El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió
que la inflación sigue
siendo un "riesgo significativo" sobre las economías que conforman el
G20 pero confió en que la suba de precios debería moderarse gradualmente
durante el año.
En
la previa de la reunión que llevarán adelante los ministros de finanzas y
banqueros del G20 esta semana, el organismo multilateral manifestó su sorpresa
por la inflación y adjudicó las causas al aumento de precios de las materias
primas y del transporte marítimo además de desajustes en la oferta y la demanda
y un cambio en la demanda de más bienes.
Sin
embargo, "las expectativas de inflación a largo plazo se mantuvieron en
general bien afianzadas en las economías con marcos regulatorios sólidos", afirmó
la entidad.
El
FMI señaló que los riesgos a la baja siguen dominando y que los indicadores
económicos publicados después de que rebajara su previsión de crecimiento
mundial en medio punto porcentual hasta el 4,4% en enero apuntaban a un
"débil impulso del crecimiento". Las reiteradas restricciones a la
movilidad en la zona del euro, Japón y Reino Unido han debilitado la actividad
del sector servicios en los últimos meses, mientras que la propagación del
coronavirus ha hecho mella en la confianza de los consumidores en Estados
Unidos.
Según
los responsables del FMI, las perturbaciones del suministro han restado
probablemente entre 0,5 y 1 punto porcentual al crecimiento del Producto
Interno Bruto mundial en 2021, y han elevado la inflación subyacente en 1 punto
porcentual.
Riesgo a economías
emergentes
El
Fondo Monetario también realizó una mención a la posible aparición de nuevas y
peligrosas variantes del COVID-19 que podría arrastrar la actividad económica.
Los desajustes entre la oferta y la demanda también podrían tardar más en
resolverse de lo previsto, lo que podría lastrar la producción y alimentar la
inflación salarial, algo que a la larga podría provocar un endurecimiento de la
política monetaria antes de lo previsto en las principales economías avanzadas,
especialmente en Estados Unidos, de acuerdo con el FMI.
"Esto
podría frenar las perspectivas de crecimiento mundial, provocar un
endurecimiento repentino de las condiciones financieras y provocar la salida de
capitales de las economías de mercado emergentes", dijo el FMI, señalando
el riesgo añadido que suponen los niveles de deuda ya elevados.
La
economía china podría sufrir una mayor desaceleración de su crecimiento si se
produjeran nuevos problemas en su mercado inmobiliario, si el consumo privado
no se recuperara y si un brote generalizado de COVID-19 causara nuevos
trastornos, advirtió.
"Los
bancos centrales de las economías de mercado emergentes deberían estar
preparados para afrontar un impacto adverso si la inflación sigue aumentando en
las principales economías y si ellos suben las tasas de interés más de lo
previsto",
concluyeron.
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