Quitas que pueden ser de
entre 20% y 50%, el papel del FMI al momento en que
la Argentina presente la oferta y el tiempo límite fijado en el cronograma del
proceso de reestructuración de deuda, fueron algunas de las
observaciones de analistas de mercado consultados por Télam sobre la propuesta
que realizará la semana próxima el gobierno a los tenedores de bonos.
Ezequiel Zambaglione, jefe de investigación de la consultora Balanz, dijo que la
expectativa está puesta en que se conozca la oferta del Gobierno y
que venga con un programa económico "o al menos un análisis de
sustentabilidad de la deuda para justificar el por qué de las condiciones de la
oferta".
Al respecto, resaltó que probablemente la oferta incluya algunas de las cosas
que se fueron hablando con el FMI e idealmente "aparecería alguien del
Fondo apoyando esos números que se presenten junto con la oferta".
"Da
la sensación que una oferta que incluya algo de quita de capital de no más de
20%, y algo de reducción de cupones por consenso sería
aceptada" señaló.
Por esta razón, para Zambaglione, cuanto más alejada la oferta esté de esto,
"va a ser una mala noticia, porque muestra un Gobierno que va buscando algo
más agresivo de lo que hoy está en la cabeza de los inversores".
El investigador de Balanz aclaró que "hay muy poca gente en el mercado que cree que
realmente el deadline (fecha límite) para llegar al acuerdo
sea el 31 de marzo, sino que es una negociación que va a llevar tiempo".
Por su parte, consultada por la agencia Télam, Daniela Wechselblatt, CEO de DW
Global Investments, afirmó que el Gobierno, el FMI y los acreedores privados
tienen intereses contrapuestos.
Al respecto, indicó que para el FMI "cuanto mayor sea el recorte a los
acreedores, Argentina tendrá mejores posibilidades de repago de deuda".
Wechselblatt detalló que si bien para todas las partes lo más conveniente es
llegar a un acuerdo, los fondos corren con la ventaja de saber que en caso de
tener que ir a juicio, el precedente es favorable.
No obstante, aclaró que el plazo de espera puede llegar a ser muy largo, y que "no son
fondos cuyo negocio principal sea la industria del juicio, con
lo cual todo indica que tratarían de evitar este escenario".
Por su parte, Mauro Mazza, jefe de investigación de Bull Market Brokers,
explicó que en la propuesta esperan alguna clase de bonos PAR y Discount,
inicialmente orientados bajo ley argentina que "deberán entrar sí o sí por
la imposibilidad de litigar, mientras que en el exterior seguirá la negociación
hasta marzo de 2021 cuando vence el AA21 por US$ 4 mil millones".
Mazza
observó que el impacto puede ser positivo, pero advirtió que lo engorroso de la
negociación de los bonos bajo ley americana puede hacer
colapsar todo.
"La propuesta de tener una deuda que durante años no pague renta ni
capital, nos cerrará los mercados del exterior por un largo tiempo, y
localmente no creemos que nadie se anime a colocar deuda en dólares por varios
trimestres siendo soberano", advirtió.
A su turno, Santiago Llul, analista de mercados, dijo que el
mercado está descontando una quita superior al 30% sobre el capital,
y un aplazamiento en los vencimientos o pagos de cinco años.
"La otra alternativa sería un aplazamiento con plazo de gracia de ese
lapso, apuntando a reordenar todas las variables macroeconómicas y mantener la
estabilidad de la balanza comercial, continuar bajando la inflación y achicar
el déficit. Creo que el canje por bonos que ajusten por CER sería una opción viable,
no así la modalidad dual", estimó.
Para Sabrina Corujo, directora de Portfolio Personal Inversiones, la lógica
sería "avanzar primero en un acuerdo con el FMI, y después en un acuerdo
con los acreedores privados".
La especialista advirtió que los vencimientos de la deuda en dólares puede
complicar las negociaciones, ya que en abril comienzan a acelerarse.
"No creemos que se lleve una propuesta a la mesa pero esto no significa
que el mercado se sorprenda, porque ya lo tiene descontado. Sí lo que debería
mostrarse oficialmente es que se está avanzando, más allá de que no haya una
oferta concreta", indicó Corujo.
Con una mirada más pesimista, Diego Falcone, jefe de estrategia de Wealth
Management de Cohen, dijo que espera una propuesta muy negativa para los tenedores de
deuda, donde la quita de valor presente neto de los títulos de deuda soberana
en dólares, tanto legislación internacional como local, sea del 50% y
"llevaría a un rechazo por parte de los inversores extranjeros".
En este sentido, comentó que cambió el contexto internacional y que la fuerte
baja de la tasa americana es una medida muy negativa para la Argentina, porque
"implica un aumento de la aversión al riesgo y ahí el canje quedaría
pospuesto".
También pronosticó que la propuesta, además de la quita, incluirá un período de
gracia donde se van a capitalizar los intereses, de manera
de alivianar la carga del gasto público sobre los próximos años.
"Si bien no sabemos cuándo van a presentar la propuesta, sí sabemos que la
misma será rechazada, dada la fuerte oposición que están teniendo de los
inversores internacionales que se están llevando una sensación agria de las
reuniones que estuvieron manteniendo con el equipo de (Martín) Guzmán",
finalizó Falcone.
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