Sábado 29 - Por Cecilia Devanna - Con “la soga al cuello”, como
graficó el presidente Alberto Fernández, la Argentina y el Fondo Monetario
Internacional alcanzaron un principio de acuerdo para reprogramar la deuda de
US$44.500 millones que tomó la administración Macri. El anuncio permitió evitar
el default, ya que el Gobierno pagó la cuota del préstamo que vencía ayer.
El
programa que se negocia incluye la aceptación de un sendero de baja del déficit
que llegaría a 0 en 2025, tal como exigía el organismo multilateral y resistía
el ministro de Economía, Martín Guzmán. También se habla de una reducción de
subsidios energéticos y de la emisión para financiar el rojo fiscal.
“Sin
acuerdo no teníamos un horizonte de futuro”, dijo Fernández al anunciar el
acercamiento que poco después confirmó el FMI con un comunicado de su staff. El
Presidente aclaró que “no habrá condicionamientos”, reformas estructurales ni
“un salto devaluatorio”.
Falta
negociar la letra chica y la aprobación del directorio. Si eso pasa, el FMI
adelantará el dinero para pagar cada vencimiento de aquí a 2024 y hará
revisiones trimestrales de la marcha del programa. El préstamo se devolvería
entre 2026 y 2034.
El
presidente Alberto Fernández anunció ayer un principio de acuerdo con el Fondo
Monetario Internacional (FMI) para refinanciar la deuda de 44.500 millones de
dólares que tiene la Argentina con el organismo multilateral de crédito y dijo
que se iba a lograr sin ajuste ni reforma laboral, y sin poner en riesgo el
crecimiento del país.
El
anuncio se realizó mediante un mensaje grabado en la quinta de Olivos que fue
difundido a las 10 de la mañana de ayer. Luego, el jefe de Gabinete, Juan Manzur,
y el ministro de Economía, Martín Guzmán, explicaron algunos detalles del
entendimiento, que prevé una reducción del déficit fiscal y un compromiso de
reducir la emisión monetaria.
“No
nos impone llegar a un déficit cero”, dijo el Presidente. Sin embargo, Gita
Gopinath, número dos del FMI, dijo después en Twitter que el acuerdo contempla
déficit cero en 2025.
Casi
en simultáneo, el FMI se reunió en Washington y emitió un comunicado en el que
señaló que se llegó a un “entendimiento sobre las políticas claves” de un
eventual acuerdo con el gobierno de Alberto Fernández, pero remarcó que las
negociaciones continúan y todavía resta un trecho por recorrer para llegar al
acuerdo definitivo, que además deberá ser avalado por el Congreso argentino y
el board del organismo. Tras los anuncios, la reacción de los mercados fue
favorable (ver aparte).
Luego
del mensaje presidencial, Julie Kozack, directora adjunta del Departamento del
Hemisferio Occidental, y Luis Cubeddu, jefe de misión para la Argentina,
hablaron de dos pilares del futuro plan, el sendero de ajuste fiscal y el marco
para la política monetaria, clave en la lucha contra la inflación. La directora
gerente del FMI, Kristalina Georgieva, dijo que estaba “alentada” por el avance
con la Argentina para “alcanzar un entendimiento sobre políticas claves para un
programa avalado por el FMI para afrontar los desafíos actuales como la
inflación y asegurar un crecimiento sostenible e inclusivo”.
El
Presidente en su mensaje televisado, siempre mirando a cámara, con los jardines
de la residencia presidencial como escenografía, afirmó: “Quiero anunciarles
que el gobierno de la Argentina ha llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional”.
El
anuncio se efectuó ayer cuando vencía un pago de 718 millones de dólares, al
que se suma otro de un poco mas de 300 que tendrá lugar pasado mañana. El
gobierno hizo el pago de ayer y dejó las reservas del Banco Central en su
mínimo en más de cinco años (ver aparte).
Fernández
aseguró que el acuerdo no dispone “saltos devaluatorios” y se mostró optimista
porque dijo: “No restringe, no limita ni condiciona los derechos de nuestros
jubilados que recuperamos en el año 2020. No nos obliga a una reforma laboral.
Promueve nuestra inversión en obra pública”.
En
su mensaje, que duró cinco minutos, el Presidente afirmó que el pacto “no
impacta en los servicios públicos, no relega nuestro gasto social y respeta
nuestros planes de inversión en ciencia y tecnología”.
Y
aseguró: “Además, vamos a poder acceder a nuevos financiamientos, precisamente,
porque este acuerdo existe”. Fue entonces cuando afirmó que: “Este
entendimiento prevé sostener la recuperación económica ya iniciada. Prevé que
no habrá caída del gasto real y sí un aumento en la inversión de obra pública
del gobierno nacional. Tampoco dispone saltos devaluatorios”.
El
Presidente no brindó precisiones sobre los alcances del acuerdo, y se limitó a
plantear todas las supuestas conquistas logradas en las largas negociaciones
con el stafftécnico del FMI. “Sufríamos un problema, y ahora tenemos una
solución”, planteó y sin nombrarlo aludió al gobierno de Mauricio Macri como el
causante de se problema. “La historia juzgará quién hizo qué. Quién creo un
problema y quién lo resolvió”, dijo. Agregó: “Sin acuerdo, no teníamos un
horizonte de futuro” y que “con este acuerdo, podemos ordenar el presente y
construir un futuro”. Tras lo que consideró que, “en comparación con otros
anteriores que la Argentina firmó –y es bueno recordarlo– este acuerdo no
contempla restricciones que posterguen nuestro desarrollo”.
Luego
consignó que, “sin el acuerdo, las posibilidades comerciales, económicas y de
financiación que nuestra nación necesita estarían seriamente limitadas”. E
insistió en que: “Este acuerdo no nos condiciona” y lo describió como que estaba
“basado en la confianza del mundo en nuestras capacidades. Tenemos que crecer
para poder pagar. De otro modo no era posible, y tampoco lo será”.
“Teníamos
una deuda impagable que nos dejaba sin presente ni futuro y ahora tenemos un
acuerdo razonable que nos va a permitir crecer y cumplir obligaciones a través
de nuestro crecimiento”, mencionó en otro de los tramos. Al tiempo que prometió
“ordenar las cuentas públicas sin condicionar las políticas de justicia
social”.ß
Alberto
Fernández Presidente de La nación “teníamos una soga al cuello, una espada de
damocles, y ahora tenemos un camino que podemos recorrer” “Había un problema
gravísimo y urgente, y ahora tenemos una solución posible y razonable” “no
restringe, no limita ni condiciona los derechos de nuestros jubilados” “no nos
obliga a una reforma laboral. Promueve nuestra inversión en obra pública. no
nos impone llegar a un déficit cero”
|