Por Carlos Arbia - El ministerio de Economía volverá esta semana a
los mercados para completar el financiamiento en pesos que necesita
para octubre. El próximo
jueves se producirá la segunda licitación de letras del mes, en la cual se
prevé cubrir vencimientos de letras y bonos por el equivalente a unos $135.000
millones.
Entre los principales compromisos que debe afrontar
la Tesorería figura un pago de Letra de Descuento (Lede) por $129.089
millones con vencimiento el 31 de este mes. Luego en materia de pago de
intereses aparecen otros $4.035 millones de un Bono ajustable por CER (BONCER)
del próximo jueves por $578 millones de un Bonte al día siguiente, y $367
millones del Bono Dual 2024, el 30 de octubre.
También tendrá que hacer frente a un pago de $343 millones de capital y
de $179 millones de intereses del Bono del Consenso Federal, de acuerdo
con el detalle que informa la Oficina del Presupuesto del Congreso (OPC).
Desde la consultora financiera Criteria señalan que: "los
operadores coinciden que este mes se endurecieron fuerte las condiciones
de acceso al mercado para el Gobierno, luego de septiembre, cuando
mediante la colocación de bonos duales había conseguido un financiamiento neto
casi por el doble de lo que había salido a buscar".
Una licitación que no representa un desafío
Con respecto a esta licitación destacan que al parecer no
representaría una prueba muy desafiante a priori, pero tras la experiencia del
miércoles, y por las necesidades de financiamiento neto, podría llegar a serlo.
Este monto está explicado en su mayoría por el vencimiento de la LEDE de
octubre. De ese monto se estima que un 97% está en manos del sector
privado y el resto en manos del sector público.
Hay que destacar que en la última licitación de la semana
pasada el miércoles pasado Tesoro consiguió unos $185.000 millones,
superando ligeramente los vencimientos en el mes, que alcanzaban casi $168.000
millones hasta la fecha de liquidación.
El número conseguido estuvo levemente por encima del esperado por el
mercado ya que incluyó los pagos del BONTE30 en pesos colocado a
organismos públicos. Por lo tanto el financiamiento neto en lo que va del mes
según los números del Tesoro llega a unos 17.000 millones de pesos.
Del total de financiamiento obtenido, el 48% estuvo
representado por instrumentos a tasa fija y, el 52% restante, a instrumentos
ajustables por CER. Asimismo, el 8% correspondió al instrumento con vencimiento
en 2022 y, el 92% restante, a los instrumentos con vencimiento en 2023.
Cuántos pesos debe tomar el Tesoro de acá a
fin de año
Por otra parte y en base las estimaciones de la
consultora Portfolio Personal el Tesoro debería tomar del mercado
alrededor de $250.000 millones por mes en el último trimestre para poder
cerrar con un déficit primario de un 2,75% del PBI que estaría por encima de la
meta del 2,5% del PBI comprometida con el FMI para este año.
Es ese aspecto hay que destacar que el economista Ricardo
Arriazu la semana pasada en el evento Summit 2022 al referirse a la futura
refinanciacion de la deuda en pesos señaló que: "estamos mejor que en
junio y julio donde el Tesoro estuvo muy cerca de un nuevo default pero salió
de ese problema refinanciando la deuda con un bono dual que ajusta por un lado
por la evolución del dólar oficial y por otro lado por la inflación pero el
problema es que en septiembre del año próximo antes de las elecciones vencen
unos 4 billones de pesos y en ese aspecto hay que señalar que uno de los
problemas más complicados que afrontará el gobierno en la última parte del 2023
serán los vencimientos de la deuda pública en pesos indexados por la evolución
del dólar y de la inflación que por lo tanto no se pueden licuar".
En relación a la evolución de la deuda pública el
economista Salvador Di Stefano explica a Iprofesional que la misma
tiene dos componentes por un lado la deuda de la Tesorería y por el otro
la deuda del BCRA que en conjunto suman unos 436.400 millones de dólares.
