Por Carlos Keller - En el mercado ya hay algunos que están posando
la mirada sobre los bonos
en dólares del Gobierno argentino de una manera ya no tan desconfiada. Ven
una posible oportunidad de negocios en el mediano plazo, una vez que se
definan las elecciones del año próximo y se conozca el nuevo plan económico.
En ese
contexto, el precio de los Credit Default Swaps (CDS), es decir, los
seguros contra incumplimientos, marcan para la Argentina una posibilidad de
evento disruptivo del 81% en 2024; es decir, con el cambio de Gobierno, que es el año
también en el que comienzan a vencer los bonos del canje de deuda que hizo
Martín Guzmán en 2020. Este año, las posibilidades de un incumplimiento es de
solo el 46%. Un punto a tener en cuenta. En mayo, los CDS marcaban una posibilidad
de default del 58% en 2024.
El mercado está cada vez más influido por el trade electoral. Se
especula que con una derrota del Frente de Todos de manera contundente, la
irrupción de un gobierno de corte liberal en Argentina lleve a una nueva y
necesaria renegociación de la deuda del Estado con legislación de Estados
Unidos. Habrá, probablemente, una negociación en términos más amigables con el
mercado y eso llevará a una nueva cotización de los bonos.
Los bonos argentinos, regalados
Actualmente, en
promedio, los títulos de "deuda externa" de la Argentina, los
conocidos como "globales" valen en promedio el 23% de su
valor. Eso quiere decir, que su valor es, prácticamente, de regalo.
No valen nada en comparación con los de otros emergentes. De hecho, la
comunidad financiera global está cansada de la Argentina y, por eso, huye de la
deuda.
Pero aun así, se especula que con un canje en 2024 y quien compre ahora
puede conseguir una buena ganancia en dólares luego de
una reestructuración. Algo de esto explica la racha positiva de los bonos
de las últimas semanas. "Los globales argentinos a contramano del mundo,
anotaron un rally de 15% en los últimos 10 días. Para igualar el precio
promedio previo a la salida de Guzmán, faltaría una suba adicional de 9%",
destaca el economista de GMA Capital, Nery Persichini. E indica que "la
paridad media es 23 centavos, lo que es 52% inferior post canje".
Martín Polo, jefe de Estrategia de Cohen, plantea que el precio de los
títulos en dólares bajo legislación extranjera "no es normal" debido
a la alta volatilidad que presenta la Argentina en función de los fuertes
desequilibrios macroeconómicos. "El riesgo es elevado. Hace un año, los
bonos valían u$s40 y ahora están u$s20", señala Polo. El economista de
Cohen recuerda que cuando se reestructuró la deuda pasaron a valer u$s50. Bajo
ese escenario, Polo plantea que "bajo cualquier escenario de
reestructuración normal, los bonos van a pasar u$s40".
Se espera canje y recuperación de los bonos:
cuáles son los recomendados
Un informe de
GMA Capital sostiene que "el mercado espera una fuerte
reestructuración durante el próximo mandato", aunque aclara que "lo
cierto es que emprender ese camino traería más complicaciones que beneficios a
la gestión 2023-2027. Especialmente, si Argentina sigue con vida dentro mundo
financiero con un
programa con el FMI".
"Más allá de estas especulaciones, nuestra percepción es que los
Globales son los segundos activos más baratos, detrás del tipo de cambio
oficial. Y dentro de la curva, nuestra preferencia es por el Global
2038 y Global 2041, tanto por su estructura más generosa de renta
como por el blindaje legal que traen sus prospectos", sostiene la consultora
financiera.
El reporte indica que "atando cabos, tipo de cambio financiero
retrasado (peso fuerte) y deuda en dólares débil es un maridaje pocas veces
visto y más raro aun es que sea sostenible". Y agrega: "Algunos de
los dos miente en esa pareja tan disímil".
En cambio, analistas consideran que la posición técnica de los títulos
argentinos no es buena, ya que cada pequeño rebote es una oportunidad de salida
para los fondos saturados de este tipo de crédito.
Los inversores están tan desencantados con Argentina que descreen que un
país que defaulteó 10 veces su deuda en el pasado pueda afrontar
vencimientos de 1% del PIB en 2024 y de poco más de 2% entre 2025 y 2027. Son
números macroeconómicamente manejables, pero que a la luz del raquitismo de las
reservas netas (1,5% del producto), se ven desafiantes. Y con el dólar a $150 y
multiplicidad de cepos y cotizaciones paralelas, lucen aún más inalcanzables.
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