Por Francisco
Jueguen El Gobierno presentará -en las próximas dos semanas- una
oferta para pagar la deuda a los acreedores privados en línea con el alivio propuesto por el Fondo Monetario
Internacional (FMI), una contribución que llegaba hasta los
US$85.000 millones en la próxima década.
El 20 de marzo, el
organismo internacional que conduce Kristalina Georgieva había presentado un documento
en el que volvía a describir a la deuda privada argentina como "insostenible"
y reclamaba una "solución definitiva". Sin embargo,
había ido un paso mas allá en la definición de la "contribución
apreciable" reclamada a los bonistas privados.
Según los
escenarios propuestos en el staff report del
Fondo presentado entonces, la reducción de los pagos iba de US$55.000 millones a US$85.000 millones en diez años.
Además, incluía cinco años de período de gracia para el comienzo de los pagos.
"Para negociar
con el FMI se requiere que haya una situación de deuda sostenible", dijo
el ministro de Economía, Martín Guzmán, en un encuentro hoy con la prensa.
"Le pedimos (al FMI) que pusiera mucha atención en el diseño de la oferta
de canje al análisis de la sostenibilidad de la deuda realizado por el staff
del fondo", agregó, y señaló que la oferta no debe ser "exactamente
igual" a los escenarios propuestos por el equipo del
organismo.
El economista, en
tanto, alegó que podría haber "múltiples combinaciones" entre
períodos de gracia, reducción de cupones, extensiones de vencimiento, entre
otras opciones en las que sumó, por ejemplo, bonos atados al PBI del país
"si los bonistas lo valoran". No aseguró ni descartó la
posibilidad de que hubiera o no quitas en el capital adeudado.
Guzmán, que admitió
"un pequeño retraso" en el cronograma oficial lanzado por el Gobierno
a fines de enero pasado, presentó además un documento denominado
"Lineamientos para la Sustentabilidad de la Deuda" y los
"Líneamientos del Programa Económico", en el que repasó las medidas
tomadas por el oficialismo desde que ocupa la Casa Rosada. Volvió a mostrar sus
supuestos macroeconómios a los que agregó "un tipo de cambio estable"
y reclamó la necesidad de acumular reservas para aflojar los
controles de capital.
El ministro aseguró
que "están mirando la información del mercado" con relación al exit yield para saber "cuánto le va a costar
a la Argentina acceder al mercado de crédito a tasas sostenibles y converger a
tasas más bajas rápidamente". En el documento se explayó:
"Cualquier exit yield de referencia
excesivamente alto sugiere la necesidad de una combinación
más fuerte de cupones más bajos, períodos de gracia más largos, mayores
extensiones de vencimiento o reducciones en los valores nominales más
importantes".
Más adelante en el
texto, los técnicos incluyeron supuestos de deuda de
corto plazo en pesos (se refinancia anualmente a una tasa de entre 1,2% y 1,5%
en términos reales), nuevos mix de financiamiento a mediano y largo plazo
(desde 2027, 40% en pesos y 60%, en moneda extranjera), y supuestos de
financiamiento de deuda denominada en moneda extranjera a mediano y largo plazo
(a tasa promedio de 5% en términos reales a 2034 y de 4,5% a partir de 2035 en
instrumentos con vencimientos en 5, 10 y 15 años que amortizan en tres cuotas).
Guzmán volvió a recalcar que habrá igual tratamiento para bonos en
moneda extranjera en legislación local y extranjera. La negociación
de los primeros avanzará antes.
Antes de la
presentación de Guzmán a la prensa, los bonos argentinos en el exterior se
valorizaban y el riesgo país bajaba unos 250 puntos, mientras que las paridades
se acercaban al 30% debido a la expectativa que se había generado sobre una
posible oferta argentina que finalmente no llegó. Por otro parte, Guzmán no aclaró si seguirá pagando los intereses de los bonos a
vencer. En abril hay vencimientos de papeles en legislación
extranjera.
Ayer, el Ministerio de Economía había decidido destinar US$248 millones
de las reservas internacionales al pago de intereses del Bono Par surgido
de los canjes de deuda de 2005 y 2010 para dar otra muestra de "buena
fe" a los acreedores internacionales.
Sin embargo, el
Gobierno había advertido que daba los últimos pasos en esa dirección. "Los acreedores privados deben dejar de cobrar intereses a
los países en deuda, porque no es posible pagarlos hoy en día"
, dijo Alberto Fernández días atrás en una entrevista con la TV Pública. Se
trató de un mensaje con destinatario concreto en el contexto de renegociación.
Guzmán había
descripto a la deuda como "infinanciable, impagable
e insostenible" en un webcast , para luego
recordar que se habían seguido pagando intereses de la deuda en dólares con
reservas del Banco Central. "Eso mostró el compromiso de la
Argentina", señaló. "Esto no puede durar para siempre", había
amenazado el economista. Dijo entonces que esa decisión, con aval del Congreso,
se había tomado para "ganar tiempo" y comenzar ordenadamente el
diálogo con los bonistas. "Pero no puede seguir pasando una vez que
comience el proceso. Las reservas cayeron. Hay un límite para eso y estamos
alcanzando ese límite", indicó.
"El objetivo
es tener un nuevo programa con el FMI", indicó el ministro, que aclaró que se
suspendió temporalmente el inicio de las consultas del Artículo IV (auditoría
de las cuentas) por la pandemia del coronavirus. "Hay que esperar una
definición a ver cuándo se hace", dijo el ministro aseguró que el nuevo
programa estará "diseñado por la Argentina", e indicó que el país
"no está en condiciones" de afrontar el cronograma del actual Stand-By Agreement.
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