Por Rafael
Mathus Ruiz - WASHINGTON.–
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina
Georgieva, reconoció “reservas” para recortar la tasa de interés que paga la
Argentina por su deuda, pero dejó la puerta abierta al reafirmar que todavía no
se ha tomado ninguna decisión al respecto, y existe respaldo para, al menos,
revisar el costo de los créditos del organismo.
La
ejecutiva también reafirmó el compromiso para “trabajar constructivamente” en
busca un nuevo acuerdo con la Argentina para refinanciar la deuda por 44.000
millones de dólares que dejó Mauricio Macri, pero en una clara señal de la
lentitud y las dificultades que envuelven a las negociaciones actuales, dijo
que el Fondo y el Gobierno aún deben encontrar un programa “creíble y útil” que
ayude a encarrilar la economía, una postura casi calcada de la del inicio de
las discusiones, a fines de 2019.
Georgieva
respondió una pregunta sobre la Argentina en su conferencia de prensa de la
reunión anual del FMI y el Banco Mundial, un día después de haberse reunido
aquí con el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Tocó
dos temas: la discusión por los sobrecargos a la tasa de interés del Fondo que
actualmente paga la Argentina, y que el Gobierno aspira a eliminar, y los
avances en la negociación entre Guzmán y el staff hacia un nuevo programa
económico.
“No
hemos tomado una decisión, de una forma u otra”, dijo Georgieva al referirse a
los sobrecargos.
“Tuvimos
una discusión con nuestro directorio en septiembre y en ese momento hubo
reservas sobre congelar los recargos debido principalmente a preocupaciones
sobre la solidez financiera del FMI. Pero eso no fue concluyente de una forma u
otra”, dijo.
“También
hubo apoyo –prosiguió– para que el Fondo haga lo que hace periódicamente, que
es revisar los recargos. En ese sentido, la historia debe definirse como
‘continuará’”.
Las
negociaciones entre el Gobierno y el Fondo se han estirado ya por casi dos
años.
A fines
de septiembre, el presidente Alberto Fernández dijo que el acuerdo ya estaba
“cerrado” y solo faltaba definir el costo de la refinanciación.
Pero
ayer, en un encuentro con empresarios, Fernández admitió por primera vez que se
cerraría recién a principios del año próximo.
En
Estados unidos descartaban desde principios de este año la posibilidad de que
el acuerdo llegara antes de las elecciones legislativas.
En
cámara lenta
Al
hablar de las negociaciones, Georgieva reconoció también esta demora al indicar
que el Fondo y la Argentina aún deben encontrar “un buen lugar” donde el
programa económico sea creíble y útil, y lleve a un crecimiento sostenible,
liderado por el sector privado.
“Nuestros
equipos están trabajando y ese trabajo ha estado, durante el tiempo que han
estado involucrados, concentrado en encontrar un camino para apoyar a la
Argentina, y en que la Argentina pueda apoyarse a sí misma con políticas
sólidas que sean útiles en un crecimiento liderado por el sector privado y que
brinden un buen uso a los recursos públicos para enfocarlos en quienes más los
necesitan”, indicó.
“El
compromiso de ambas partes de trabajar de forma constructiva está ahí.
Continuaremos con ese diálogo, tenemos que encontrar un buen lugar donde un
programa de la Argentina sea uno creíble y útil para el pueblo argentino y
podamos apoyarlo”, agregó.
La
conferencia de prensa de Georgieva ocurrió dos días después de que la
economista búlgara fuera ratificada al frente de este organismo internacional,
luego de haber quedado involucrada en un escándalo durante su paso por el Banco
Mundial.
El
lunes por la noche, y luego de ocho maratónicas reuniones, el board del Fondo
decidió ratificar su “plena confianza” en Georgieva a pesar del escándalo con ramificaciones
geopolíticas en el que quedó involucrada durante su gestión previa en el Banco
Mundial.
El
directorio llegó a esa decisión luego de determinar que la investigación de la
firma de abogados WilmerHale que imputa a Georgieva de haber presionado al
personal del Banco Mundial para favorecer a China “no demostró de manera
concluyente” que haya actuado de manera inapropiada.
Georgieva,
quien había dicho luego de que se conoció la decisión que esas acusaciones eran
“infundadas”, reiteró en su conferencia su agradecimiento a los directores del
FMI y dijo que era “genial” volver a enfocarse exclusivamente en su trabajo.
Pero el
escándalo que la involucró dejó de todos modos daños colaterales: Estados
unidos, principal accionista del Fondo, dijo que la investigación planteó
“preocupaciones y temas legítimos”, reclamó un mayor compromiso con la
transparencia, la integridad y la credibilidad del Fondo, y prometió un mayor
control.
Como
siempre, el respaldo de la Casa Blanca será decisivo para llevar la negociación
argentina a buen puerto.
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