Por Sofía Diamante - El nuevo sistema para pedir autorizaciones para
importar cumplió una semana y, de momento, trajo más beneficios para el Banco
Central (BCRA) que para los importadores. Según destacan fuentes del sector de
comercio exterior, todavía no se autorizaron pedidos de importación de
productos que estén bajo licencias no automáticas (LNA), mientras que las
automáticas (LA) “se están demorando mucho”.
El Ministerio de Economía implementó la semana pasada el Sistema de
Importaciones de la República Argentina (SIRA), en reemplazo del Sistema
Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI), para mejorar el control de los
pedidos de autorización y dar “más previsibilidad” en las fechas de pago, según
explicaron en el equipo del ministro de Economía, Sergio Massa.
Según pudo saber la nacion, a aquellas empresas que tienen aranceles de
importación bajo licencia automática y fueron aprobadas para importar, se les
dio un plazo de 180 días en el que el Banco Central les venderá los dólares.
Este plazo es el mismo para las LNA, como dice la normativa del BCRA, aunque
todavía no hubo aprobaciones de estos pedidos.
Sin embargo, la mayor preocupación de los importadores está en la letra
chica de la nueva normativa, que no contempla la posibilidad de hacer un pago
anticipado al exterior, es decir, antes de que se realice el embarque.
Solamente se puede cancelar el pago entre 90 y 180 días después de que llega la
carga físicamente a la Argentina y se hace el despacho en la aduana
(nacionalización de la mercadería). En algunas excepciones se puede realizar el
pago antes del despacho, pero no antes de que la mercadería haya sido enviada
del lugar de origen.
“Si hago una compra de China, por ejemplo, el envío tarda 60 días. Y
recién a partir de que llega y se despacha corren los días para acceder a la
compra de dólares para pagar al proveedor”, explicó, en reserva, un empresario
del sector.
Una complicación
La imposibilidad de realizar pagos anticipados complica en particular a
aquellas empresas que compran en el exterior productos bajo ciertas
especificaciones técnicas (a medida), como puede ser un insumo para la
producción. “Es algo que el proveedor tiene que armar específicamente para vos
y no se permite pagarle de manera anticipada. Esto hace que sea muy complejo
para un empresario que le pida un insumo para su producción local. Es algo
normal pagar una seña, como cualquier persona que le pide a un carpintero que
haga un trabajo para su casa”, se quejan en la industria.
Con las SIMI, si bien había muchos requisitos que se tenían que cumplir,
se podía realizar pagos anticipados al exterior, mientras que ahora no se
contempla esa posibilidad, según el artículo 1 de la comunicación A7622 del
Banco Central que reglamenta el nuevo esquema.
En el equipo económico indicaron a este medio que, “hasta ayer [por
anteayer], en la Aduana hubo solo un planteo urgente por parte de Iveco, que ya
fue solucionado”.
La implementación del nuevo sistema benefició en los últimos días al
Banco Central, que tuvo que vender reservas solo un día, mientras que logró
recomprar en los siguientes.
De esta manera, desde el lunes 17, la entidad monetaria acumula un saldo
favorable de US$7 millones, en comparación con la pérdida de US$344 millones
que tenía en los seis días hábiles anteriores al debut de SIRA.
Actualmente, el 29% de los dólares importadores en el país están bajo
posición arancelaria de licencia no automática. “Es el nivel máximo histórico
alcanzado”, se quejan en el sector.
En el Gobierno, sin embargo, destacan que el nivel de importaciones
alcanzó volúmenes altísimos en el año, pero eso se debe a la inflación
internacional en dólares y a la recuperación económica, luego de la pandemia.
Según el informe de Intercambio comercial argentino (ICA), que realiza
el Indec, en los primeros nueve meses del año, hubo importaciones por un total
de US$64.520 millones, lo que significa un incremento de 40,4% con respecto al
mismo período de 2021. De ese total, los precios de las compras del exterior
aumentaron 19,9%, mientras que las cantidades crecieron 17,1%.
Según explican los analistas económicos, por cada punto del producto que
crece la economía, las importaciones aumentan 3% del PBI. “Los valores más
altos de importaciones se dieron entre 2011 y 2013, cuando se realizaron
compras al exterior por un total superior a los US$73.000 millones. Todavía
seguimos detrás de ese número, pese a la inflación. Por lo tanto, todavía sigue
siendo recuperación, no crecimiento”, explicaron.● |