Por Liliana
Franco - “La salida de la pandemia y la
plena recuperación económica están al alcance de la mano del comunidad global”,
así comienza el capítulo titulado ¿Cómo deberían responder los políticos?, del
informe Perspectivas de la Economía Mundial (WEO) dado a
conocer este martes.
En
la introducción el FMI reconoce
que habrá un “espacio fiscal más limitado que antes de la pandemia y aumento de
la inflación”, y que estas condiciones plantea un difícil desafío a la
política. En este sentido, el organismo considera que “una
cooperación internacional audaz y eficaz será pues imprescindible”.
Salud
En
la medida que persiste la pandemia, el Fondo Monetario Internacional considera
que “es más sobresaliente que nunca poner el énfasis en una estrategia
de salud global efectiva”.
El
trabajo señala que la proporción de la población completamente vacunada es de alrededor del 70%para las personas de altos ingresos. Sin
embargo, es del 4 % para los países de bajos ingresos. Y 86 países, que representan 27% de la población mundial, no alcanzó
el objetivo de vacunación del 40% para fines de 2021(excluyendo
refuerzos) establecidos en la propuesta de pandemia del FMI.
Entre
las recomendaciones de políticas contenidas en el informe Perspectivas de la
Economía Mundial, el organismo multilateral considera que para reducir el
riesgo del surgimiento de más variantes peligrosas de COVID-19, es esencial aumentar el acceso mundial a vacunas, testeos y
tratamientos. Esto requiere una mayor producción de
suministros, así como mejores prácticas en cada país y una distribución
internacional más justa.
A
juicio del organismo, la propagación de Ómicron solo ha amplificado la necesidad de una acción urgente.
Desde
esta perspectiva, insta a que la comunidad mundial debe equilibrar el objetivo
de ayudar a todos los países a lograr los objetivos con la asistencia de los
países altamente vacunados.
Advierte
que, sin este esfuerzo mundial, aumenta la probabilidad de que
el virus mute aún más.
Asimismo
considera a que sigue siendo imperativo mejorar los testeos, ya que la eficacia
depende de la identificación oportuna de los casos. Finalmente, se debe considerar la posibilidad de incentivar las transferencias
de tecnología y la concesión de licencias a nivel mundial.
Política monetaria
Otro
capítulo destacado se refiere a la política monetaria que “en muchos países deberá continuar en un camino de ajuste para
frenar las presiones inflacionarias”. Advierte, además, que en este
contexto la política fiscal opera con un espacio más limitado que antes de la
pandemia, por lo que plantea priorizar el gasto social y en
salud mientras se enfoca el apoyo en los más perjudicados.
A
juicio del FMI, se necesita monitorear “cuidadosamente indicadores de
futuras presiones inflacionarias”, e incluye expectativas de
inflación; crecimiento salarial y costos laborales y los márgenes de beneficio
de las empresas.
También
recomienda que los Bancos Centrales “deberían señalar claramente que el ritmo
al que se retirará el apoyo monetario puede necesitar ser recalibrado si el la
pandemia vuelve a empeorar”. El FMI además, recomienda una postura más estricta
de la política monetaria, ya que las vulnerabilidades financieras siguen siendo
elevadas.
Condiciones financieras externas más
estrictas
“Los
mayores rendimientos incentivarán el flujo de capital al exterior, poniendo
presión a la baja sobre las monedas de las economías de mercados emergentes y
en desarrollo y sobre la inflación”, comienza esta recomendación. Para
continuar señalando que “las políticas más estrictas probablemente
serán apropiadas en muchas economías de mercados emergentes y en desarrollo
para evitar la amenaza de aumentos persistentes”.
El
organismo sugiere que los mercados emergentes “deberían extender los
vencimientos de la deuda cuando sea factible”, como así también
considera que la “flexibilidad del tipo de cambio también puede
ayudar a absorber los shocks”.
Aunque
advierte que esta última recomendación no se aplica a países con economías con
distorsiones del mercado o que tenga limitaciones al acceso a los mercados pues
“el impacto de las reversiones de flujo pueden poner en peligro la
estabilidad financiera”.
Para estas economías el
Fondo recomienda que se debe aplicar “la intervención cambiaria” para “suavizar las condiciones desordenadas del mercado”. Aunque
advierte que “la gestión temporal del flujo de capital no deben sustituir la
política macroeconómica”.
