Por Juan Martín Melo -
Durante un nuevo encuentro entre el Gobierno y el campo, el ministro de
Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra, comunicó a los dirigentes que conforman la Mesa de
Enlace que se avanzará en un incremento del 10% de las retenciones a las
exportaciones de soja, las que pasarían del 30% al 33%. Hay que recordar que el
gobierno de Alberto Fernández ya
había aplicado un incremento de las retenciones de la oleaginosa en diciembre
pasado, pasando del 24,5% al 30%.
Lo recaudado volverá
al campo en formato de segmentación y compensación a pequeños productores,
según aseguraron los ruralistas luego de la reunión en el ministerio. El
decreto se publicará mañana y también se abrirá el registro de declaración
jurada de ventas al exterior que se cerró la semana pasada. También se
contemplarían bajas para las economías regionales y el girasol, y maíz y trigo
continuarían tributando una retención del 12 por ciento.
“Fue una buena reunión”, resumió Jorge Chemes, de CRA. “No logramos revertir el 3%, pero nos
comunicaron que va a quedar en el sector, con mejoría en el resto de las
producciones. Vamos a consultarles a las bases cómo seguimos o qué medidas
tomamos. Esas mejoras son que en algunas producciones que se intentaban
aumentar las retenciones se mantendrán y habrá bajas importantes en economías
regionales, maní, girasol, lana, carne. Se estabilizan trigo y maíz”,
dijo el dirigente.
Además, la intención del Gobierno es continuar en una mesa
de diálogo con los representantes de los productores agropecuarios para definir
un esquema de segmentación y compensación de retenciones para pequeños
productores y cooperativas agropecuarias. Por otro lado, habría beneficios para
los productores alejados de los puertos que tienen el impacto de los altos
costos de fletes.
Con este aumento de las retenciones a la soja y sus
derivados, el Gobierno tendría una recaudación adicional de casi 500 millones
de dólares, que con el actual nivel de precios internacionales que operan en
baja por los efectos del coronavirus el total recaudado por retenciones
alcanzaría los 6.000 millones de dólares.
Para algunos
dirigentes del campo, la recaudación adicional por el aumento de las
retenciones a la soja “sería una cifra insignificante”, teniendo en
cuenta el alto déficit fiscal, y por otro lado se pagaría un alto costo
político de ingresar en un escenario de conflicto con uno de los sectores más
importantes de la actividad económica.
El pasado domingo, en la Asamblea Legislativa, el Presidente
de la Nación anunció que el proyecto que se presentó contemplaba un incremento
de la alícuota “sobre uno de 25 cultivos”. Sin dar demasiadas precisiones,
dirigentes y productores entendieron que Alberto Fernández se estaba refiriendo
a la soja, cuyo complejo es el mayor exportador de la Argentina.
En estos momentos, los presidentes de las cuatro entidades
del campo se encuentran reunidos para definir las próximas acciones gremiales.
Mientras tanto, en el interior productivo, hoy se llevaba adelante la segunda
jornada del cese de comercialización de granos que es impulsado por los
productores del NOA y el NEA.
Protestas y reclamos
Además, productores autoconvocados del sur de Santa Fe
anunciaron un cese de comercialización hasta el miércoles próximo, y decidieron
no sembrar ni trigo ni maíz, y reducir la superficie de soja, en el actual
escenario de mayor presión impositiva, costos altos, desdoblamiento cambiario y
caída de precios.
Otra de las movilizaciones que están programadas para esta
semana será el tractorazo de este jueves encabezado por productores
autoconvocados de Altos Fierro, en la provincia de Córdoba. La intención de los
productores es llegar con la movilización a la Plaza San Martín, en la ciudad
capital.
En todas estas protestas, además, hay un reclamo de los
productores al Estado y a la clase política para que reduzcan el gasto. Jorge
Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas, aseguró que siempre
el campo fue solidario y aportó al país, y agregó: “La solidaridad caracteriza
el campo. Nosotros, sin caminos, sin infraestructura, sin escuelas y sin
créditos ni políticas, sostenemos el gasto público. El problema no es el
campo”.
Por su parte, el tesorero de la Confederación de
Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), Horacio Salaverri, desde su cuenta de
Twitter expresó: “Respetuosamente,
Sr. Presidente: el sector agropecuario aportó entre 2002 y 2019 unos 100.000
millones de dólares en concepto de retenciones, y en el 2020 se aportarán más
de 7.000 millones de dólares. ¿Si esto no es solidaridad, como lo llamaría
usted? La solidaridad no es solo recaudar más, sino dejar de gastar donde no se
debe".
Por último, desde la Rural de Jesús María manifestaron que
en los últimos 18 años "la política le confiscó al campo infinidad de
recursos para atender problemas que jamás solucionó. Una vez más, nos piden ser
solidarios cuando venimos contribuyendo por encima de otros sectores desde el
2002 en adelante”, indicó la entidad del norte cordobés.
Y agregaron: “No vamos a cansarnos de decir que las
retenciones son un impuesto nefasto, que van en contra del desarrollo productivo.
Este desaliento, a su vez, está comenzando a verse reflejado en el comercio,
que sufre un aumento indiscriminado de tributos. Además de achicarse el margen
para generar trabajo genuino, se limitan nuestras posibilidades de invertir en
el agregado de valor en origen”.
Por el aumento de las retenciones a la soja, los integrantes
de la Rural de Jesús María proponen “hacer foco en otros sectores que
generalmente no son destinatarios de ningún ajuste. A modo de recaudar más, el
Estado bien podría: disminuir el gasto en dietas y sueldos de asesores del
Poder Legislativo Nacional; achicar el gasto público de la estructura
parlamentaria de las provincias; incrementar los ingresos a partir del pago de
impuestos a las ganancias por parte de los jueces y funcionarios judiciales;
achicar el gasto en publicidad del Poder Ejecutivo, entre otras cosas".
Desde la entidad cordobesa, proponen un ajuste de la
política que alcanzaría los 1.200 millones de dólares, una cifra que sería más
del doble de lo que el Estado recaudará con la suba de las retenciones a la
soja.
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