Por Carlos Pagura
- Las inversiones en capital emprendedor y capital semilla superaron los u$s400
millones, los sectores con mayor auge son los de Fintech y Biotecnología,
la mayoría de los emprendimientos que recibieron financiamiento están
situados en la ciudad y la provincia de Buenos Aires y se trata de un
ecosistema con fuerte predominancia masculina. Estas son las principales
conclusiones de un detallado estudio que analiza el universo emprendedor en la
Argentina en 2019.
“Tuvimos un crecimiento fuerte en los últimos
años, aunque en sintonía con una región que también lo hizo”, explicó Diego
González Bravo, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Argentina de
Capital Privado, Emprendedor y Semilla (ARCAP), quien elaboró el documento,
presentado con el patrocinio de Microsoft for Startups.
Durante 2019 las
inversiones en el sector alcanzaron los u$s 403 millones, que representa un
incremento del 145% respecto a 2018. En total se registraron 91 transacciones,
14 más respecto a las 77 del año anterior. Los sectores en los que se
efectuaron más transacciones fueron Fintech para el capital emprendedor (rondas
que comienzan con una serie A, que en la Argentina suelen promediar el millón
de dólares) y Biotech para el semilla (rondas desde u$s25.000 y hasta
u$s500.000).
La mayoría de los
emprendimientos que recibieron financiamiento están ubicados en la ciudad y en
la provincia de Buenos Aires (69,7%). Las otras provincias que siguen en cuanto
a presencia de emprendimientos son Mendoza y Santa Fe con 10,5% cada una, y
Córdoba con un 7,9%.
Se financiaron en
el país más de 280 proyectos a través de gestores de fondos de capital: 59 en
2016, 54 en 2017, 77 en 2018 y 91 en 2019. En relación a los montos invertidos
en emprendimientos argentinos, fuero de u$s 37,4 millones en 2016, u$s 134,2
millones en 2017 y u$s 165 millones en 2018. En 2019 se contabilizaron u$s
403 millones.
“En volumen de
dinero todavía es una industria pequeña, empujada principalmente por fondos
extranjeros, acá no habría suficiente plata para abastecer las rondas”, afirmó
González Bravo.
Para poner en
contexto, las inversiones en Latinoamérica, que promediaban los u$s 500
millones, comenzaron a duplicarse en los últimos tiempos y las cifras
preliminares de 2019 marcan que solo en el primer semestres se recaudaron u$s
2.600 millones. Un número que también aparece débil ante el avance de los
Venture Capital a nivel mundial, que en 2018 se acercaron a los u$s 255.000
millones.
Un dato es
revelador: las 5 mayores compañías en capitalización bursátil en Estados Unidos
en 2001 eran WalMart, Exxon, Citibank, Microsoft y General Eelectric, mientras
que en 2019 el ránking está dominado por compañías tecnológicas surgidas del
capital emprendedor, como Apple, Microsoft, Alphabet, Facebook. En
Latinoamérica, actualmente ese top five lo lideran empresas de la vieja guardia
como Petrobras, Itau, Ambey, Bradesco y Vale.
Pese a todo, el
escenario permite destilar optimismo. “En la historia latinoamericana había 8
unicornios hasta 2018. En los dos años posteriores surgieron 14 nuevos”,
concluyó. La Argentina, con 5 unicornios, está 2° en ese ítem (porlos 14 de
Brasil y superando a los 2 de México y al único caso colombiano).
La expectativa de
los analistas es que la inversión en proyectos argentinos y regionales seguirá
creciendo, no como un boom, sino como una inercia propia de un sector al que
todavía le falta mucho trayecto por recorrer y en el que la inversiones no se
piensan de un día para otro sino plazos de cinco y diez años. Aunque, claro,
dan por descontado que llegará la onda del esperado golpe en la economía
mundial por los efectos del coronavirus.
Poca representación
femenina
Este año se empezó
a relevar información referida al género, tanto en startups que recibieron
inversión como en gestores de fondos.
De acuerdo a las
cifras, las mujeres aún
tienen una larga lucha por delante para alcanzar una representatividad más
igualitaria: el 82,7% de las startups consultadas están compuestas exclusivamente
por hombres y apenas el 17,3% exhiben presencia femenina.
Al mismo tiempo,
analizando entre los emprendedores que recibieron financiamiento, se infiere
que el 91,3% fueron hombres frente a 8,7% de mujeres. Y si se específica
en los mandos superiores, el 89,3% de las firmas que recaudaron dinero en las
rondas de inversión tenían a un CEO hombre vs un 10,7% de CEOs mujeres.
El dato más claro
es que sumando todos los equipos fundadores de las compañías relevadas suman
183 personas, de las cuales solo 16 son mujeres, pese a que Lorena Suárez,
responsable de la Comisión de Research de ARCAP asegura que está demostrado que
“los equipos más diversos toman mejores decisiones”.
Las razones son
varias, entre ellas, según otro estudio de la AE Business School de la
Universidad Austral, que solo el 33% de las mujeres se dedica a carreras
relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
Aunque podrían resumirse en el sinuoso camino relatado por la especialista:
“Hay pocas mujeres estudiando y luego pocas inician el camino emprendedor. Y
las que emprenden tienen que luchar contra el sesgo de los inversores. En las
presentaciones, a las mujeres les preguntan mucho más sobre las estrategias
defensivas que planean, mientras que a los hombres les preguntan más de las
prácticas proactivas”. Luego de esos pitcheos de convencimiento, los hombres
reciben 5 veces más capital.
Con el fin de
derribar esas barreras se están desarrollando distintas iniciativas, como
el Programa Mujeres Emprendedoras que lidera la Asociación de
Emprendedores de Argentina (ASEA). Durante la presentación, María Cecilia
Ribecco, miembro del directorio ejecutivo de la entidad, enumeró a modo de
resumen un puñado de obstáculos que deben sortear las mujeres en su trayecto:
-Poca formación en
áreas específicas, como el manejo de herramientas en materias como
administración y finanzas.
-Falta de acceso a
financiamiento.
-Falta de modelos y
figuras representativas en las cuales verse reflejadas.
-Las cargas
domésticas.
- Cuestiones
educativas y culturales que hacen que la mujer sea poco tolerante al error y al
fracaso, un elemento clave en el mundo emprendedor.
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