Dada
la perspectiva del endurecimiento de la política monetaria, el Fondo también
afirma que “la cooperación internacional será fundamental para preservar el
acceso a la liquidez y agilizar reestructuraciones ordenadas de la deuda cuando
sea necesario”.
La
recomendación adquiere particular significado para la Argentina, en momentos en
que el país está renegociado su deuda con el Fondo tras el préstamo
extraordinario de 44.000 millones de dólares que recibiera la administración
de Mauricio Macri.
En
tal sentido, el ministerio de Economía se encuentra abocado no sólo a
reestructurar a largo plazo (10 años) los pasivos con el organismo; también
está buscando que países que cuentan con fondos excedentes por el reparto de
Derechos Especiales de Giro (DEGs) que realizó el Fondo el año pasado,
colaboren en el fortalecimiento de las reservas en divisas del país.
El
propio organismo reconoce en este capítulo que “acuerdos de préstamo del FMI
(cautelares o desembolso) puede ser un respaldo importante para suavizar el
impacto de los shocks. Pero para países con grandes necesidades de financiación
y una deuda insostenible, el alivio de la liquidez puede no ser suficiente.”.
Para
estos casos, pide la “rápida puesta en funcionamiento del Marco
Común del G20 para el tratamiento de la deuda” .El progreso en esta
materia ha sido demasiado lento. Se necesitan mejoras urgentes para hacer
avanzar el proceso y ampliar su cobertura de países.
Política fiscal
“Las
finanzas públicas estarán bajo presión en los próximos meses y años, ya que la deuda
pública ha alcanzado niveles récord para cubrir el gasto relacionado con la pandemia en
un momento en que los impuestos los ingresos se desplomaron”, comienza el
trabajo sobre este punto.
Advierte
que “las tasas de interés más altas también harán encarecer los préstamos,
especialmente para los países que toman créditos en moneda extranjera”.
Como
resultado, señala el organismo, “los déficits fiscales en la
mayoría de los países deberán reducirse en los próximos años, aunque el grado
de consolidación debería depender del ritmo de la recuperación”.
Advierte
también que “si empeora la pandemia, la consolidación puede demorarse cuando el
espacio fiscal lo permita”, dado que los países deberán retomar programas de
ayuda. Aunque, advierte, que “el espacio político es muy reducido”
Por
esta razón, el FMI afirma que es importante “el apoyo decisivo de la comunidad
internacional para países de bajos ingresos con niveles elevados de deuda”
Según
el organismo “se requerirá un mayor crecimiento y mayores ingresos fiscales
para que muchos países eviten el riesgo de sobreendeudamiento”. Para lograr
este objetivo el Fondo recomienda reformas estructurales y mejoras en los
marcos fiscales.
Reformas
estructurales
Un
mayor crecimiento a largo plazo requerirá reformas estructurales profundas, así comienza esta
recomendación del FMI. Hace referencia a que las cuarentenas interrumpieron la
educación de muchos niños. En este sentido, considera que “el cierre de
escuelas tendrá efectos duraderos en los ingresos individuales a lo largo de la
vida y en el crecimiento de la productividad en toda la economía”.
Respecto
de la situación laboral, afirma que los países deberán adaptarse a un mercado
más digital y a tal fin será necesario requipar y capacitar a los trabajadores.
Es necesario, según el organismo “impulsar los esfuerzos de digitalización y la
adopción de nuevas tecnologías”. Para ello sugiere que debería “inmediatamente, reducirse los aranceles y las barreras
comerciales puede ayudar aliviar las interrupciones del suministro y las
presiones inflacionarias a nivel mundial”.
Políticas climáticas
El
FMI considera que “la emergencia climática en curso continúa requiriendo
cambios internacionales urgentes”. En este sentido, entiende que se
“necesitarán políticas globales coordinadas mucho más grandes, incluidos los
precios mínimos del carbono para cumplir con la mayor ambición de la
conferencia climática de Glasgow y evitar un catastrófico cambio climático
global”
Para
el organismo es importante fijar los precios “del carbón y la reducción en los
subsidios a los combustibles fósiles”. Asimismo, considera que la reducción de
subsidios podrá “generar recursos para financiar: infraestructura verde;
subvenciones a la inversión y la investigación en energías renovables y
tecnologías de almacenamiento, así como transferencias compensatorias a los
afectados negativamente por la transición energética”.
|