Con respecto a la deuda de la Tesorería está suma unos 380.000 millones
de dólares y representa el 83,0% del PBI. De ese total unos 253.000
millones es deuda nominada en dólares mientras que otros 127.000 millones es
deuda nominada en pesos. Por otra parte, hay unos 55.500 millones de dólares de
ese total que es deuda nominada en pesos a tasa variable y otros 71.400
millones que es deuda en pesos ajustada por inflación y con un alto vencimiento
en los próximos 24 meses.
La deuda de la Tesorería aumentó unos 60.000 millones de
dólares desde que asumió el gobierno Alberto Fernández, mientras que en
todo el periodo de Mauricio Macri esta deuda había creció unos 80.000
millones de dólares. En el caso de la deuda contraída por el BCRA la
misma llega a unos U$S 56.500 millones y representa el 12,5 % del PBI. La misma
en el gobierno de Alberto Fernández creció unos 37.000 millones de dólares y
durante el gobierno de Maurice Macri cayó en unos 8.000 millones de dólares.
La deuda total
Por lo tanto de acuerdo a los números de Di Stefano, si sumamos las
deudas de la Tesorería y del BCRA el total es de unos 436.400 millones de
dólares y la misma representa el 95,4% del PBI. En lo que va del gobierno de
Alberto Fernández aumentó unos 96.200 millones de dólares. En tanto, en los
cuatro años de Mauricio Macri esa deuda aumentó en unos 72.000
millones de dólares y el monto total de la misma llegó a más de 340.000
millones de dólares.
"En los dos últimos gobiernos sumamos deuda por u$s168.326
millones, esto habla a las claras que nadie apostó por el superávit fiscal,
todos gastaron más de lo que ingresó, se financiaron con deuda y aquí estamos,
con más pobreza, inflación e inseguridad" explicó
a iProfesional Di Stefano.
La evolución de la deuda pública argentina también está relacionada con
el escenario internacional en particular el crecimiento de la economía
americana. En ese aspecto hay que destacar que de acuerdo a los analistas
de Criteria "la rentabilidad del bono americano a diez años, ha escalado a
máximos de 2008, al seguir avanzando desde el 4%".
Di Stefano señala además que el mejor escenario para Sergio
Massa es un año 2023 con un déficit primario del 2,9% del PBI y pago de
intereses por 1,6% del PBI, a esto hay que sumarle que la deuda del Banco
Central es imparable y podría generarle un déficit cuasifiscal de 5,0% del PBI.
Las soluciones no están para una coyuntura internacional difícil de surfear y
dado el contexto internacional y local, no hay forma de que en el año 2023 nos
libremos de un escenario de inflación de tres dígitos, una suba del tipo de
cambio mayorista de igual magnitud, y una brecha cambiaría por encima del
100%.
Por su parte los analistas de Portfolio Personal señalan
que el acceso al mercado doméstico de deuda en el futuro se puede suavizar si
los fondos de organismos multilaterales que prometió Sergio Massa en especial
del BID se acreditan antes de fin de año. La reciente licitación dejó a los
operadores financieros con una sensación confusa ya que el Tesoro refinanció el
total de los vencimientos, pero los fondos frescos estuvieron muy por debajo de
lo esperado.
Por otro lado, la salida de fondos por unos 40.000 millones de pesos
registrada hace dos semanas muestra una situación de
fragilidad. A esto se suman los nuevos números monetarios que manejan
varios analistas del mercado financiero local y de Wall Street en particular de
una nueva fuerte emisión de pesos del BCRA en los últimos días
Argentina enfrenta una coyuntura muy especial, tiene déficit fiscal
total equivalente al 5 % del PBI, y sus reservas netas son muy reducidas y
llegan apenas el 8 % del PBI y de acuerdo a la opinión de Arriazu debería
tener superávit fiscal y reservas equivalentes al 20% del PBI y
también destaca que el problema de la deuda pública es solucionarle en el largo
plazo si hay reglas de juego claras y los gobiernos que vengan decidan gastar
menos de lo que ingresa y no tengan que utilizar la emisión sin respaldo del
BCRA para financiar el déficit fiscal. |