servicio penitenciario y visitas de otros internos".
Como en los demás
casos, los tribunales entienden que en la cárcel aún no hay contagios, que se
tomaron los medios necesarios para extremar la prevención, se suspendieron las
visitas y se ordenó garantizar la salud y la higiene
Pertenecer a un
grupo de riesgo ante la pandemia no implica que se otorgue de forma automática
la excarcelación o el arresto domiciliario mientras el Estado se halle en
condiciones "suficientes y razonables" de garantizar la prevención,
acuerdan los jueces hasta el momento.
Boudou
y D’Elia parecen ser por ahora los únicos ex funcionarios que lograron irse a
su casa con tobillera electrónica en
medio de la pandemia.
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