La directora gerenta del FMI dijo que el principio de acuerdo con Argentina sobre un nuevo préstamo "stand- by" es "pragmático" y que apunta a lidiar con los problemas estructurales más significativos del país.
El Presidente Alberto Fernández viene de realizar un viaje oficial a Rusia y China, donde anunció nuevas inversiones. "Al reducir la probabilidad de default con el FMI, el acuerdo podría disminuir la extrema incertidumbre que ha imperado en los mercados en los últimos meses, cuando muchos apostaban a aquel desenlace", dijo Víctor Beker, experto de la Universidad de Belgrano.
"Sin embargo, la turbulencia política que sucedió al anuncio del acuerdo conspira contra este resultado, manteniendo abiertos los interrogantes sobre el futuro económico y político", señaló.
"A medida que transcurra el tiempo se verá cuál es el efecto real del acuerdo sobre las variables económicas. Hay que recordar que el país tiene una larga historia de acuerdos firmados con el FMI a partir de 1959 y una casi tan larga de incumplimientos", concluyó.
"Tensar mucho la cuerda de la negociación en esta coyuntura delicada por motivos políticos o ideológicos luce como una estrategia alternativa de jugar con fuego", dijo VatNet Research, y añadió que "ante un posible acuerdo favorable a corto plazo, no tendría una explicación racional el disenso político al respecto".
"Analizamos uno de los puntos del potencial acuerdo con el Fondo, el déficit: la financiación del déficit primario más los intereses de la deuda en pesos se financiarían con una mezcla de asistencia del BCRA, financiamiento blando de organismos internacionales y colocaciones de nueva deuda", estimó Delphos Investment en un informe.
Agregó que "esto implica una tasa de renovación del principal y vencimientos de intereses de aproximadamente 120%, muy similar al de 2021 (122%). Este objetivo parece alcanzable para Hacienda gracias a la incentivos regulatorios y la gran liquidez del sistema financiero". "Los rígidos límites sobre el financiamiento monetario que incluiría el acuerdo son al mismo tiempo un importante factor que ayudará al Gobierno a no desviarse de la meta fiscal", estimó la consultora Ecolatina.
"La mayor 'laxitud' lograda en materia de la trayectoria fiscal deberá ser cubierta con otras fuentes, ya sea de organismos internacionales (el monto proyectado por el Gobierno luce voluntarista) o incrementando el financiamiento neto en el mercado, agregando presiones a futuro sobre la -todavía reducida- carga de intereses y sobre el resultado cuasifiscal", explicó.
"Con una perspectiva de ingresos laborales estable para este año y sin impulso por el lado fiscal, el consumo seguirá evolucionando a un ritmo bajo (del 4%), perdiendo potencia a medida que termine el verano, disminuya el ingreso disponible con el aumento de las tarifas, y continúe el empobrecimiento de la clase media", reveló en un informe la consultora Abeceb.
"A nivel cambiario, mientras la atención sigue concentrada en la evolución de las reservas netas, los operadores continúan esperando novedades sobre posibles cambios en la estrategia, los cuales podrían llegar desde un más acelerado ritmo en el 'crawling-peg' y una nueva suba de tasas en busca de ofrecer rendimientos reales positivos", señaló Gustavo Ber, economista de Estudio Ber.
"Según el pedido del FMI, y si el acuerdo se sostiene, el BCRA debe empezar a recomponer reservas. En particular, pide una acumulación de 5.000 millones de dólares, monto levemente superior a lo que será la devolución de los pagos ya realizados al FMI por u$s4.500 millones", explicó Invecq Consulting.
Agregó que "este escenario nos deja dos opciones: mayor ritmo de devaluación, que deprima la actividad económica y reduzca la presión sobre las importaciones, o bajar la demanda de dólares a través de nuevos cierres en las cantidades".