Viernes 8 - Por Carlos Manzoni - La actividad industrial y la construcción sufrieron
sendas caídas en agosto respecto del mes anterior (0,6% y 2,6%,
respectivamente), según el Indec. Analistas creen que el nivel de recuperación
habría tocado un techo.
Dos sectores claves
de la economía mostraron números en rojo en agosto respecto de julio: mientras
que la industria retrocedió 0,6%, la construcción cayó 2,6%. En tanto, como era
de esperar debido a que la base de comparación coincide con un mes de 2020 en
el que aún no se había sentido la recuperación, la medición interanual exhibió
avances en los dos casos: 13,8% en el primero de ellos, y 22,7% en el segundo.
Estos datos surgen
del Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI) y del Indicador
Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), que difundió ayer el
Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), de los que también surge
que en el acumulado de enero a agosto de 2021 la industria creció 19,9%
respecto de igual período del año anterior, y que la construcción avanzó 48,1%
en el mismo lapso.
Lorenzo Sigaut
Gravina, economista de la consultora Equilibra, destacó que si bien los dos
indicadores cayeron, en el caso de la construcción se venía de un leve
crecimiento en julio, mientras que la industria ya hilvana dos meses consecutivos
de caída. “Esto muestra que después del levantamiento de las restricciones,
sobre todo en junio, hubo un pico de actividad, pero después se amesetó un
poco. Igualmente, la industria aún está levemente por encima de los niveles
prepandemia y la construcción está cerca de eso”, señaló.
Para Sigaut
Gravina, es obvio que las variaciones interanuales y el acumulado del año sigan
con crecimiento, pero queda claro que en el margen se observa una leve caída.
Esto se debe, a su entender, en parte al efecto del amesetamiento que se
produce después del pico posterior al levantamiento de restricciones y en parte
también por los ruidos cambiarios que hubo en agosto.
Gabriel Caamaño,
economista de Consultora Ledesma, remarcó que se trata de la segunda caída mensual
consecutiva de la industria, con lo que acumula un 3% de caída en los últimos
dos meses. “El año pasado sucedió lo mismo, porque apenas levantaron las
restricciones sanitarias la industria salió muy fuerte para arriba, por un tema
de producción para recomponer stocks, y después hizo un serrucho y parte de ese
buen salto lo devolvió. Aparte ya estamos en torno del nivel en el que empezó a
mostrar agotamiento el proceso de recuperación a fines del año pasado y
principios de este”, comentó.
Según Caamaño, con
la construcción pasa algo muy parecido a lo que sucede con la actividad fabril:
todavía no llegó al máximo de enero y aún está por debajo de los niveles
precrisis, del primer semestre de 2019. “Habrá que ver a partir de octubre cómo
impactan, sobre todo en la industria, las nuevas trabas a las importaciones,
que van a afectar los procesos industriales (como ya sucedió en marzo)”,
analizó el economista.
El dato de
septiembre, para Caamaño, podría ser positivo para la industria, porque
probablemente anticipándose a las trabas a las importaciones el sector haya
intentado adelantar producción. “Igual, se mantiene el patrón serrucho, no es
una recuperación rigurosa y el país sigue siendo de las economías de la región
que más cayeron y a la que más les cuesta recuperarse”, dijo.
Camilo Tiscornia,
director de C&T Consultores, prefirió hacer hincapié en que la conclusión
global es que ambos rubros cayeron en términos mensuales y desestacionalizados,
que es lo que le parece más importante. “Cuando sacás una imagen global, más
allá del dato puntual del mes, lo que se ve es que a la actividad económica,
pensando en construcción e industria, le cuesta terminar de despegar. Es como
si hubiera habido una oscilación bastante fuerte en el segundo trimestre por el
tema del Covid, después una recuperación y ahora otra vez un poco para abajo”,
subrayó el economista.
Tiscornia opinó que
el Gobierno se aferró a los datos de julio para decir que ya se estaba
arrancando, pero eso no está tan consolidado. “Es como si se hubiera alcanzado
cierto nivel de actividad y cuesta seguir para adelante, al menos en estos dos
sectores. Con las nuevas aperturas es probable que en otros sectores haya un
poco de repunte, más con el empuje que pretende darle el Gobierno, pero con
esto de un mes para arriba y un mes para abajo, estamos lejos de la explosión
económica”, concluyó.
Por su parte,
fuentes del Ministerio de Economía aclararon que los datos desestacionalizados
suelen ser muy volátiles y se corrigen a medida que entran nuevas observaciones.
“En este nuevo informe, de hecho, el Indec corrigió y marcó que la caída de
mayo fue más profunda, la recuperación de junio más fuerte y el dato de julio
de menos caída que la versión anterior”, expresaron.
Las mismas fuentes
enfatizaron que el dato de agosto es 6,8% superior al promedio de todo 2019.
“Además, es mejor de lo esperado. Si se compara contra 2019, marca una suba de
5,8%, cuando se esperaba 3,2%. El trimestre móvil junio-agosto fue el mejor
desde el inicio de la crisis cambiaria de 2018. Incluso tomados
individualmente, los datos desestacionalizados de junio, julio y agosto son los
tres más altos desde mayo de 2018”, dijeron.
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