Por Hernán Cappiello - El juicio contra la vicepresidenta Cristina
Kirchner concluirá a fines de noviembre o principios de diciembre con la
lectura del veredicto. Hoy finaliza la etapa de los alegatos, que incluyó la
exposición del fiscal para pedirle una condena de 12 años de cárcel a la
vicepresidenta y la oportunidad de los abogados defensores para rebatir esas
pruebas. Una certeza atraviesa a la Justicia: el veredicto, ya sea que se la
encuentre culpable o inocente, incluirá los dos delitos de la acusación: fraude
y asociación ilícita; no se separarán, como se especuló.
El fiscal Diego Luciani pidió que Cristina Kirchner sea condenada a una
pena de prisión efectiva de 12 años al acusarla de ser jefa de una asociación
ilícita agravada y de administración fraudulenta agravada por su condición de
funcionaria pública.
El último abogado que presentará su alegato es Miguel Arce Ageo,
defensor de los exfuncionarios de Vialidad. Hoy concluirá con su tercer día de
exposición, donde viene señalando que la fiscalía no exhibió desvíos de fondos
públicos.
Tras la audiencia de hoy es probable que los jueces del tribunal oral
Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso se tomen una semana de
plazo. El próximo lunes 7 darían traslado a los fiscales Diego Luciani y Sergio
Mola para que respondan a los pedidos de nulidad que realizaron algunos
defensores.
Los fiscales pueden realizar réplicas a los alegatos de los abogados
defensores. Las réplicas no son generales, sino que deben ser puntuales y sobre
asuntos que hubieran sido abordados en el alegato. Es decir que las réplicas
deben referirse a algo novedoso que no se hubiera incluido hasta ese momento.
Hay que recordar que los imputados son en total 13 y que la fiscalía
utilizó nueve audiencias para enumerar las pruebas contra cada uno de ellos,
con lo que las réplicas podrían extenderse por más de una audiencia.
Si hay réplicas, hay dúplicas. Es decir, que desde el punto de vista de
la estrategia, los defensores van a querer quedarse con la última palabra y
solicitarán rebatir los argumentos de las réplicas de los fiscales. Si hay
replicas para todos, habrá dúplicas para todos y el juicio podría extenderse
varias audiencias más.
Cuando se complete este intercambio, el juicio oral y público entrará en
su etapa final, que consiste en que los imputados digan las últimas palabras
ante los jueces que los juzgan. El Código Procesal dice que “de inmediato” el
tribunal pasará a deliberar para dictar un veredicto.
Las últimas palabras de la vice
Las últimas palabras son voluntarias y los acusados pueden elegir esta
oportunidad para hablar ante los jueces antes de que fallen. Cristina Kirchner
pidió hablar ante el tribunal al día siguiente del alegato del fiscal Luciani,
pero los jueces entendieron que no era la oportunidad procesal. La vicepresidenta
envió entonces un mensaje por YouTube desde su despacho del Senado.
Semanas más tarde, cuando alegó su abogado Carlos Beraldi, Cristina
Kirchner pidió actuar como abogada en causa propia y habló ella misma en su
alegato. Ahora podría aprovechar esta última chance de hacerse oír en el
juicio.
Por lo general, en los juicios orales las últimas palabras no son
técnicas. Por el contrario, son emotivas y apuntan a humanizar al imputado ante
los jueces que deben resolver sobre su futuro y su libertad. No sería el caso
de la vicepresidenta, que cada vez que tuvo oportunidad de hablar ante un
tribunal fue para denostar a los jueces y al proceso.
Tras las últimas palabras, de inmediato, los jueces pasarán a deliberar
para dictar un fallo. El Código prevé que en la deliberación secreta los jueces
resuelvan primero los pedidos de nulidades.
Luego llega la discusión sobre si existió el delito y, de haber
existido, la responsabilidad de cada imputado. El tribunal dictará sentencia
por mayoría de votos. El fallo no se conocerá hasta el final y los jueces se
mantienen herméticos. Los funcionarios del tribunal ya están trabajando,
chequeando contra los documentos del expediente cada detalle de los alegatos
para determinar si lo que dijeron los abogados y fiscales se corrobora con la
causa.
Hay dos delitos por los que se acusa a la vicepresidenta: asociación
ilícita y fraude. En la política se especula con que podría ser condenada por
fraude y absuelta por asociación ilícita. En los tribunales no se comparte esa
apreciación. Por el contrario, las especulaciones de los abogados que circulan
por Comodoro Py2002 y los funcionarios judiciales de otros tribunales se
acercan más a una condena por ambos delitos. “Si esto no es una asociación
ilícita, que la saquen del Código”, exageró un funcionario de la justicia
federal. Otros, en cambio, señalan que no hay manera de unir los actos de
Cristina Kirchner como presidenta con las irregulares en la obra pública de
Lázaro Báez. Las evaluaciones, por ahora, sólo aparecen a nivel de especulación.
“Yo ya estoy viendo la meta”, dijo a la nacion uno de los abogados que
participa del proceso, y que relató que prima la idea de llegar al final lo
antes posible, sin demoras.
No se sabe aún si la última audiencia será presencial, en Comodoro Py
2002, con los acusados diciendo sus últimas palabras en vivo, o si se hará de
manera remota, como transcurrió buena parte de este proceso.
El veredicto de este juicio oral y público, que comenzó el 21 de mayo de
2019, puede que se conozca a fines de noviembre o, a lo sumo, principios de
diciembre, antes de que finalice el Mundial, pero cuando ya quedará claro si la
Argentina tendrá chances de llegar al final.ß |