El gasto, la emisión monetaria y la renegociación de la
deuda protagonizaron cortocircuitos en el Gobierno, donde algunos sectores
cuestionan la estrategia del ministro de Economía, Martín Guzmán, reticente a
ampliar el déficit fiscal. El presidente Alberto Fernández recibió, en los
últimos días, informes de algunos bancos de inversión y consultoras
internacionales advirtiéndole sobre lo inoportuno de presentar la propuesta de
reestructuración de la deuda, según indicaron fuentes oficiales a PERFIL. Pero
Fernández ratificó ayer que el objetivo del Gobierno es "presentar una oferta
que sea razonable". Consultado sobre si la quita de deuda será agresiva,
el mandatario consideró: “se hará “una propuesta sensata que podamos cumplir, y
que no tengamos que postergar a los argentinos”, en declaraciones a radio
Mitre. En el entorno del ministro insisten en que esa presentación se
concretará en este mes. “La volatilidad y la situación financiera general por
el coronavirus nos favorece”, argumentan. En el mercado local son varios los
que piensan distinto. “Ese concepto de cuanto peor, mejor, es totalmente
equivocado”, resumió el consultor y especialista en mercado, Christian Buteler.
Cuando todavía no se había declarado la cuarentena, los principales fondos de
inversión le advirtieron a Guzmán que la propuesta podría fracasar. A eso se
suman las presiones de diversos gobernadores sobre Economía para que haya un
fuerte aumento del gasto público y de la emisión monetaria que permita realizar
mayores transferencias a las provincias. “Son los propios gobernadores
peronistas los que más presionan”, admiten dentro del gabinete económico. La
cuarentena está haciendo estragos en la actividad económica, y en el interior
del país se estima que más del 70% de las provincias tendrán graves problemas
para pagar los sueldos de los empleados públicos de abril y distintos
vencimientos. “Hay gobernadores que están pidiendo con urgencia que le
transfieran más recursos porque la recaudación fiscal se les cayó un 60 o 70%”,
afirman en Casa de Gobierno. Advertencia. Pese a que se trata de una situación
excepcional a nivel global, los “lobos” de Wall Street advierten que la
Argentina está ingresando en un vorágine de déficit fiscal y emisión monetaria
que tendrá severas consecuencias en el mediano plazo. Por eso Guzmán busca una
salida ordenada. Según la Fundación Mediterránea, la base monetaria sube a un
ritmo de 70% interanual, 20 puntos porcentuales por encima de la inflación y
del dólar oficial. Gasto. Los economistas consideran que habrá emisión
monetaria adicional por la suba de gasto público y la “brutal” caída de la
recaudación, por el rescate de Leliq que financia la expansión del crédito
bancario y también por un creciente superávit de la balanza comercial. Aún así,
habrá necesidad de esterilizar exceso de pesos: “para no engrosar nuevamente el
stock de Leliq, un instrumento más genuino es el desdoblamiento del mercado de
cambios, con el Banco Central vendiendo una fracción de los dólares del
superávit comercial en el segmento financiero”, evaluó la consultora. De ese
modo, sostienen, habría más recursos fiscales y cuasifiscales, y se ampliaría
el arsenal de instrumentos para manejar la macro; se abriría también un canal
para el flujo de capitales de las empresas, facilitando el cálculo económico
para inversiones (fusiones y adquisiciones) y dividendos.
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