Sábado 16 - Por Rafael Mathus Ruiz - WASHINGTON.– El Gobierno les dijo a inversores
en una reunión en Nueva York que tiene voluntad y determinación para cerrar un
acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y encarrilar la economía. El
jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el ministro de Economía, Martín Guzmán,
respondieron preguntas y buscaron llevar tranquilidad y levantar las alicaídas
expectativas sobre el futuro de la Argentina. Pero el esfuerzo desplegado por
el oficialismo, que movió a Manzur a Nueva York en un viaje relámpago, no llegó
a despejar del todo las dudas ni a quebrar el profundo escepticismo que reina
en Wall Street sobre el país.
Guzmán, Manzur y el
embajador argentino, Jorge Argüello, se reunieron con una veintena de analistas
y ejecutivos de fondos y bancos de inversión de Wall Street para brindar un
panorama sobre el país. La presencia de Manzur sumó volumen político, al poner
cara a cara a los inversores con la máxima autoridad del gabinete del
presidente Alberto Fernández. Manzur viajó de Buenos Aires a Nueva York
exclusivamente para la reunión.
La cumbre con
inversores, que se realizó en el consulado argentino, tuvo más presencias que
el último encuentro que había tenido Guzmán en Manhattan. Estuvieron representantes
de BlackRock, VR Capital, Fintech, Gramercy, GoldenTree, NWI, Redwood, Invesco,
CarVal Investors, PointState, Schroeders, además de analistas de los bancos de
inversión Barclays, Morgan Stanley, Goldman Sachs y JP Morgan.
“Fue un encuentro extremadamente
productivo. Hemos manifestado la voluntad y la decisión política del gobierno
argentino de acordar con el FMI en los términos que no impliquen obstruir el
desarrollo de la Argentina”, dijo Manzur, luego de la reunión.
El encuentro fue
cordial, profesional y cándido, y tuvo un ida y vuelta que tocó todos los
problemas que enfrenta el país, en particular la inflación, y las demoras en
las discusiones con el Fondo. No hubo límites a las preguntas. La reunión llegó
en momentos en los que la confianza en el Gobierno en Estados Unidos atraviesa
el punto más bajo desde la llegada del Frente de Todos a la Casa Rosada, y las
expectativas sobre el país han quedado, cuando menos, congeladas hasta que haya
señales concretas sobre la viabilidad política de implementar un plan que
encarrile la economía.
“Fue todo muy
profesional, no dijeron nada mal, demostraron cintura política y respondieron
todas las preguntas. Pero creo que no convencieron a nadie, y hasta cierto
punto fue inútil”, dijo un asistente. “El problema es que dada la inercia de
los problemas necesitás un gobierno con poder y decisión respecto de hacia
dónde va. Ellos dicen que la tienen, pero nadie les puede creer”, agregó. Otro
asistente resumió el encuentro como “realidades paralelas”.
El problema para el
mercado radica en las dudas sobre la capacidad real para llevar a la práctica
en Buenos Aires un plan que pueda, en las palabras de Guzmán, “tranquilizar a
la economía”. En las palabras de un inversor: cómo se avanza ante “la
restricción política”. La autoridad de Guzmán en el Frente de Todos aparece
cada vez más deshilachada a los ojos de los inversores.
Manzur y Guzmán
intentaron brindar señales tranquilizadoras. Manzur dijo que el acuerdo con el
FMI es una “prioridad nacional”, según indicó el Gobierno en un comunicado, y
ratificó la voluntad de honrar la deuda –existe el temor a un eventual default–
y buscar el mejor acuerdo posible. También reiteró la decisión de que el
acuerdo pase por el Congreso para que tenga el respaldo de todo el arco
político. Guzmán, a su vez, remarcó que el Parlamento debe tener más peso en
las decisiones de endeudamiento para que la estabilización sea una política de
Estado. Y reiteró que el déficit fiscal debe bajar gradualmente.
Nadie pareció dejar
la charla con una certeza respecto de cuándo puede estar listo el acuerdo con
el Fondo. Guzmán, dijo una fuente, cargó la responsabilidad de la demora en el
Fondo, y no en el Gobierno. “Mi impresión es que falta mucho, y el mensaje es
que están decididos a hacerlo. Manzur habló mucho del peronismo, dijo que
Alberto dio un mandato para cerrar un acuerdo, y no se mencionó a Cristina en
toda la reunión”, dijo otra fuente del mercado.
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