Según
un informe privado, el estado se queda con el 56,9% de la renta agrícola
Sectores de la
agroindustria vienen planteando que la cuestión impositiva es central para
proyectar la competitividad de un país, y fundamentalmente para el
desarrollo de la actividad de las pymes.
El reciente acuerdo
de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea permitirá tener un
acceso preferencial de muchos productos a un mercado de enorme poder
adquisitivo. Pero para aprovechar esta oportunidad será esencial enfrentar los
enormes desafíos que plantea resolver las cuestiones internas que están ligadas
a solucionar los problemas de competitividad.
Y en ese sentido,
los impuestos son esenciales, ya que una baja de los mismos permitirá producir
y exportar más; y sobre todo, aumentar los niveles de empleo.
El último informe
que elaboró la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina
(FADA) refleja que en junio el 56,9% de la renta agrícola se quedó en
poder de los gobiernos nacional, municipal y provincial. Esto significa que de
cada 100 pesos que produce una hectárea agrícola, $56,90 son impuestos que
recauda el estado.
Al momento de
realizar las comparaciones, el índice de junio es menor al de marzo, que fue
del 60,9%, pero es superior al de junio del año pasado, que alcanzó el
55,8%.
Los impuestos que
forman parte de ese 56,9% son de diversa índole: 38,7% son coparticipables
entre el estado nacional y provincial, el 55,7% son nacionales no
coparticipables, el 4,8% son provinciales y el 0,9% son municipales.
Por su parte los
impuestos nacionales coparticipables son el impuesto a las ganancias y el IVA.
En lo que respecta a los impuestos provinciales la mayoría son el impuesto
inmobiliario rural e ingresos brutos. Por último, de los impuestos municipales,
el componente central son las tasas viales.
Cultivos
Mientras que el
promedio ponderado para cada uno de los cultivos a nivel nacional es de
56,9%, el estado tiene una participación en la soja del 65,3%, en el maíz
del 46,4%, en trigo del 50,1% y en girasol del 70,1%.
Según el economista
jefe de FADA, David Miazzo, "las diferencias entre cada cultivo son por
los impuestos, que en el caso de la soja que tiene 18% más de derechos de
exportación que el resto, y por la renta que genera cada cultivo: a menor
rentabilidad mayor participación relativa de los impuestos".
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