Los Ministros
de Finanzas y Gobernadores de Bancos Centrales del G20 solicitaron este miércoles que el FMI revise su
política de sobrecargos, en un claro apoyo al reclamo que viene proponiendo
la Argentina.
Manifestaron
también la necesidad de que una parte de la nueva
asignación de Derechos Especiales de Giro sea dirigida voluntariamente hacia
los países de ingresos medios y bajos.
Además, el G20 le
solicitó al FMI que establezca un nuevo Fondo de Resiliencia y
Sostenibilidad para financiar a largo plazo a los países de ingresos medios y
bajos. En línea con lo que viene solicitando el Gobierno de Alberto Fernández,
este financiamiento permitiría reducir riesgos futuros para la estabilidad de
la balanza de pagos, incluidos aquellos derivados de las pandemias y el cambio
climático.
¿QUÉ DICE EL COMUNICADO?
POLÍTICA DE SOBRECARGOS DEL FMI
Agradecemos al FMI
su actualización sobre la política de sobrecargos y esperamos con
interés seguir debatiendo en el Directorio Ejecutivo del FMI en contexto de la revisión
interina de los saldos precautorios.
DERECHOS ESPECIALES DE GIRO (DEG)
Celebramos la
asignación general de DEG implementada por el Fondo Monetario Internacional
(FMI) el 23 de agosto de 2021, que ha puesto a disposición el equivalente a 650
mil millones de dólares en reservas adicionales a nivel mundial.
Apreciamos los
recientes progresos realizados por el FMI para ofrecer opciones viables a los
miembros con fuertes posiciones externas para canalizar voluntariamente una
parte de sus DEG asignados, de acuerdo con las leyes y regulaciones nacionales,
para ayudar a los países vulnerables.
FONDO DE RESILIENCIA Y SOSTENIBILIDAD
Pedimos al FMI que
establezca un nuevo Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad
(RST, por sus siglas en inglés) -en consonancia con su mandato- para
proporcionar financiación asequible a largo plazo para ayudar a los países de
bajos ingresos, a los pequeños Estados en desarrollo y a los países
vulnerables de ingresos medios a reducir riesgos futuros para la estabilidad de
la balanza de pagos, incluidos aquellos derivados de las pandemias y el cambio
climático.
DEUDAS SOBERANAS
Le damos la
bienvenida a los progresos realizados en el marco de la Iniciativa
de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI, por sus siglas en inglés) del
G20, que también ha sido acordada por el Club de París. Todos los
acreedores bilaterales oficiales deberían aplicar esta iniciativa de forma
completa y transparente.
Reiteramos la
importancia de los esfuerzos conjuntos de todos los actores, incluidos los
acreedores privados, para seguir trabajando en la mejora de la transparencia de
la deuda.
COVID-19 Y RECUPERACIÓN ECONÓMICA
Reafirmamos nuestra
determinación de utilizar todas las herramientas disponibles por el tiempo
necesario para hacer frente a las consecuencias adversas del COVID-19, en
particular para los más afectados, como las mujeres, los jóvenes, los
trabajadores informales y de baja calificación, y sobre las desigualdades.
Nos esforzaremos
por ayudar a resolver los cuellos de botella y la escasez de herramientas de
COVID-19 en los países de ingresos bajos y medios en los próximos meses,
reafirmando nuestro compromiso de garantizar un acceso seguro, equitativo y
asequible a las vacunas, los tratamientos y los diagnósticos. Reconocemos el
papel de la inmunización contra el COVID-19 como un bien público global.
INCLUSIÓN FINANCIERA
Reafirmamos
nuestro compromiso de mejorar la inclusión financiera digital de los
segmentos vulnerables y desatendidos de la sociedad, incluidas las
micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), llevando a cabo el trabajo de la
Asociación Global para la Inclusión Financiera (GPFI) y aplicando el Plan de
Acción para la Inclusión Financiera del G20 2020.
PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE
Alentamos a las Instituciones Financieras Internacionales, incluidos los
Bancos Multilaterales de Desarrollo (BMD), a que redoblen sus esfuerzos para
buscar la alineación con el Acuerdo de París dentro de unos plazos ambiciosos,
a financiar las estrategias de recuperación y transición sostenibles, las Contribuciones
Determinadas a Nivel Nacional y las estrategias de desarrollo a largo plazo con
bajas emisiones de gases de efecto invernadero en los mercados emergentes y las
economías en desarrollo, y a establecer planes para movilizar el financiamiento
privado, en línea con sus mandatos y procedimientos internos de aprobación, sin
dejar de apoyar la consecución de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
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