Por Carlos Arbia - Para evitar una fuerte salida de dólares
del sistema financiero, similar a la de junio-julio pasado el
Ministerio de Economía lanzará este jueves un nuevo
canje de deuda para intentar que no ocurra un evento parecido a
fin de año. En particular por la frágil situación en que se encuentra el BCRA
en lo que hace a sus reservas líquidas o de libre disponibilidad.
Los vencimientos de deuda en pesos de noviembre y diciembre por unos 1,7
billones de pesos se tratarían de refinanciar con un bono dual que ajusta por
evolución de tipo de cambio oficial o por la inflación para antes de
octubre del año próximo cuando se realizarían las elecciones presidenciales.
Con este canje el Ministerio de Economía tratará de evitar que los
inversores institucionales extranjeros y los fondos comunes de inversión no desarmen
sus carteras en pesos para salir a comprar dólares en los mercados financieros
alternativos como el Dólar MEP y el Dólar Contado Con Liqui.
El canje se deberá realizar en un escenario donde la mayoría de los
analistas de Wall Street y del mercado financiero local sostienen que
la deuda en pesos está mostrando señales de saturación tanto por los
bajos niveles de refinanciación, por las altas tasas que debe pagar Tesoro y
por los pocos instrumentos que puede utilizar para convencer a los inversores donde
el bono dual ajustado por la evolución del tipo de cambio oficial o por
la inflación surge como el elegido.
Qué pasó en las últimas dos licitaciones
Esto se reflejó en el resultado de las dos licitaciones del
Tesoro de octubre y la del lunes pasado que en el mercado llamaron la
atención por el bajo nivel de refinación conseguido y las altas tasas de
interés pagadas para renovar esos vencimientos.
Los títulos del Tesoro se ven muy vulnerables. En la licitación del
lunes pasado debió pagar una tasa del 116 por ciento efectivo anual para
renovar una letra de descuento con vencimiento en febrero de 2023. Estás tasas
favorecen un carry trade que luce bastante peligroso.
Esto se traduce en que el volumen de la deuda en pesos es cada
vez mayor y a esto hay que sumarle la ponderación de los títulos indexados y
por eso el mercado descuenta un panorama de refinación post electoral muy
complicado.
"Por ese motivo la deuda en pesos a corto plazo es
la más demandada por los inversores institucionales locales y extranjeros que
todavía están atrapados con esos títulos en pesos" menciona un reciente
informe de Delphos Investment.
Qué pasa si hay una gran aceptación de
financiar el nuevo canje
El problema es que en caso que haya una gran aceptación de
financiar en este nuevo canje los compromisos en la etapa previa a las
elecciones serán muy estresantes desde el punto financiero.
El problema es que en los cuatro meses previos a las elecciones de
octubre del año que viene, la deuda total a pagar o a refinanciar en
pesos llegaría al equivalente de unos 35.000 millones de dólares. Una cifra que
representa el 80 % de lo que le refinanció el FMI a este gobierno.
Es muy difícil que este nuevo canje logre tranquilizar los
temores sobre el pago de esa deuda nominada en pesos.
Por lo tanto, que sea exitoso por una participación del BCRA o de otros
organismos públicos que canjean sus tenencias esto no implica que el
mercado financiero se calme.
Se incrementa la concentración de
vencimientos
Lo concreto es que los títulos públicos ofertados incrementan
la concentración de vencimientos que caen entre junio y septiembre de
2023.
Desde Quantum Finanzas sostienen que: "al hacer este canje el
Tesoro con mucho esfuerzo podrá patear plazos pero no se podrá ampliar el
horizonte de colocación más allá de septiembre del año que viene". En
tanto que desde Facimex consideran que "este canje no despejará un gran
interrogante qué es cómo se podrá financiar la transición presidencial".
En la última licitación del lunes pasado el Tesoro consiguió unos
$63.500 millones en la licitación, superando los pagos por $38.752
millones que se enfrentaban en esta oportunidad. Con esos números
el financiamiento neto del mes llega hasta unos $24.800
millones. La gran mayoría de los operadores del mercado financiero
consultados por Iprofesional coinciden que se trató de otra licitación con gusto
a poco si sumamos el reducido monto que se obtuvo ayer.
