Por Patricio Eleisegui - El faltante de insumos importados como
consecuencia de la decisión política de "cuidar" los dólares no para
de hacer mella en el aparato productivo. A raíz de las trabas para el ingreso
de piezas provenientes del exterior, Fiat informó su decisión de suspender
la producción de su planta ubicada en Córdoba. La compañía aún no puedo
ajustar su operatoria al nuevo Sistema de
Importaciones de la República Argentina (SIRA) y el
resultado es un parate que inició durante la jornada del miércoles.
La decisión de Fiat frenó por completo la producción de unidades como el
Cronos, con cese parcial de actividades en las áreas de chapa, pintura y
montaje. Vía mensajes internos, la automotriz informó que la vuelta a la
actividad depende de la liberación de piezas trabadas en los puertos.
No es la primera vez que reduce su ritmo de producción a la espera de la
llegada de piezas, pero ahora aseguran que Córdoba está sufriendo el mayor
parate de los últimos tiempos.
El impacto que tiene esta situación para la fabricación del Cronos es
muy grande, ya que Fiat viene de producir 250.000 autos en su planta de
Ferreyra. El modelo en cuestión lleva apenas cuatro años en el mercado
y es el vehículo más vendido del país, según datos de la compañía.
Automotrices sin insumos: cómo impacta el
freno a la producción
El Cronos ostenta una participación del 10,8 por ciento en la torta de
rodados más producidos en la Argentina y acumula 26 meses consecutivos como el
auto líder del mercado con más de 109.000 unidades patentadas desde su lanzamiento.
La situación en Fiat ocurre a sólo una semana de que Renault y Nissan
también suspendieran actividades por efecto de las demoras en la
instrumentación del SIRA. "Con la implementación del nuevo sistema SIRA,
en Renault están trabajando para regularizar la provisión de piezas a Fábrica
Santa Isabel a la brevedad", indicó una fuente ligada a la industria
automotriz.
Por ese motivo, se frenó por un día la producción de las "pick
ups" Frontier y Alaskan.
A la par de lo que ocurre con las automotrices, los fabricantes de
electrodomésticos y electrónica en general también enfrentan complicaciones
para hacerse con piezas y repuestos para sostener la producción.
La posibilidad de faltantes pronunciados es reconocida por las entidades
que nuclean a los comercializadores de artefactos para el hogar.
"Si un comerciante va a comprar televisores o aire acondicionados a
una fábrica, bueno, directamente no hay. Hoy por hoy, sólo se dispone de
lo que pudiste haber negociado o comprometido en meses pasados", afirmaron
fuentes del sector de venta de, justamente, electrodomésticos.
El nuevo sistema de importaciones arrancó con
rechazos
Hace poco más de una semana, el debut del SIRA ocurrió acompañado de
polémica y se multiplicaron las quejas y reclamos entre los industriales, la
logística y el aparato de producción textil. Entidades como la Unión Industrial
Argentina (UIA) anticiparon un parate profundo a partir de la imposición
de estas nuevas pautas.
Tras una reunión de junta directiva, la entidad manifestó la "concreta
preocupación ante las complicaciones en el acceso a insumos importados para la
producción destinada al mercado interno y a la exportación".
A tono con este malestar, desde la Asociación de Importadores y
Exportadores (AIERA) también dieron muestras de malestar ante la falta de
"especificaciones desde el punto de vista operativo".
Uno de los sectores que rápidamente expuso críticas al SIRA es el de los
textiles, que a través de distintos representantes anticipó la potencial
paralización de la actividad si no se libera de forma urgente el ingreso a la
Argentina de prendas y telas. En ese sector aseguran que el rubro está a un
paso del freno total por falta de hilados y dan por descontado que faltará ropa
para el invierno de 2023. |