Por Liliana
Franco - “Estamos trabajando muy de cerca con las autoridades
argentinas para elaborar un programa que ayude a la gente de la
Argentina” sostuvo la economista Gita InfoPath ante
una pregunta de Ámbito referida a la marcha de las
negociaciones entre el país y el Fondo Monetario Internacional, en el marco de
la conferencia de prensa que ofreciera desde Washington.
La
subdirectora general del FMI planteó que esto requerirá de un programa “sea sólido y creíble” y que aborde los desequilibrios
que tiene el país. “Tenemos que mejorar los desequilibrios para
que podamos ayudar a que los argentinos se recuperen y puedan salir de las
dificultades que están enfrentando”, señaló.
“Entendemos que la situación socioeconómica es
desafiante, por eso estamos adoptando un enfoque flexible y pragmático” señaló la economista,
haciendo referencia a la vocación del Fondo por llegar a un entendimiento.
Al
respecto, sostuvo que “esperamos progresar aún más en
los próximos días” en referencia a las negociaciones.
Lo
cierto es que Ámbito pudo saber que hubo intensas conversaciones virtuales
durante todo el fin de semana entre el staff y el equipo de Martin Guzmán.
Cabe
recordar que esta semana Argentina debe enfrentar un pago de superior a los 700
millones de dólares. El endurecimiento del discurso oficial en contra del Fondo
género en los mercados el temor que este pago no se realice. Sin embargo,
analistas internacionales estiman que finalmente Argentina cumplirá con esta
obligación dado que esta “en medio de las negociaciones”,
tal cual lo ratificó Gita.
Tanto
el presidente Alberto Fernández como Guzmán en los últimos días arreciaron sus
críticas contra las demandas del staff respecto a efectuar un ajuste más
severo.
En
este sentido, desde el gobierno, argumentan que de llevarse a cabo las
exigencias del Fondo se frenarían el crecimiento. Así, lo señaló Guzmán al
diario Fígaro: “La diferencia que tenemos con el FMI es la velocidad de
consolidación fiscal y las combinaciones entre gastos e ingresos. No queremos
penalizar la demanda cuando la economía se está recuperando”.
El
ministro argumenta además que se vino reduciendo el déficit primario que
(excluyendo pagos de intereses de la deuda) fue de 6,4% del PIB en 2020 al 3%
del PIB en 2021. En principio, el Fondo pediría un déficit primario de 2,5% del
PBI, contra el 3,3% para este año.
De
acuerdo a estimaciones privados, el déficit primario del año
pasado fue de 2,2% del PBI, con la aclaración que hubo casi 2
puntos de ingresos extraordinarios – 0,6% de impuesto a la riqueza, 0,9% de los
DEGs otorgados por el FMI y 0,4% por el aumento de las retenciones gracias a la
suba de las exportaciones agropecuarias.
Según
cálculos que se manejan en el exterior, Argentina este año tendrán menores
ingresos por el sector agropecuario (se estiman casi 8 mil millones de dólares
menos) y mayores egresos de divisas (entre 3.000 y 4.000 millones) por
importación de energía.
La
pelea del equipo que lidera Guzmán con el FMI no se limita solo al sendero
fiscal sino al ajuste de las cuentas públicas que demandan para estos dos
años. “El año que viene será muy difícil que el gobierno pueda financiar
el déficit que estima para este año”, comentan analistas en Estados
Unidos. “Lo cual el ajuste será mucho mayor al proyectado”. Por esta razón, es
que el gobierno argentino se mantiene firme en que el “ajuste” no frene el
crecimiento en un mundo que, como admiten el propio FMI, será desafiante.
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