Sábado
9 - Por Juan Strasnoy
Peyre - El endurecimiento de los controles cambiarios que dispuso el
Gobierno para contener el drenaje de reservas
despertó algunos contrapuntos entre empresarios y el Banco Central. Como era de
esperarse, las firmas importadoras reaccionaron con cuestionamientos y
advertencias sobre un eventual impacto de los nuevos límites al pago anticipado
de importaciones en el abastecimiento de insumos y otros bienes. Fuentes de la
autoridad monetaria, en cambio, descartaron que la medida afecte el ingreso de
productos y señalaron que mantienen conversaciones con las principales cámaras
empresarias para atender problemas puntuales.
Ayer, el Central y
la Comisión Nacional de Valores (CNV) aprobaron sendas medidas que ajustaron el
cepo. En el primer caso, se modificó el sistema de pago adelantado de
importaciones, que se había disparado en los últimos meses y había derivado en
una mayor salida de divisas. El mes pasado, por caso, ingresó mercadería por
u$s5.500 millones pero se cancelaron u$s5.900 millones. En concreto, se limitó
hasta el 31 de octubre esa operatoria, que por ahora se deberá cursar a partir
de la llegada al país de los bienes. Además, la entidad que preside Miguel
Pesce estableció que las empresas deberán pedirle autorización para acceder al
mercado de cambios por compras mayores a u$s10.000 (antes el tope era de
u$s50.000).
En paralelo, la CNV incrementó las restricciones nominales
para operar dólar MEP
con bonos bajo ley local (plaza
donde interviene el BCRA)
y limitó la posibilidad de arbitraje en las transacciones cambiarias entre estos títulos y
otros activos. Ambas medidas llegaron luego de un septiembre en que el
BCRA tuvo que vender, según cálculos de la consultora Equilibra, u$s1.322
millones en el mercado oficial (u$s957 millones) para mantener su política de
ancla cambiaria y en el financiero (u$s365 millones) para contener la expansión
de la brecha.
Durante estos días, la Cámara de Importadores(CIRA)
cuestionó los nuevos controles. Fuentes del sector le dijeron a Ámbito que la medida del Central afectará “de forma
transversal” a todos los sectores que operan con insumos provenientes del
comercio internacional. En la autoridad monetaria, aseguran que la regulación
no tiene impacto en el ingreso de productos, sino que “impulsa que lleguen al
país los bienes comprados y pagados que están demorados” ya que lo único que
busca es que no se cancelen compras por un monto mayor al de las que
efectivamente ingresan al país.
Un empresario importador, en cambio, le planteó a este
diario que las trabas a los anticipos complican porque “casi todas las empresas
tienen que depositar un adelanto para poner en cola de producción de sus
proveedores los productos que van a importar”. Y afirmó que las más perjudicadas serían las pymes porque “son las que
más necesitan anticipar un porcentaje de la compra para garantizarse los
bienes”, a diferencia de las multinacionales que pueden apelar al comercio
intraempresa o las grandes que tienen más espalda. Entre empresarios, además,
es extendida la sospecha de que el límite al anticipo de compras al exterior se
extenderá más allá del 31 de octubre ya que hasta diciembre continuará el
momento del año de peor estacionalidad en el ingreso de divisas.
Fuentes oficiales
señalaron al respecto que el BCRA mantiene conversaciones con las principales
cámaras empresarias “para atender cualquier situación puntual que pueda afectar
el normal desenvolvimiento de la economía”. La Unión Industrial Argentina había
pedido una reunión urgente con Pesce por este tema pero desde la entidad
expresaron que el encuentro podrá concretarse “recién en un par de semanas, por
una cuestión de agenda”.
El presidente del
BCRA habló ayer en el seminario Nuevo Dinero 2021 y explicó el porqué de las
restricciones: “Tenemos un compromiso con la estabilidad cambiaria. No
queremos que haya sobresaltos en el mercado cambiario. En los años donde hay
procesos electorales siempre se desatan especulaciones sobre el mercado
cambiario. En el tercer trimestre el mercado cambiario sufre el estrés porque
dejan de entrar los recursos provenientes de las cosechas gruesas y finas.
Estamos en ese momento creo que lo vamos a atravesar con éxito, como lo
atravesamos el año pasado”.
“En los momentos
donde podemos relajar las regulaciones cambiarias a favor de la producción, de
la inversión y del intercambio, lo hacemos y en el momento donde necesitamos
introducir alguna regulación para evitar un desborde que comprometa la
estabilidad cambiaria, lo hacemos también. En ambos sentidos este año hemos
mostrado que tenemos experiencia y éxito en la regulación cambiaria”, enfatizó.
Y agregó: “Tenemos capacidad de proteger las reservas y cuidarlas para aquellos
que ahorran, que producen y que invierten”.
Impacto en las
reservas
En ese sentido,
tras haber tenido que vender el mercado oficial cerca de u$s220 millones en las
tres primeras ruedas de octubre (previas a la nueva regulación) para abastecer
la demanda de los importadores, entre el miércoles y el jueves compró unos
u$s170 millones. Así, según fuentes del mercado, acumula en lo que va del mes
un saldo vendedor de algo menos de u$s50 millones. En el BCRA, confían en que
con los nuevos controles podrán capear las dificultades estacionales de octubre
y noviembre para empezar a recuperar reservas en diciembre, cuando ingresen los
dólares de la cosecha de trigo.
“Estas medidas permiten ‘ganar tiempo’ y proteger las
reservas (estimadas en términos netos en u$s4.700 millones sin contar los DEG)
a la espera de la cosecha fina que comienza en diciembre: en el muy corto plazo
reducirán los volúmenes operados en los segmentos ‘intervenidos’ y la pérdida
de reservas. Pero el mercado siempre encuentra nuevas oportunidades de
arbitraje, generando una brecha más alta”, señaló un informe de Equilibra. Es así que en el mercado esperan que la
CNV tenga que sumar más adelante otras trabas a los dólares financieros.
Al respecto, el
economista del CEPA, Leandro Ziccarelli, opinó: “Las medidas son parciales,
como vienen siendo habitualmente. Generan, como toda medida de segmentación,
nuevos arbitrajes. Con lo cual no veo que vaya a durar mucho tampoco este
esquema. Pero ante la situación delicada que se estaba generando en materia de
reservas claramente algo había que hacer. En lo que va del año ya se tiraron
más de u$s1.500 millones en los mercados para frenar los financieros. Con el
MAE entrando en la etapa de peor estacionalidad no se podía seguir descargando
tantos dólares en los paralelos”.
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