Por
Javier Blanco - El Gobierno enfrentará hoy el primer desafío importante del
año, en el que tratará de enderezar su política de financiamiento del déficit
para no depender tanto de la emisión de dinero, dado el costo inflacionario que
ha generado, el impacto que ya muestra en la competitividad del peso y el
escollo que supone ese método para avanzar en un acuerdo con el FMI.
Intentará
captar del mercado local al menos unos $240.000 millones mediante la emisión de
7 instrumentos de deuda, cifra que le alcanzaría para atender los vencimientos
que enfrenta a fin de mes ($213 millones por una letra de descuento –LEDE– y
otros $27.000 millones por una letra de liquidez –Lelite–).
Dicho
monto le permitiría además refinanciar todo el pasivo que le vencía en enero
(tomando $180.000 millones ya le alcanzaba por lo colocado en la primera
subasta del mes) y hacer algo de “caja” para comenzar a enfrentar algo más aliviado
el cargado cronograma de compromisos que presenta este año.
Pero
no despejaría las dudas que se abren en el mercado sobre la capacidad para
financiar sus necesidades de gasto por esta vía, tomando en cuenta que este año
enfrenta vencimientos de deuda por unos $4,3 billones y que superan en un 20% a
la Base Monetaria (BM) y que el “apetito” por los pesos está lejos de
regenerarse.
“El
Tesoro debería apuntar a captar más dado el exigente calendario de vencimientos
que se le viene en el primer semestre del año”, apuntó en un informe el Grupo
SBS.
Además,
porque la asistencia que podría recibir en las actuales circunstancias del
Banco Central (BCRA) es exigua. “Hay solo $1000 millones de disponibilidad de
Adelantos Transitorios. Con menor margen de emisión por imposición del FMI o
por los límites que fija la Carta Orgánica del Central la desconfianza en el
financiamiento voluntario en el mercado de pesos puede retornar como lo hizo en
el segundo semestre de 2019”, advirtió en un informe la consultora LCG.
Todo
esto parece obligar a la política de financiamiento que llevó adelante la
gestión del ministro Martín Guzmán, a mejorar su performance.
“Con
el mercado internacional cerrado y un límite de asistencia monetaria más
ajustado que el año pasado (1,9% del PBI vs 4,6% en 2021), el financiamiento
doméstico cobrará gran relevancia”, coincidió Portfolio Personal Inversiones
(PPI).
El BCRA le allana el camino
Por
lo pronto, la entidad que conduce Miguel Pesce luce ocupada en allanarles el
camino a las colocaciones del Tesoro, aumentando los incentivos para que los
bancos migren parte del dinero que tienen invertido en pases pasivos a 7 días a
papeles de la deuda pública.
De
hecho, al comenzar la semana volvió a recortar del 34 al 32% la tasa de interés
que paga por esas colocaciones (estaba en el 36,25% al comenzar el año) para
que definan si recolocan esos fondos en sus letras de liquidez (Leliq) al 40% o
se dejan tentar por LEDE de 120 a 150 días que prometen tasas del 42,4 al 43,8%
anual.
En
tanto, la Secretaría de Finanzas, a cargo de Rafael Brigo, buscará al menos
extender los plazos promedio de las colocaciones que realice, algo en lo que no
consiguió avanzar durante 2021, como tampoco pudo cumplir con su plan
financiero original, que implicaba cubrir el 40% del rojo fiscal con emisiones
de deuda (apenas superó el 20%).
“Salieron
con un menú enfocado en tasa fija para alternativas de corto plazo y con
instrumentos CER de mayor plazo para aprovechar las tasas reales bajas en el
mercado secundario tras el rally de los ajustables y forzar al que quiera
cobertura inflacionaria a estirar duración”, apuntó PPI.
Para
los analistas de consultora Neix, lo que resta por verse es “el papel que
jugarán los bancos que han mudado $600.000 millones de pases a Leliq cortas (que
crecieron en unos $1000 millones) pero ya desafían el límite de stock que tiene
delimitado por la magnitud de plazos fijos privados captados”.
En
la subasta a desarrollarse hoy el Gobierno ofrece pagar tasas indicativas que
van del 35,25 al 27,25% nominal anual, para colocaciones que van sólo de 14 a
20 días (destinadas a la demanda de los Fondos Comunes de Inversión), del 42,63
al 45,22% nominal anual para los que acepten plazos que van de 4 a 6 meses
(LEDE en todos los casos) y del 0,15 al 2,66% para los que busquen instrumentos
con capital ajustable por inflación (Lecer y Boncer a vencer dentro de 354 o
907 días –enero del 23 o julio del 24–), que suelen ser muy demandados, lo que
ayuda a bajar su costo de emisión.
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