Domingo 30 - Por Salvador
Di Stefano - El blanqueo nos muestra que al país le
faltan dólares, mientras que el canje deja entrever que estamos
complicados con el financiamiento. Inflación superior
al 100% y dólares alternativos a $400 están a la vuelta de la
esquina.
El Gobierno nacional se ha quedado sin dólares (chocolate por la
noticia). Es algo que todos sabemos, penamos, padecemos y sufrimos
con altos niveles de inflación y faltante de mercadería.
El Gobierno, en lugar de proceder a estudiar y planificar un nuevo plan
económico, lo que hace es privatizar la llegada de dólares.
Todo tiene un costo, el que quiera importar podrá poner dólares que
obtuvo en el mercado negro, una forma de hacer sentir idiota al que pagó y
beneficiar al pícaro que evadió. Argentina, tierra de pícaros.
Los que tengan que comprar insumos en el mercado interno, también
podrían alegar la necesidad de poner dólares no declarados y adherir al
blanqueo. Esto es blanqueo para todos.
La construcción ya tenía un blanqueo para propiedades nuevas, ahora se
extendería a unidades usadas. No sería mala idea que se extendiera al sector
automotor, tanto para unidades nuevas como usadas. Si alguien quiere blanquear
dinero y necesita mis servicios, que no lo dude, le buscamos la vuelta y lo
hacemos. Necesitaríamos incorporarlo en el proyecto del presupuesto a la
mayor brevedad.
Las empresas constructoras que desean blanquear no están incorporando en
sus balances dólares billetes, si lo hicieran tendrían que valuarlos al valor
oficial. En este caso, si luego lo utilizan, serían vendidos al valor del dólar
bolsa, lo que generaría una utilidad del 100% y, consecuentemente,
pago de impuesto a las ganancias. En estos casos, las empresas venden los
dólares en el mercado informal e incorporan los pesos como una exteriorización
de fondos.
Esto lo que genera es una presión bajista en el dólar blue, que
seguramente disminuirá pasado el 19 de noviembre, hasta esa fecha solo se paga
un 5,0% por blanquear fondos, de allí en adelante la tasa aumenta a niveles del
10% por 180 días y, pasado dicho plazo, aumenta al 20% por 180 días más.
La política de hágalo usted mismo dará resultados negativos. Cuando los
agentes económicos pasen a blanquear dólares del mercado informal para la
importación, en sus costos, registrarán el valor del dólar a $300 y esto traerá
consigo un aumento de precios en el mercado.
Con insumos que se pagan a un valor de $300 y la exportación que te
reconoce un valor del dólar en $155,0, tenemos asegurada la pérdida de los
negocios exportadores. Este plan no funciona, porque el Estado solo mira su
necesidad y no la lógica de los negocios. ¿Qué podría salir mal? Todo.
Bonos: canje que te quiero canje
Algo que comenzó a ser muy popular en el mercado es el canje de
bonos. El Gobierno permanentemente anuncia la posibilidad de que entregues tu
bono por un nuevo bono con mejores condiciones. La necesidad tiene cara de
hereje.
La Tesorería primero trató de seducir a los agentes económicos con mayor
tasa, luego con productos financieros que ajustarán por inflación y dólar
mayorista. El último invento fue el bono dual, se ajusta por inflación o dólar
mayorista el que fuera mayor. La próxima colocación será, "dime que
quieres y lo armamos".
Resulta llamativo cómo estamos viendo un corrimiento a la suba de
la tasa interna de retorno de las letras y bonos que devengan una tasa
variable en el mercado, por ejemplo, el Bonte 2023, que vence dentro de un año,
rinde el 132,0% anual, una tasa muy estrafalaria, teniendo en cuenta que la
inflación podría ubicarse en torno del 120% anual dentro de un año.
Si comparamos las letras y bonos a tasa variable, con los bonos a tasas
que ajustan por inflación, tendremos como resultado la probable inflación que estima
el mercado.
Si comparamos bonos que tienen vencimientos similares, todo hace
presumir que ambos instrumentos deberían tener igual tasa, por lo tanto, si la
tasa de un bono a tasa variable sería el 100% y un bono que ajusta por
inflación tendría una tasa de 0%, podríamos presumir que la inflación
esperada sería del 100%.
Lo mismo ocurriría si comparamos los bonos a tasa variable y los bonos
que ajustan por dólar linked o dólar mayorista.
De relevar estos datos surge un cuadro en donde observamos que para el
año 2023 el mercado espera una tasa de inflación y devaluación del peso
superior al 100% anual, con una tasa de devaluación que se ubicaría por encima
de la tasa de inflación.
La tasa implícita de los dólares futuros se encuentra en un promedio del
120% anual, esto explica que es probable la inflación y devaluación por encima
del 100% anual.
Dólar y deuda en pesos: conclusiones y lo que
viene
Las reservas del Banco Central son escasas, el Gobierno abrió la puerta
para un masivo blanqueo minorista, para que puedas blanquear lo que necesites
para terminar de cerrar un negocio. No es algo estructurado, es algo así como,
decime que no te cierra del negocio, y te permito blanquear para que no te
quedes zapatero. Cualquier parecido con la palabra improvisación es mera
coincidencia.
El canje de la deuda en pesos será algo recurrente durante
todo el próximo año, vos canjeas y agregás edulcorantes a los canjes cuando
sabés que no podés cumplir con las obligaciones en tiempo y forma. Es comprar
tiempo o, como le dicen en el barrio, tirar la pelota para adelante; si le
queda al próximo gobierno, mucho mejor.
Las tasas en pesos que paga la Tesorería por la colocación de fondos a
un plazo de 30 a 360 días evidencia claramente lo que sucede en las cuentas
públicas. De cada $ 100 que se gasta, el Estado solo consigue $ 81 en forma
genuina, el resto lo tiene que pedir al mercado. De esta forma, la bola de
nieve de la deuda en pesos de la Tesorería y el Banco Central seguirán
creciendo. La deuda en pesos de la Tesorería ya suma el equivalente en dólares
de U$S 126.855 millones y la deuda en pesos del Banco Central suma u$s56.586
millones, entre ambas U$S 183.441 millones, el 42% de la deuda total de la
Tesorería y el Banco Central. Mientras más suba la tasa en pesos, más probabilidades
de mayor inflación y dólares alternativos más elevados a futuro.
Los dólares alternativos siguen anestesiados, sin embargo, no
hay que darlos por muertos (solo están dormidos), están a muy buen precio para
acopiar, con la expectativa de suba a $400 para fin de año. La posibilidad de
que el Congreso habilite al Banco Central a mayores emisiones de pesos, vía
adelantos transitorios, son una fuente de mayor inflación y brecha cambiaria
para los meses venideros. |