Por
Luis Beldi - Si algo saben los argentinos es que cuando aparece una
novedad positiva a futuro, inmediatamente hay que vender los dólares y pasarse
a pesos. Conocen los riesgos y que la tregua puede ser corta, pero rentable.
Entonces hacen plazos fijos, cauciones, compran bonos en pesos indexados o a
tasa de interés y toman las ganancias en moneda local. Cuando nace el hecho que
provocó el movimiento, inmediatamente recompran los dólares con los pesos
ganados e incrementan su colchón de divisas.
Los
dólares financieros con sus caídas a partir del 27 de enero pasado, un día
antes de cancelar la deuda con el FMI, perdieron 9% y en ese lapso el promedio
de las ganancias en pesos fue de casi 2%. En otras palabras, quien vendió 1.000
dólares MEP el 27 de enero a $ 223.750 e hizo una caución o colocó en un fondo
de money market de un banco, hoy tiene $ 228.225. Si decide
volver al dólar MEP hoy tiene USD 1.120 dólares. La caída de la divisa y la
tasa de interés en pesos, le permitió ganar 12% en dólares en apenas 20 días.
Esta operación tan simple, se la conoce como “carry trade” y es lo que está
haciendo una parte importante del mercado ante la seguridad del acuerdo con el
FMI, de la suba de tasas que se avecina y del desembolso en dólares del
organismo que hará que las divisas sean menos escasas.
Cabe
aclarar que por eso los Bonos del Tesoro que ajustan por el costo de vida
(Boncer) están entre los más buscados. El TX22 ayer subió 0,12%. La tasa de
inflación parece ser difícil de superar.
Están
los que juegan otra opción: la de los bonos que ajustan por el dólar oficial.
El TV22, el más representativo de estos títulos aumentó 0,18% porque los inversores
creen que en marzo la tasa de devaluación superará la suba de dólares
financieros e incluso puede igualar o superar a la inflación. Los que quieren
asegurarse una ganancia en pesos apostando al dólar juegan en el mercado de
futuros donde el dólar a fin de marzo cotiza a $ 112,10 y permite obtener una
tasa de 5,19%. Quien tenga el temple de hacer la jugada puede obtener una
excelente renta en dólares. La ventaja es que puede salir de la posición de
futuros cuando lo desee.
En
este escenario no extrañó que los bonos que rigen el precio de los dólares
financieros tuvieran su segunda suba consecutiva. El AL30 aumentó 0,89% en
dólares y el GD30, 1,55%. Esto hizo que el dólar MEP perdiera $ 1,31 a $ 203,93
y el contado con liquidación $ 1,22 a $ 211,39.
Y
con estos precios se abre otro juego con ganancias tentadoras, aunque roza la
marginalidad. El “blue”, que bajo 50 centavos a $ 215 tiene una diferencia de $
8 con el dólar MEP. Cabe aclarar que el valor del dólar al venderlo es de $
212. El “puré”, como se llama a esta operación, deja $ 8 por dólar, pero
implica riesgos porque hay que justificar el dinero ante la AFIP si salta algún
reporte de operación sospechosa (ROS).
En
la plaza mayorista, en tanto, la devaluación pareció bajar el ritmo. El dólar
subió apenas 10 centavos a $ 106,58 y el Banco Central no intervino, por lo
tanto, no llevó divisas a sus arcas. Así y todo, las reservas subieron USD
25 millones a 37.305 millones.
La
euforia del mercado cambiario se trasladó a los bonos de la deuda con ley
extranjera porque los mercados del exterior se calmaron tras el avance
diplomático en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Las Bolsas de Nueva York
subieron y el bono del Tesoro de Estados Unidos a 10 años bajó y elevó su
rendimiento a 2,05%. El riesgo país, ante este movimiento, retrocedió nada
menos que 26 unidades a 1.742 puntos básicos. En dos días, la caída fue de 61
puntos (-3,38%). Acá también hay fuertes ganadores porque con estos bonos se
hicieron de hasta 4% de ganancias en dólares.
La
Bolsa, con esta actitud de ser menos conservadores, revivió. El S&P Merval,
el índice de las acciones líderes, aumentó 2,87%. El monto de negocios de $
1.258 millones, le dio sustento al movimiento porque se hizo con una importante
cantidad de manos operando.
Los
papeles más beneficiados fueron Transportadora Gas del
Norte ( 10,80%) porque se confirmó que ganó en segunda instancia un juicio
a YPF por USD 231 millones por facturas impagas. El contagio llegó
a Transportadora Gas del Sur que subió 6,25%. A pesar del fallo
adverso, YPF creció 6,04%.
Los
ADR’s -certificados de tenencia de acciones y ETF’s que cotizan en las Bolsas
de Nueva York- operaron $ 4.201 millones, un volumen aceptable pero no
sobresaliente.
Los
ETF de Brasil (EWZ) que representan 85% de las acciones de la Bolsa de San
Pablo, sobresalieron con un alza de 1%. El de emergentes, el EEM, aumentó 0,7%
y el del oro,1%. Entre los ADR’s se destacaron Banco
Francés ( 7,5%), Transportadora Gas del Sur ( 6,5%)
y Galicia ( 6%).
El
FMI sigue siendo el principal influyente en el comportamiento de los
inversores. Nada indica que esta tendencia vaya a cambiar en el corto plazo.
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