Sábado 12 - Por Carlos Burgueño - La
Argentina espera a la delegación técnica del Fondo Monetario Internacional
(FMI) con la satisfacción de haber cumplido con lo prometido. Y con la certeza
que, desde hoy, cuando comience el examen final para cumplir con las metas del
tercer trimestre, habrá un período de fiscalización para derivar en menos de 20
días en el aval firmado y sellado del board del organismo. Y, así, cerrar 2022,
para pasar luego en el primer trimestre de 2023 a la prueba más complicada de
toda la gestión Sergio Massa: aprobar el primer año de vigencia del Facilidades
Extendidas vigente desde el 25 de marzo de este año.
La clave de la seguridad con la que el equipo económico recibirá a la
gente del FMI comandada por el venezolano Luis Cubeddu es el resultado que en
octubre aportó el denominado dólar soja, que permitirá cumplir con la meta más
complicada que debía mostrar el Palacio de Hacienda para aprobar el tercer
trimestre. Los aproximadamente u$s8.100 millones que aportaron los sojeros que
accedieron a las divisas a $200 le permitirán a Economía mostrarle a los
visitantes de Washington que en el período julio-septiembre el volumen de
dólares en azul que el BCRA debía mostrar se sobrecumplió. Lo que, sumado a las
metas de déficit (al menos en cuanto al nivel primario base caja) y de emisión
monetaria (no fueron meses complejos) bajo cierto control, le permitirían
cerrar el acuerdo de los primeros nueve meses en sintonía con lo comprometido.
Sabiendo, además, que los “objetivos” como inflación, crecimiento, reformas
impositivas o previsionales y los ajustes fiscales varios a los que se
comprometió la administración Guzmán, difícilmente se cumplan.
En el momento de completar la gestión del dólar soja, el mismo Massa
había adelantado que “claramente cuando uno ve la foto del día de hoy la meta
de reservas está cumplida; más que cumplida” y que “a prima facie tengo una
mirada más que positiva. De todas maneras esperemos a que se terminen los
procesos de revisión pero soy más que optimista en cumplir también esa meta”.
Con este mecanismo, las reservas subieron para octubre de los u$s37.621
millones a algo más de 45.000 millones; de los cuales unos u$s9.000 millones
quedaban como de libre disponibilidad. Ese dinero se ubicaría hoy por debajo de
los 7.500 millones, dinero que viene reduciéndose rápidamente, pero que aún le
da espaldas a Economía para seguir actuando sobre el mercado de cambio con
autoridad.
Meta fiscal
Sobre la meta más difícil de lograr, el déficit final de 2,5% del PBI
para todo 2022, Massa cuenta con una carta más para lograrla. El FMI no
determinó que el porcentaje que debe conseguirse trimestre por trimestre, sino
de manera anual; con lo cual la revisión final será durante el primer trimestre
de 2023. Obviamente será después de cerrar 2022 y de calcular cuánto será el
dinero con que el gobierno dispondrá para ejecutar las últimas políticas
sociales del año, incluyendo el bono de fin de año que se negocia entre el
Gobierno y los sindicatos.
Una novedad de la misión que comenzará el viernes, y que fue anticipada
por este diario, es que será fiscalizada bajo la jefatura temporal del
británico Nigel Chalk, por ahora ocupante del sillón del brasileño Ilan Goldfajn,
quien tiene licencia en su cargo de director gerente para el Hemisferio
Occidental en búsqueda de la silla de la conducción del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID). Esta compulsa se define este mismo fin de semana, con lo que
si el ex presidente del banco central de su país pierde la carrera, volverá al
sillón de director gerente para el Hemisferio Occidental. Si lo logra,
Argentina deberá esperar a que Kristalina Georgieva y su gente consigan un
reemplazante. |