Por Carlos Arbia - El nuevo récord de recaudación
impositiva de octubre superior a los 1,9 billones de pesos muestra por un
lado la gran
capacidad del estado de recaudar impuestos y por otro el aumento en
la recaudación de algunos tributos como por ejemplo el IVA por el impacto de la
suba de la inflación.
La señal de alarma es que en los próximos meses la recaudación
impositiva se reduzca por el impacto que podría generar la
actual sequía que golpea la cosecha de granos. Por los recientes
datos conocidos se podría transformar en una de las más graves de los últimos
años.
Este fenómeno climático provocaría una baja en las
exportaciones agropecuarias que a su vez podría generar una caída en las
reservas líquidas del BCRA. Si a todo esto le sumamos una abundancia de pesos
por la fuerte emisión del BCRA el resultado podría ser una inflación mucho
mayor a la actual en los próximos meses.
En el presente la sequía afecta a diversas zonas pero en particular a
la zona núcleo y golpea muy fuerte a la cosecha de trigo. Las zonas
productivas más afectadas por la falta de lluvias son el centro y el norte de
Buenos Aires, el sur de Santa Fe, Chaco, Córdoba, Santiago del Estero,
San Juan y la región del NOA. La novedad es que a partir de esta semana podrían
llegar algunas lluvias que aliviarían en parte esta difícil situación.
Se complica la situación para el Gobierno
Para el gobierno la situación se complica porque ya cobró por
adelantado parte de las retenciones de las exportaciones de trigo a los
productores. Pero el problema no sólo es la caída de las exportaciones de trigo
sino que también la falta de trigo podría impactar un una suba en los precios
de harina que los analistas no esperaban para esta última parte del año y que
podría impactar muy fuerte en la inflación en diciembre y en enero del año
próximo.
El analista económico Salvador Di Stefano explicó
a iProfesional que se perderían más de 10.000 millones de dólares de
exportaciones y el caso es más grave que la sequía del 2008 porque está es la
tercera sequía en tres años seguidos y afectará mucho a la cosecha de trigo que
de acuerdo a las estimaciones del especialista pasará de una cosecha de unos 23
millones de toneladas del año pasado a unas 13 toneladas este año y por solo
eso se perderían unos 3.000 millones de dólares. Esto impactará mucho en la
inflación porque subirá fuerte el precio de la harina.
Di Stefano señaló que "la actual campaña de trigo no le va a
dar al BCRA los dólares que necesita para transitar con tranquilidad
el verano y en lo que hace a la de maíz y la soja hubo muy poca siembra
de primera y la venta de soja y maíz tardío se puede atrasar si no llegan las
lluvias rápido. Esto repercutirá en una suba de los costos del sector
agropecuario y va a llegar también a impactar en la inflación de los próximos
meses lo que puede dificultar los acuerdos de precios que busca el
gobierno".
En tanto, de acuerdo a los datos del economista Ricardo
Arriazu, la sequía le generaría a la Argentina una gran pérdida de dólares
para el país. "Si la sequía fuese parecida a la del 2008 las exportaciones
de granos caerían unos 8.000 millones de dólares" explicó Arriazu.
Trigo: una campaña insuficiente
Por otro lado, considerando los datos de la Bolsa de Comercio de Rosario ya
había desechadas unas 400.000 hectáreas de trigo que no se podrían cosechar y
la campaña no llevaría a superar los 15 millones de toneladas.
Tal vez por ese motivo desde hace dos semanas comenzaron a aparecer
señales de preocupación en el gobierno que llevaron al secretario de
Agricultura, Jaime Bahillo, a poner en dudas el futuro del esquema de
retenciones al manifestar que "habrá que pensar en el futuro si hay que
mantener un sistema de retenciones como el actual". Luego de esas
declaraciones lo que está en duda es el futuro de Bahillo al frente de la
secretaría de Agricultura.
En el ambiente de la agroindustria y también dentro del gobierno se
mencionan dos nombres. El ex CEO de Syngenta Antonio Aracre y el ex
presidente de CRA Jorge Solmi quien forma parte de los equipos
técnicos de Massa.
En la medida que los datos de la sequía se confirmen y de acuerdo
a lo que pudo saber iProfesional el ministro de Economía, Sergio
Massa, estaría preparando una serie de medidas para afrontar ese fenómeno
climático que podría afectar el crecimiento económico por una una baja en la
recaudación impositiva por las llamadas retenciones o derechos de exportación y
por una caída de las reservas internacionales líquidas por una baja de las
exportaciones agropecuarias.
Reservas
En la actualidad las reservas
internacionales del
BCRA se ubican en u$s38.900 millones. A este ritmo para fin de año
considerando los futuros pagos de deuda podrían llegar a u$s35.000 millones.
Además hay que considerar la gran cantidad de dólares que tendrá que
desembolsar el BCRA por las importaciones que se realizaron a 180 días y
comienzan a vencer a la brevedad más allá de las recientes medidas anunciadas
por Massa para las pymes y la posibilidad que se puedan utilizar
dólares propios de empresas y particulares para importar mercaderías y
servicios. Por otro lado hay que mencionar que las exportaciones agropecuarias
se estancaron en octubre luego de la gran suba por las ventas del sector
industrial agroexportador al BCRA como consecuencia del dólar soja a
$200 frente al valor de 160 pesos del dólar oficial.
En tanto que los pasivos monetarios del BCRA suman unos $12,8
billones , mientras que los intereses pagados por estos pasivos en octubre
sumaron unos $440.000 millones. A este ritmo de emisión el BCRA podría
finalizar el año pagando intereses por $500.000 millones por mes. Este dato
sería equivalente a casi un 40% del total de los ingresos fiscales del
mes.
El problema es que esta especie de bola de nieve de los pasivos
monetarios del BCRA en su mayoría LELIQ emitidas por el BCRA podrían
generar a un mayor desequilibrio monetario y cambiario por una gran cantidad de
pesos sobrantes en el sistema financiero que generarán una mayor inflación en
los próximos meses.
Dos bases monetarias
En el aspecto, el último informe de la consultora Invecq destaca que:
"una primera lectura apresurada de la tendencia reciente de éstos pasivos
monetarios podría resultar más alarmante de lo que efectivamente es ya que
el stock de Pases Pasivos y LELIQ ya representan más de un 210%
de la base monetaria".
El informe agrega que: "esto implica que hay más de dos bases
monetarias contenidas dentro de los pasivos monetarios del BCRA que
devenga intereses. Sin embargo, esto se da de la mano de una fuerte caída de
los agregados monetarios no solo la base monetaria en los últimos doce meses.
Un primer gran riesgo que emerge es el de la actividad económica: el nivel de
actividad del 2023 presenta claros riesgos a la baja respecto del 2022.
Si a esto le sumamos que varios precios relativos se han comenzado a
reacomodar y los nuevos aumentos que habrá este mes en tarifas de electricidad
gas y agua, medicina prepaga, cuotas de colegios privados tenemos por
delante una inflación en noviembre y diciembre podría ser mucho más elevada que
la observada hasta ahora y donde el 8 % mensual podría ser solo un piso y el
100 % de inflación calculado por las consultoras privadas para el año
próximo podría ser una proyección muy optimista.
|