Por Carlos Burgueño - El acuerdo
con el Club de París está cerrado, firmado y vigente; y ya no hay necesidad de
una cumbre personal entre Sergio Massa y Emmanuel Macron en Francia para
rubricarlo. En consecuencia, el ministro de Economía reprogramó su viaje a
Europa para completarlo con otras actividades. Ahora, lo más importante del
acuerdo es que esta misma semana llegará a los bancos centrales de todos los
miembros de la entidad la habilitación formal para que la Argentina vuelva a
ser objeto pasible de créditos financieros dentro y fuera de las líneas
disponibles por la Unión Europea, para que empresas de ese origen puedan
acceder a préstamos subsidiados de la entidad para inversiones directas en el
país.
Hasta la firma del nuevo entendimiento con el Club de París, esta
alternativa estaba cerrada por la falta de acuerdo vigente con la entidad, con
lo cual compañías de estados como Alemania, Japón, Francia, Italia, Canadá,
España o Países Bajos, no podrían acceder, por ejemplo, a las líneas públicas
de créditos que las entidades europeas tienen en sus anaqueles de ofertas, para
compañías que quieran invertir fuera del territorio de la Unión. Entre otras
condiciones, este dinero debe ser destinado a mercados que estén en plena
sintonía política y financiera legal con las instituciones que manejan el
continente; lo que implica que no puede haber líneas habilitadas con estados
miembros del Club de París que no estén al día con sus pagos. Mucho menos que
tengan acuerdos caídos, como el que Argentina mantenía con la entidad desde que
en mayo de 2019 el país dejó de pagar.
Entre otras operaciones, estas divisas podrían utilizarse para financiar
importaciones locales por parte de las compañías radicadas en el país, que
desde hoy pueden acceder a un dólar a 300 pesos siempre que las divisas sean
propias y traídas desde el exterior. Se especula ahora que empresas
multinacionales procedentes de estados que ahora estén on track con Argentina
en el Club de París podrían comenzar a pensar en inversiones puntuales.
Algunos sectores donde esta habilitación podría funcionar serían
el petrolero, energético, automotrices, laboratorios,
infraestructura, alimentos y agropecuario; entre
otros. El acuerdo con el Club de París ya está vigente, desde que el viernes
pasado Massa y Moulin lo presentaron en sociedad vía virtual. Al haberse publicado también en el sitio oficial de la
entidad con sede en la capital francesa, se conocen también sus detalles. Son
los siguientes:
El capital reconocido por las partes es de u$s1.972 millones.
Se sube, y mejora, el entendimiento de mayo de 2014 cerrado cuando Axel
Kicillof era ministro de Economía de la última gestión de Cristina Fernández de
Kirchner, luego de haberse caído en mayo de 2019, cuando el gobierno de
Mauricio Macri desistió de cumplir con los pagos establecidos.
La deuda se calcula sobre la base del monto que dejó de pagarse en marzo
de 2002, cuando Argentina entró en default; situación en la que el país se
mantuvo hasta 2014, cuando se firmó un plan de pagos a 5 años que debía
cancelarse en 2019.
Durante el período de vigencia entre 2014 y 2019, la Argentina fue
haciendo pagos mínimos de capital y pagos de intereses. Cuando la gestión de
Macri con Nicolás Dujovne de ministro decidió no pagar las cuotas vigentes, el
saldo de deuda alcanzaba los u$s2.000 millones.
Como el país había vuelto a los incumplimientos, la tasa de interés
aplicable al caso argentino pasó al 9%, la máxima vigente para países con
problemas de pagos. Un paso importante dado en la negociación cerrada la semana
pasada, es que los intereses acumulados se eliminan, volviendo a la situación
de 2019. Para el Club era necesario tomar esa decisión, dato que si se hubiera
aplicado un solo mes de la tasa de 9%, todo el resto de la línea debía
mantenerse en ese nivel.
El acuerdo firmado el viernes es una adenda al de 2014, que extiende un
período de repago de trece cuotas semi-anuales, empezando en diciembre de 2022
para cancelarse definitivamente en septiembre de 2028.
La tasa de interés pasa del 9% actual a un esquema step-up, que empieza
en el 3,9% en las primeras tres cuotas y sube paulatinamente hasta el final del
plan; pero con tasa promedio final ponderada del 4,5%.
El perfil de pagos
implica una cuota promedio semestral de $170 millones (capital e intereses
incluidos). En los próximos dos años Argentina devolverá un 40% del capital
adeudado. Para dimensionar la mejora que esto representa, si se replicaban las
condiciones del acuerdo de 2014 para este entendimiento, en los próximos dos
años se habría devuelto el 58% del capital. |