También hay que señalar que en octubre el BCRA tuvo que comprar el
equivalente a unos 150.000 millones de pesos de títulos públicos en
pesos para evitar que cayeran sus precios por las ventas de los inversores
institucionales del exterior que buscan liquidar esas posiciones antes de fin
de año.
De todas formas el Tesoro no fue muy generoso con las tasas de
colocación. Sin embargo, el menú de instrumentos contaba con la ampliación
del BONTE2 que no alcanza con lograr el roll-over de todos los vencimientos,
sino que el Tesoro debe buscar los recursos necesarios para financiar el
déficit primario en estos dos meses.
Los objetivos del Tesoro
Hasta el lunes pasado el Tesoro tenía que conseguir $262.875 millones de
financiamiento neto mensual durante el último bimestre para cerrar el programa
financiero en 2022. Pero con el anuncio de un nuevo canje de deuda en
pesos se reducirá fuertemente. Esta fue la tercera licitación consecutiva
que exhibió señales de debilidad ya que un 95,9% fue capturado por los
instrumentos a tasa fija.
Antes de anunciar el canje el gran desafío para el Tesoro iba a
ser la licitación del 18 de noviembre, donde enfrentaba
la necesidad de refinanciar $225.833 millones. Esto implicaba una
prueba más complicada a comparación de las instancias anteriores y marca el
final de la tranquilidad que se formó por el canje de los bonos duales.
Por ese motivo el equipo económico decidió ayer anunciar un
nuevo canje para suavizar los pagos del último bimestre del año. Este monto
está explicado en su mayoría por el vencimiento de la LECER de noviembre
(X23N2) y el cupón del BONTE 2027 (TY27) y se estima que el 72 % de ese pago
está en manos del sector privado.
En esta nueva ocasión y al igual que en el canje del 9 de agosto pasado
lanzado por el ministro Sergio Massa se refinanciaron
vencimientos por unos 2 billones de pesos el Tesoro ofrecerá bonos duales
ajustados por la evolución del tipo de cambio oficial o de la inflación con
vencimientos en junio, julio y septiembre del 2023.
Lo que viene
Por las fuertes ventas de dólares del BCRA desde el 1 de noviembre
hasta ayer la meta de reservas netas con el FMI está incumplida solo por unos
150 millones de dólares. Todo indica que si el BCRA no logra
comprar una gran cantidad de dólares a través de un tipo de cambio oficial
diferencial de unos 200 pesos similar al Dólar
Soja implementado en septiembre la situación se agravará. A través de ese
mecanismo el BCRA logró comprar unos 8.100 millones de dólares que liquidó el
sector agroexportador aceitero.
Ante este panorama, cada vez son más fuertes los rumores en el
sistema financiero local de un dólar "soja" 2.0 para diciembre. En
este punto hay que destacar que al 26/10 quedaban 12,7 millones de toneladas de
soja por liquidar y que el gobierno buscaría que al menos 8 millones sean
vendidas antes del cierre del año.
La sorpresa es que para eso debería pagar un dólar de
$240 para mantener constante el valor de $200 de septiembre. De
concretarse este nuevo programa de incentivos, traería nuevamente
una fuerte emisión monetaria y una pérdida patrimonial para el BCRA.
Aunque eso ya sería un problema para el año que viene al igual que los próximos
vencimientos de la deuda en pesos que canjeará hoy el Tesoro.
La mayoría de los analistas consultados
por iProfesional consideran que este canje de deuda además de tratar
de buscar evitar una salida masiva de los fondos de inversión de la deuda en
pesos que podría generar una nueva corrida cambiaria similar a la de julio
- agosto que se frenó con la llegada de Sergio Massa al ministerio de
Economía está orientado a facilitar que el BCRA pueda refinanciar los
bonos que compró en los últimas semanas para evitar una caída en los precios de
esos títulos más allá que la Carta Orgánica de la institución le impida
participar en licitaciones del Tesoro. |