Nuevos datos del satélite Sentinel-5P de Copernicus, el programa de
observación de la Tierra liderado por la Comisión Europea en colaboración con
la Agencia Espacial Europea (ESA), muestran un descenso en la contaminación
del aire , específicamente las emisiones de dióxido de nitrógeno
(NO2), en Italia .
La disminución de este contaminante, uno de las principales sustancias
nocivas que expulsan los vehículos (especialmente los diésel), se aprecia sobre
todo en el norte del país, coincidiendo con el bloqueo
nacional decretado para impedir la propagación del coronavirus .
El mismo afecto se ha observado en grandes
zonas urbanas de China con satélites de la NASA y es muy probable
que ocurra en otras ciudades europeas donde se han adoptado medidas parecidas,
como Madrid, aunque en la concentración y dispersión de los contaminantes
influyen mucho las condiciones meteorológicas, como la lluvia y el viento.
En este caso, los datos se han obtenido con Tropomi, un instrumento del
satélite que cartografía una gran cantidad de contaminantes del aire a escala
mundial. Con su información se han podido ver las fluctuaciones en las
emisiones de NO2 en Europa entre el 1 de enero y el 11 de marzo de 2020.
Empleando un promedio móvil de diez días se ha realizado una animación para ver
su evolución.
Claus Zehner, responsable de la misión Sentinel-5P de Copernicus para la
ESA, comenta: "La disminución de las emisiones de dióxido de nitrógeno
sobre el valle del Po, en el norte de Italia, es especialmente llamativa".
"Aunque podría haber ligeras variaciones en los datos debido a la
capa de nubes y el tiempo cambiante -añade-, estamos seguros de que la
reducción en las emisiones que puede observarse coincide con las medidas de
contención de Italia, que han provocado una reducción del tráfico y las
actividades industriales".
Datos desde el espacio de acceso libre
Por su parte, Josef Aschbacher, director de Programas de Observación de
la Tierra de la ESA, destaca: "Tropomi es el instrumento más preciso en la
actualidad para medir la contaminación del aire desde el espacio. Estas mediciones,
disponibles en todo el mundo gracias a la política de acceso libre y abierto a
los datos, proporcionan información crucial para los ciudadanos y los
responsables de la toma de decisiones".
La enfermedad del coronavirus (COVID-19), cuyos casos registrados a
escala mundial ya ascienden a más de 160.000, ha sido declarada recientemente
pandemia por la Organización Mundial de la Salud. En Italia, su número aumentó
drásticamente desde que a mediados de febrero llegó al hospital el primer
paciente infectado. Hoy es el país con más personas afectadas después de China.
En un intento por reducir la propagación de la enfermedad, el primer
ministro de Italia, Giuseppe Conte, anunció el bloqueo de todo el
país , cerrando colegios, restaurantes, bares, museos y otros
centros por todo el territorio nacional.
Entre muchas otras aplicaciones, los satélites permiten visualizar desde
el espacio algunos efectos colaterales de estas medidas. Sentinel-5P o
Precursor es el primer satélite de la misión Copernicus dedicado a vigilar
nuestra atmósfera. Su intrumento Tropomi es capaz de cartografiar numerosos
gases traza, como dióxido de nitrógeno, ozono, formaldehído, dióxido de azufre,
metano, monóxido de carbono y aerosoles, que afectan al aire que respiramos y,
por tanto, a nuestra salud y el medio ambiente.
Dada la importancia y la necesidad cada vez mayores de vigilar la
calidad del aire, las próximas misiones Sentinel-4 y Sentinel-5 del programa
Copernicus de la UE monitorizarán los gases traza y aerosoles. Estas misiones
proporcionarán información sobre la calidad atmosférica, el ozono
estratosférico y la radiación solar, además de vigilar el clima.