Mientras los
principales índices de Wall Street mostraron caídas en torno al
6% por las réplicas del “lunes negro”, los activos de países emergentes
como la Argentina sufrieron nuevas bajas, en la medida en que los
inversores los abandonan en búsqueda de refugio.
La Argentina
alberga sus propias vulnerabilidades, con una actividad económica que lleva dos
años de contracción y una deuda soberana por más de USD 100.000 millones
sujeta a reestructuración. Este escenario decantó en una caída de los precios
de acciones y bonos de la Argentina más amplia que la de sus pares de
la región.
Este miércoles
el Riesgo País que mide la banca JP Morgan avanzó 162 unidades o
5,8% para la Argentina, a 2.973 puntos básicos, después de haber tocado un
máximo intradía de 2.978 unidades, la cifra más elevada desde junio de 2005,
cuando el país se recuperaba de más de tres años del default de la deuda
pública.
El Riesgo País mide
la brecha de tasas de los bonos del Tesoro de los EEUU -en
mínimos históricos debajo del 1% anual- respecto de las emisiones de bonos
emergentes.
Los mercados
reaccionaron al anuncio de un estímulo fiscal orientado a contrarrestar el
impacto del coronavirus Covid-19 en la economía de Estados Unidos que
fue anticipado por el presidente Donald Trump como “muy importante”
pero que no fue acompañado con detalles concretos. En ese contexto, los
bonos soberanos argentinos perdieron en torno a 4% en el mercado externo, de
la mano de las caídas generalizadas de activos similares.
Las acciones
estadounidenses cayeron en picada después de que la Casa Blanca no
ofreciera detalles sobre un paquete de estímulo que Trump a principios de esta
semana había caracterizado como “muy importante”. Entre las medidas que se
están considerando figuran una reducción del impuesto sobre la contrataciones y
la ampliación de la protección de los trabajadores.
Si bien el aumento
del estímulo fiscal en los Estados Unidos sigue siendo un punto de
incertidumbre, en el resto del mundo, los banqueros centrales han desatado
nuevos estímulos monetarios destinados a contrarrestar el impacto económico de
la epidemia. El Banco de Inglaterra anunció el miércoles un sorpresivo recorte
de medio punto en la tasa de interés al final de una reunión especial,
siguiendo un movimiento similar de la Reserva Federal de los Estados Unidos la
semana pasada.
El petróleo,
disparador del lunes negro luego de caer 25% en un sólo día como resultado
de una guerra de precios entre los países exportadores, volvió esta rueda a las
bajas con un retroceso del 4% que lo devolvió a la zona de USD 33 por
barril.
En ese mal clima
global, los bonos argentinos son unos de los primeros activos a la
hora de recibir castigo.
“Estamos a solo 20
días de la fecha pactada para que la negociación con acreedores esté concluida
y aun no hay datos relevantes sobre la misma. Sumado a eso continua el risk
off del corona virus y el desplome de las bolsas mundiales que no
ayudan”, dijo Mariano Marcó del Pont, analista de Silvercloud Advisors.
El impacto de la
crisis global sobre los bonos llevó a sus valores a cerca de USD
35 por cada USD 100 de valor técnico, señalaron operadores, lo que los
ubica en precios prácticamente de default.
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