Por Javier Blanco - La racha vendedora del Banco Central (BCRA) enhebró
ayer su noveno capítulo consecutivo, al tener que aportar al mercado otros
US$80 millones de sus fláccidas reservas netas, solo para poder dar curso a las
órdenes de compra que habían superado todos los filtros oficiales.
De esta manera, la entidad ya sacrificó unos US$375 millones solo en lo
que va de la semana, cifra que se eleva hasta rozar los US$620 millones en lo
poco que va del mes y se estira hasta los US$1170 millones desde que se
terminara de extinguir el denominado dólar soja.
“En lo que va de noviembre la autoridad acumula ventas por US$618
millones aproximadamente. Es, hasta ahora, la segunda marca mensual más alta en
lo que va del año”, apuntó el operador Gustavo Quintana, para hacer notar la compleja
situación.
La nueva venta, aunque 47% inferior al promedio de las realizadas entre
lunes y martes, muestra el marcado desequilibrio que mantiene la plaza
cambiaria oficial.
Esto se ve agravado por una oferta del agro que se ha desplomado, luego
de las liquidaciones de granos acopiados que propició la oferta temporal de
dólar a $200 (fue de apenas US$46,1 millones anteayer) y que se ve además
afectada por la marcada y persistente sequía, que recortó en casi 40% la
cosecha de trigo, al tiempo que retrasa y ameLa naza afectar sensiblemente la
siembra de soja y maíz.
Al aporte algo menor ayudó la contracción mayor al 20% que mostró en la
rueda el volumen operado de contado que alcanzó los US$308,8 millones (lo que
indica que el BCRA aportó el 26% de las divisas transadas en el día).
Pese a ello, “la falta de oferta lo continúa obligando a abastecer la
demanda de las empresas con reservas”, dijeron desde ABC Cambios.
Todos estos datos dejan a la vista que los intentos del Gobierno por
reequilibrarlo, a partir de una nueva poda a las licencias automáticas de
importación y la instrumentación desde este mes del nuevo SIRA, o el
encarecimiento del dólar Qatar, resultaron hasta aquí inocuos.
Quienes levantaron la voz ayer por las mayores trabas oficiales fueron
las compañías mineras, que denunciaron demoras en los procesos de aprobación
del SIRA y del Sistema de Importaciones de la República Argentina y Pagos de
Servicios al Exterior (Sirase). “Para nuestra industria es esencial saber que
podremos acceder a los insumos para producir y continuar con la construcción de
las ampliaciones y los nuevos proyectos”, expresó en un comunicado la Cámara
Argentina de Empresarios Mineros (CAEM).
nueva venta sucedió en una jornada en la que el dólar mayorista superó
los $160 (cerró a $160,02 para el tipo vendedor, con un avance de divisa de
$0,31), con lo que se sigue moviendo a un ritmo del 6,9% mensual en lo que va
de noviembre, actualización que implica todo un récord para la administración
Fernández.
El sostenido drenaje de reservas pone en riesgo el “plan aguantar”, que
consiste en “cuidar los dólares” comprados caros en septiembre y hacerlos
“durar” hasta marzo, cuando empiezan las primeras liquidaciones de la cosecha
gruesa.
Con dicho propósito, el Gobierno aplicó los nuevos recortes antes
citados a la demanda, que, al no mostrar aún efectividad, lo estaría obligando
a evaluar la posibilidad de ofrecer nuevamente algún tipo de cambio diferencial
durante diciembre como para atraer la oferta de granos que aún no hubiera sido
liquidada, según versiones cada vez más extendidas en el mercado.
Ese ruido es particularmente dañino en el actual contexto, dado que
propicia que quien tenga stock para liquidar espere otra oferta de cambio más
tentadora. “El deterioro en las reservas sigue en el centro de la escena, y así
es como crece la expectativa por nuevas medidas a corto plazo que apunten a
actuar sobre la demanda y la oferta, en busca de equilibrarla antes de que se
evaporaren los dólares soja acumulados”, dijo el analista financiero Gustavo
Ber.
Afectadas por esta sangría, las reservas brutas o totales cerraron el
día cayendo en otros US$39 millones (retroceden en US$847 millones en el mes),
al cerrar el día en US$37.826 millones. Pero lo más preocupante es que, según
estimaciones de mercado, la tenencia de reservas netas del BCRA ya se volvió a
hundir por debajo de los US$4000 millones, tras haber superado los US$6000
millones a fin de septiembre. Esto deja a la vista que la dinámica de ventas
actual amenaza con licuar nuevamente esa tenencia. De allí la necesidad que
enfrenta el Gobierno de rediseñar su estrategia cambiaria si, como jura y
perjura, su objetivo principal sigue siendo evitar un salto del dólar que
complique aún más la inflación. ß |